Bueno, eso es tu opinión, y como dije antes, es legítimo que la tengas. Pero no es menos legítimo el hecho de que es una opinión. Imagínate que dijeses que ese himno es el más feo de todos los himnos de España. ¿A qué estaría yo en contra de la libertad de expresión?, ¿no? La verdad es que no sé si el himno de Galicia es el más bonito de España. Podría serlo, pero no lo sé. Además, no es lo mismo que sea más bonito que el de España, que ser el más bonito de todos los himnos de España. Por otra parte, si la libertad de expresión consistiese en expresar lo que se piensa, entonces yo estaría en contra de la libertad de expresión. Porque no pienso que el himno de Galicia sea el más bonito de todos los himnos de España.
En fin, yo no quiero estar en contra de la libertad de expresión, sino del fanatismo.
Mientras no se pueda hablar de una manera racional e inteligente de un asunto, yo estoy en contra del discurso fanático. Es lo que hay.
En cualquier caso, lo de los himnos es un tema que se puede abordar desde un punto de vista filosófico. Lo de la bandera es más sencillo. La bandera es un símbolo de pertenencia a una comunidad. Y es normal que los símbolos puedan ser objeto de cambio o de cambio de bandera. En cambio, los himnos no. Porque el himno no es un símbolo de pertenencia a una comunidad, es una expresión artística, que, por tanto, no se puede cambiar. Yo creo que el himno catalán es una obra de arte, al igual que el himno gallego, el andaluz, el andaluz, etc. Si alguna de estas comunidades decide cambiar su himno por otro, bien, no hay problema. Pero no cambiando un himno por otro.