Kiral
Madmaxista
Llevo ya más de un año comentado que lo que estaba ocurriendo en el sector agrícola iba a hacer que la subida del diésel pareciera un cumpleaños.
Por desgracia creo que me he quedado bastante corto.
Los precios de los cereales en los últimos 12 meses se han disparado. Productos como el trigo duro, usado para hacer pan y pasta, el blanco para alimentación animal, el maíz, los garbanzos, los guisantes,… cualquier cosa que se os pueda ocurrir, ha disparado su precio. En las lonjas agrícolas nacionales podréis constatarlo.
El trigo duro por ejemplo, ha pasado de 38 a 86 pesetas (Así se calcula en el sector).
Y no es solo alimentación. El algodón ha ido de las 68 a las 115 actuales.
Esos niveles no los había visto yo en los 12 años que llevo trabajando aquí.
Hasta ahí lo que pude prever. Pero el tema se ha puesto mucho más feo. Esta mañana me han comunicado que no hay ya glifosato. Este es el principio activo para cualquier producto contra la mala hierba, esencial en toda actividad agrícola y sin el cual no puede prosperar. No es que haya subido el precio un 300%, es que no hay. Solo queda el que hay en stock de la campaña anterior. Los más espabilados están pagando un sobreprecio por el existente y guardándolo para primavera-verano de 2022.
Pero no es solo eso. La subida disparatada del petróleo está provocando que se agoten sus derivados. La urea, que es el fertilizante nitrogenado más usado del mundo, está a punto de agotarse. Conozco encargos de barcos enteros para febrero de 2022 que ya se niegan a reservar los proveedores sencillamente porque no hay. Los fosfatos, el Nitrato de amonio,… todos los derivados. No hay. Y sin estos elementos, la producción caerá un 80% con facilidad. En TODOS los productos, pues el nitrógeno es el macroelemento (Los otros son el fósforo y el potasio) más importante para las plantas y sin el cual no puede vivir.
Y por si fuera poco, los problemas en elementos esenciales en la agricultura como líneas de goteo o de cobertura para poder regar, que están conformados por unos plásticos cuyo precio ha subido un 60% y está al límite. Si no hay goteo, no se riega. Si no se riega, cae la producción un 65%.
Y así todo. La carencia de todos estos factores, combinada con el encarecimiento del petróleo agrícola y de los componentes de maquinaria, así como de los portes, va a dejar en ropa interior a la subida de la luz.
Por desgracia creo que me he quedado bastante corto.
Los precios de los cereales en los últimos 12 meses se han disparado. Productos como el trigo duro, usado para hacer pan y pasta, el blanco para alimentación animal, el maíz, los garbanzos, los guisantes,… cualquier cosa que se os pueda ocurrir, ha disparado su precio. En las lonjas agrícolas nacionales podréis constatarlo.
El trigo duro por ejemplo, ha pasado de 38 a 86 pesetas (Así se calcula en el sector).
Y no es solo alimentación. El algodón ha ido de las 68 a las 115 actuales.
Esos niveles no los había visto yo en los 12 años que llevo trabajando aquí.
Hasta ahí lo que pude prever. Pero el tema se ha puesto mucho más feo. Esta mañana me han comunicado que no hay ya glifosato. Este es el principio activo para cualquier producto contra la mala hierba, esencial en toda actividad agrícola y sin el cual no puede prosperar. No es que haya subido el precio un 300%, es que no hay. Solo queda el que hay en stock de la campaña anterior. Los más espabilados están pagando un sobreprecio por el existente y guardándolo para primavera-verano de 2022.
Pero no es solo eso. La subida disparatada del petróleo está provocando que se agoten sus derivados. La urea, que es el fertilizante nitrogenado más usado del mundo, está a punto de agotarse. Conozco encargos de barcos enteros para febrero de 2022 que ya se niegan a reservar los proveedores sencillamente porque no hay. Los fosfatos, el Nitrato de amonio,… todos los derivados. No hay. Y sin estos elementos, la producción caerá un 80% con facilidad. En TODOS los productos, pues el nitrógeno es el macroelemento (Los otros son el fósforo y el potasio) más importante para las plantas y sin el cual no puede vivir.
Y por si fuera poco, los problemas en elementos esenciales en la agricultura como líneas de goteo o de cobertura para poder regar, que están conformados por unos plásticos cuyo precio ha subido un 60% y está al límite. Si no hay goteo, no se riega. Si no se riega, cae la producción un 65%.
Y así todo. La carencia de todos estos factores, combinada con el encarecimiento del petróleo agrícola y de los componentes de maquinaria, así como de los portes, va a dejar en ropa interior a la subida de la luz.