el individuo es la medida de todas las cosas, porque desde un punto de vista metafísico de lo único de lo que podemos estar seguros es de la propia existencia
Decir que somos la medida de todo, me parece del todo imprudente. Nosotros conocemos cosas, al margen de nuestra subjetividad, y esto no hace falta que te lo diga como matemático que eres. El teorema de Pitágoras está al margen de la subjetividad que lo creó, es decir, de Pitágoras (sujeto subjetivo). Su validez es atemporal, y por lo tanto esto le hace tener un componente de objetividad brutal comparado con otros conocimientos más subjetivos, o más sociales como puedan ser los de la psicología o la sociología, también nacidos de la subjetividad humana. Es decir, los sujetos son subjetivos, sin embargo sus hechos pueden no serlo. Entonces, tenemos que lo subjetivo (sujeto) genera objetividades (teorías) a partir de intersubjetividades (ambiente, relaciones). Lo que me lleva a pensar que hay cosas esencialmente que dependen de los humanos y otras que no. Por lo tanto tenemos como resultado un conflicto contradictorio en constante movimiento, donde la objetividad del ser humano radica en ver patrones dentro de esa contradicción general intersubjetiva y que producen esencias/identidades que están al margen tanto de la mente como de las circunstancias espacio-temporales. Todo esto para decir que: creo que hay algo de objetividad humana y que reducir todo a subjetividad nos llevaría a un relativismo pernicioso.
es de la necesidad de supervivencia y del choque de subjetividades de donde nace la cooperación
Como dijo el gran Heráclito, la verdad está en la lucha. Creo que es en ese choque de donde salen las objetividades humanas. Los resultados que den estos choques dan igual, lo que importa es saber la génesis y la estructura de ese choque de situaciones, en donde algunos genios saben formalizarlo, para transformalo en verdad concreta, es decir, en algo objetivo que no depende de nuestras opiniones subjetivas. Nos encontramos con un elemento que transciende lo meramente subjetivo y personal, y que se abstrae del tiempo.
Si hablamos del choque de intereses entre individuos, podemos llegar al juicio jovenlandesal de que la anulación se hace en pos de la preservación de la subjetividad de parte de los individuos implicados; corresponderá a la ética 'ordenar' los juicios jovenlandesales de manera que que estas anulaciones redunden en un mínimo de choques, y ayuden al individuo a sobrevivir.
La cosa está en que la ética y la jovenlandesal no son lo mismo (jovenlandesal: de mores, costumbres del colectivo, etica: ethos, carácter del individuo) y además están continuamente en conflicto, es decir, intereses jovenlandesales se sobreponen a los éticos, y viceversa, y de todo esto sale un embrollo casi ininteligible, que no quiero profundizar en él. El liberalismo creo que la jovenlandesal se la rezuma, y da más importancia a la ética, pero esta visión es del todo suicida en la práctica, porque el conjunto de éticas lleva a crear jovenlandesales necesariamente que están en lucha entre sí, y como consecuencia nos encontramos con otra contradicción que para mí es irresoluble.
todos podemos trascender nuestro marco subjetivo y buscar objetivos neutros respecto de nuestra subjetividad, pero no tenemos ninguna posición ni jovenlandesal ni ética para imponerlos en el caso de que choquemos en su realización con la subjetividad de otro individuo.
Pero eso es un deseo tuyo más que una realidad. La realidad es que se imponen continuamente posiciones éticas y jovenlandesales. La guerra es continua en todos los frentes, no hay que olvidarse de esto.
progenitora mía como me enrrollo. Saludos.