Vamos a ver, Paletto, pongámonos en contexto:
- 1980 es el año en que ETA mata a más personas, más de 100
- Otros grupos terroristas también se están poniendo las botas
- Económicamente, España sigue inmersa en la crisis del 73, de la que todavía no se había salido, con las siguientes consecuencias:
1- Crisis económica y financiera brutal. En 1977, la inflación interanual había llegado al 40%
2- La crisis financiera va a llevarse a una buena cantidad de empresas y bancos pequeños.
3- Los de la UGT y CCOO siguen con su estrategia, más moderada, de huelgas salvajes.
4- Descontento social ante el paro, que es alto y no deja de subir, y el estancamiento de los sueldos
Ante este panorama, Suárez se encierra en la Moncloa y, como dice Jesús Palacios, renuncia a los "usos y costumbres" del Parlamento. Es necesario, por tanto, una operación de
corrección del sistema. El objetivo de dicha operación no es solo sacar a Suárez de la Moncloa, sino dar un cambio de rumbo que permita salvar la situación, al menos a corto y medio plazo.
Cuando Suárez, sorprendentemente, dimite, la operación ya está en marcha, aparte de que el objetivo último era crear un gobierno de concentración nacional con socialistas y comunistas con Armada a la cabeza. El objetivo de la operación sería hacer realidad la idea italiana del "compromiso histórico", pero con un militar a la cabeza.
Compromiso histórico
El error viene cuando Tejero le pide a Armada que le enseñe la lista con ese gobierno, a lo cual este accede. Es entonces cuando todo se tuerce porque Tejero se da cuenta de que lo han utilizado y, por tanto, hay que darle un giro a todo, que vendría a ser el discurso que saca campechano ya por la noche. No hay contragolpe, simplemente el plan inicial falla y hay que poner en marcha el plan b, que es sacar a Campechano como salvador de la "democracia".
Armada y Milans, como buenos monárquicos que son, se "sacrifican" por su rey, puesto que Franco le da la orden al ejército en su testamento de que sean con Juan Carlos tan leales como lo fueron con el caudillo.
La operación, en todo momento, es dirigida por los servicios de inteligencia, bajo el lema "a mi dádmelo todo hecho" (Campechano dixit). Por eso sigue todo en marcha, porque se trataba de salvarle la cara al régimen, no solo echar a Suárez.
Edito para puntualizar algunas cosas: En primer lugar, el "golpe" es una copia del proceso por el cual De Gaulle llega a la presidencia en 1958. Se da un primer ultimátum, que el gobierno de París no acepta. Ante esto, los militares ponen en marcha la "operación Córcega", que consiste en ocupar militarmente la isla con fuerzas paracaidistas. Ante una posible segunda negativa, se amenaza al que será el último gobierno de la IV república con poner en marcha la "Operación Resurrección", que consistía en repetir lo que se había hecho en Córcega, pero esta vez en París. En esta ocasión, el gobierno francés acepta ceder el poder ante la pasividad de la población francesa, y el hecho de que el ejército en bloque se alinease con los militares de Argelia. El 23-F es una reedición de esta última operación en tanto que la amenaza no viene por la disuasión de un posible uso de las fuerzas armadas, sino por su uso efectivo, que es Milans del Bosch sacando los tanques en Valencia.
Operación Resurrección