⚡⚡(HILO OFICIAL) : CRISIS DEL cobi19 ☣SARS-CoV2☣

Entrevista de blanqueo a Himmler, no me lo he leído porque se me sube la tensión.

Tegnell: Ingen såg det extrema komma | SvD

Tegnell: Nadie vio venir la situación extrema

Las fotos de Italia. La atención de enfermos graves y accidentados fue lo que hizo que el epidemiólogo estatal Anders Tegnell viera la seriedad. Pronto ha pasado un año desde entonces. Más de 10,000 han muerto con el bichito 19 en Suecia y la atención sanitaria está en una situación muy complicada.

- Nadie podía ver que sería tan extremo, dice Anders Tegnell.

¿Cuándo se dio cuenta de que era grave?


- Probablemente fue entonces cuando vimos imágenes de Italia. En China, parecían ser capaces de manejar bien la propagación, y luego en algún lugar teníamos la esperanza de que fuera manejable. Pero esa esperanza se desvaneció cuando vimos cómo era Italia. Vimos que el bichito tenía una gran capacidad para establecerse.

¿Qué hace que este bichito sea tan especial y difícil de predecir?

- No se comporta como otros bichito que se mueven en ondas constantes, deslizándose por países como un pájaro. Así es como se comporta la gripe estacional o el VIH, por ejemplo.

En cambio, la estrategia del cobi19 parece ser atacar a los superpropagadores.

- Parece que pueden llegar muchos casos sin que pase nada.

Este ha sido el caso en algunos lugares, dice, y señala a Noruega, donde, según él, muchos casos llegaron desde afuera al principio sin que la infección despegara. Pero luego hay ciertos eventos que pusieron todo en marcha, como en Italia y España, y también en Boston en Estados Unidos al comienzo de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo. Entonces queda claro que una o un par de personas que han demostrado ser súper esparcidoras han sido suficientes para que muchas personas se enfermen, explica.

¿Cuándo pensó que era imposible detener la infección en la frontera?

- Probablemente se fue todo fuera de control realmente a principios de marzo cuando salimos y dijimos que teníamos una propagación general de la infección. Para entonces habíamos contraído la infección de los Alpes y de muchos otros países.

Sin embargo, Anders Tegnell afirma que Suecia logró detener la infección de los viajeros de vacaciones deportivas de los países alpinos. Explica que no fueron las cepas de bichito las que se afianzaron. En cambio, fueron bichito de otros países, como los Estados Unidos, los que entraron.

¿Qué pensaste entonces?

- Cuando vimos lo que pasó en Italia, la gravedad de las personas enfermas y con la asistencia sanitaria, fue para aplanar la curva y no conseguir una acumulación como en Italia.

¿Podría haberse hecho algo de otra manera?

- En lo que respecta al cuidado de las personas mayores, nos preguntamos si podríamos haber hecho más. No somos responsables de ello, pero pensamos que lo teníamos muy claro. Pero hasta qué punto llegó ...

Pero al principio, ¿se podía evitar que entrase la infección?

- No, no lo creo. Se estudiará mucho si pudiéramos haberlo hecho de otra manera, pero las regiones no podrían hacer frente a un mayor seguimiento de infecciones. Ya no funcionó.

El 13 de marzo del año pasado, cambió su estrategia de rastreo de infecciones y muestreo de personas que viajaron al extranjero, para enfocarse en limitar la propagación en Suecia y proteger a los ancianos. ¿Por qué?

- Las regiones estaban al final del camino en lo que respecta al rastreo de infecciones. Se trataba de un seguimiento de la atención o de la infección, porque no había recursos en las regiones. Basamos esa decisión en un análisis del mundo que nos rodea.

¿No había sido más honesto decir, como era entonces, que no había recursos para rastrear infecciones?

- Creo que lo tuvimos claro. Otros países han dicho cosas diferentes (sobre el rastreo de infecciones), pero algunos de ellos no lo lograron.

Destaca que esta fue la estrategia que se pudo implementar a la luz de los recursos de las regiones y la fuerte propagación de la infección.

Durante el año, muchos han tenido opiniones sobre soluciones y se han convertido en su propio hobby epidemiólogo. ¿Qué piensa usted al respecto?

- Básicamente, es bueno que muchos hayan descubierto lo emocionante que es la epidemiología: se trata de muchas cosas diferentes, como la medicina, las ciencias políticas y las ciencias del comportamiento. Pero es difícil cuando hay opiniones tan categóricas.

¿Qué opinas de las críticas que usted y la Agencia de Salud Pública han durante el año?

- Hemos recibido críticas y apoyos, dice, y dice que ha recibido muchas tarjetas de Navidad, saludos y declaraciones de amor.

En cuanto a la crítica, enfatiza que así debe ser en el mundo científico. Es parte de recibir y dar críticas.

- Como yo lo veo, hay que mantener la crítica y la confianza separadas. La Agencia Sueca de Salud Pública tiene un alto nivel de confianza, aunque ha caído ligeramente este otoño.

¿Por qué crees que la confianza ha caído ahora?

- No es extraño, cuando tenemos una propagación tan grande de la infección. Pero una abrumadora mayoría piensa que estamos haciendo un buen trabajo.

Ahora, después de casi un año con el bichito, se han recomendado medidas a las que anteriormente se había opuesto. Esto se aplica, por ejemplo, a las mascaras y la educación a distancia también para niños de primaria. ¿Podrían usted, y la autoridad, haber sido más humildes?

- Probablemente es el caso que hemos tenido que adaptarnos a la situación. Ahora es una situación tan extrema que hemos tenido que ir hacia medidas incluso con poco efecto, dice, y señala que cuando se trata de escuelas, el resto del mundo ha seguido el ejemplo de Suecia.

- Las mascaras se hna convertido en un tema extremadamente político. En gran parte de Europa, ha habido demandas de mascaras. Aún así, la infección se está extendiendo. Es un experimento gigantesco, pero no se discute. En cambio, Suecia se presenta como desviada.

Explica que lo que estamos haciendo aquí en principio es un bloqueo, aunque no tenemos reglas y sanciones absolutas.

¿Le quedan herramientas en la caja de herramientas para detener la infección?

- Lo importante no es introducir tantas medidas nuevas, sino hacer aún mejor lo que ya estamos haciendo.

Señala que las restricciones y medidas son simplemente para no conocer gente. Lo logramos en primavera, piensa, cuando bajó la infección. Pero ahora no parece que podamos hacerlo de la misma manera, según él. Por ejemplo, no trabajamos en casa en la misma medida, explica.

- Entonces pudimos ver que alrededor del 40 por ciento trabajaba en casa. Ahora es solo el 10 por ciento, dice, y se refiere, entre otras cosas, a las medidas que Telia hace de cómo se mueven nuestros teléfonos móviles.

- Sabemos que las personas se infectan principalmente en dos lugares: en el lugar de trabajo y en el hogar. Si logramos limitar la infección en el trabajo, disminuiremos en extensión.

Tú, como autoridad, trabajas con los números grandes, los pinceles amplios. Pero cada uno de nosotros tiene que tomar muchas decisiones pequeñas pero importantes sobre el riesgo de infección y qué hacer. ¿Cómo va eso junto?

- Es realmente difícil. Si solo yo, una persona, entro en un centro comercial y compro un regalo para mi esposa, tal vez no sirva de mucho, entonces el riesgo es mínimo. Pero si lo hacen 1.000 personas y multiplicas ese riesgo mínimo, entonces importa, lo sabemos.

Depende de todos evaluar qué riesgo están dispuestos a aceptar en las decisiones cotidianas, pero para la autoridad, la vista debe ser mayor, enfatiza. Simplemente deberíamos conocer a menos personas todos los días. Ese es el propósito de las restricciones.

¿Crees que has logrado explicar esto?

- Sí ... no podemos sacar conclusiones. Pero obviamente hemos tenido un impacto bastante grande.

Tiene 64 años y ha tenido que trabajar muy duro durante este año de esa época en el 2020 de la que yo le hablo. ¿Cuándo te vas a jubilar?

- No hasta que esto esté terminado.

¿Cuándo puede terminar?

- Es difícil decir cuándo termina una esa época en el 2020 de la que yo le hablo, incluso más difícil que decir cuándo comienza. Pero como una gran parte se ha medicado, creo que tenemos una situación diferente.

Podría ser en verano o cuando se acerca el otoño. Pero Anders Tegnell no tiene planes de retirarse ni siquiera entonces.

- No, probablemente he pensado en trabajar un poco más.

¿Será la vida igual otra vez?

- Bueno ... si miras hacia atrás a pandemias anteriores, no han dado ningún efecto a largo plazo, no tantos recuerdos en el alma de la gente. Recordamos la gripe porcina, pero fue el trágico efecto de la narcolepsia. Veremos cuánto impacto tiene esto.

¿Qué piensa sobre la preparación de Suecia, la Agencia Sueca de Salud Pública y su propia preparación para lo que sucedió?

- Que pasaría algo, sí lo sabía. Pero nadie pudo ver que sería tan extremo.

La autoridad de salud pública también estaba en alerta, piensa, pero era difícil saber de antemano qué porque nadie sabía cómo sería.

Sin embargo, la preparación para la crisis de Suecia deja mucho que desear, piensa.

- Preparación de la atención sanitaria sueca y acceso a materiales, por ejemplo. Y luego la atención a los ancianos y el servicio de asistencia domiciliaria, donde fue aún peor.

La pregunta es si la Agencia Sueca de Salud Pública, que tenía la tarea de vigilar el riesgo de una esa época en el 2020 de la que yo le hablo, no debería haber hecho sonar la alarma y sonar más fuerte para que la sociedad y la atención médica aumenten su preparación.

- Probablemente pensamos que lo hicimos. Lo hemos señalado en varios informes.

¿Qué lecciones podemos aprender de esto?

- Es la importancia de ser flexible y tener una cooperación internacional. Como ha sucedido ahora, han prevalecido ideas extremadamente diferentes. Espero que aprendamos de esto, dice Anders Tegnell, y afirma nuevamente que Suecia no se desvía tanto de las reglas y restricciones en comparación con otras.
 
No nos hemos extinguido con 2 guerras mundiales y vamos a extinguirnos con esto. Deja de ver peliculas.

Terminar con una guerra mundial es mucho más sencillo que acabar con esto. Es sumamente complejo acabar con aquello que no has empezado...

Domingo cuántico.
 
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Se contradice un poco, o no matiza bien, cuando habla del confinamiento. Dice que el de Marzo funcionó, que hizo bajar los indicadores, pero cuando plantea uno nuevo dice que duda que tenga mucho impacto. No sé si lo hace impulsado por su deseo personal de no confinar o si es que efectivamente no ha matizado bien su opinión respecto de la medida. En todo lo demás lleva bastante razón, aunque es discutible.
 
El viejo Leguina y otros compañeros de gneración no opina lo mismo DESDE MARZO:

Contra el confinamiento de la población

RESUMEN

Ante la situación creada por el Estado de Alarma, confinando a gran parte de la población y aniquilando la economía española, con el pretexto de proteger a las personas más afectadas por la epidemia en curso -así llamada el bichito-19- esto es, las que tienen más de 60 años, rango demográfico en el que se concentran el 96% de fallecidos, los abajo firmantes (Juan José R. Calaza, Andrés Fernandez Díaz, Joaquín Leguina y Guillermo de la Dehesa) mayores de setenta años, se oponen absolutamente a las susodichas medidas. A tal efecto, han lanzado un Manifiesto -“Contra el confinamiento de la población”- en el que explican detalladamente las razones técnicas, generacionales, económicas y humanas de su oposición. Entre otras, consideran que el confinamiento es una medida fascista “ineficaz, humillante, traumatizante y destructiva” que supone más problemas que soluciones.

Sorprende la visión cortoplacista y chapucera de medidas draconianas, tomadas en España, cuyos impactos económicos, familiares, penales, intelectuales, laborales, afectivos, físicos, síquicos, etc., debidos al confinamiento obligatorio, serán sin duda devastadores.

El confinamiento, desde el punto de vista de la administración judicial constituye “arresto domiciliario”, sin que en este caso previamente haya habido juicio ni sentencia, y es, por ende, una medida de dudosa legalidad adoptada brutal e irracionalmente, sin ningún tipo de base científica.

Las personas mayores quedan estigmatizadas ante la sociedad. Pronto los jóvenes los harán responsables de la hecatombe económica culpándoles de haberles bloqueado el futuro. España no podrá encajar dos crisis seguidas. Primero, epidémica; después, económica. El país quedará abatido hasta la melancolía enfermiza, noqueado por falta de perspectivas, hundido en el pesimismo nihilista. Todo ello será encauzado por los enemigos de la nación para inventarse una sarta de nuevos agravios comparativos que pueden resultar fatales a la democracia y a los españoles de bien.
MANIFIESTO

Contra el confinamiento de la población

Los abajo firmantes tenemos 60 años o más (algunos rondamos los ochenta) categoría demográfica en la que se han registrado hasta la fecha 96% de fallecimientos por la el bichito-19 en España. Sucede que si los abajo firmantes hemos vivido hasta edades relativamente avanzadas es porque en la juventud, nuestros padres y nosotros, entendimos que los contagios forman naturalmente parte de la vida en sociedad al potenciar la inmunidad de grupo. Lo cual no excluye estimular el avance de la ciencia en banderillas. Ahora, en nuestro nombre se han tomado medidas de confinamiento que estigmatizan a las personas mayores haciéndolas responsables, ante los jóvenes, del desastre económico que en marcha por no hablar del que nos espera. Y tanto es así que partidos políticos anti-constitucionalistas e independentistas propugnan medidas de confinamiento extremosas, descontando una crisis peor que la del 2008, en aras de abonar el terreno a sus nefastas y no ocultadas pretensiones. Los abajo firmantes nos oponemos al confinamiento –por ineficaz, humillante, traumatizante y destructivo- y apelamos a la responsabilidad individual adoptando personalmente medidas de protección en orden al distanciamiento social aunque aconsejamos aplicar el poder coercitivo del Estado en cuanto a la obligatoriedad de mascaras y guantes fuera del hogar.

Asimismo, solapando cálculos sobre dos años, teniendo en cuenta que quizás vuelva estacionalmente la enfermedad, incluso poco después de poner fin al confinamiento, consideramos que, si bien es preferible no infectarse nunca, la infección de parte de la población, digamos el 70%, propulsa una forma de Herd immunity. La cual protegerá a los mayores el próximo invierno habida cuenta que muchas personas son reacias a vacunarse y desconocemos los efectos secundarios de una eventual banderilla. El contagio ha sido, de todas formas, imparable y seguirá. La tasa de letalidad real posiblemente sea baja, doble en hombres que en mujeres siendo la incidencia igual en ambos sexos, pero sube en general a partir de 60 años, especialmente en varones mayores de 80 con patologías previas que representan el 50% de fallecimientos. En España, ciertamente, salimos perjudicados respecto a Corea del Sur por un factor 1,4 (14% de la población con más de 70 años; 10% en Corea) pero la gran diferencia en el número de fallecidos en ambos países radica en la utilización de mascaras fuera del hogar: inmediatamente obligatorias en Corea del Sur en los primeros focos. Al no haber medicación milagrosa contra la el bichito-19 en manos de un solo país, los sistemas de salud de los países occidentales son, prácticamente, igualmente eficientes. No lo son en cuanto al día a día de otras enfermedades. Están muriendo personas en España por causas distintas a la el bichito-19 al crearse plétoras y cuellos de botella en urgencias. Es un mito que el “aplanamiento” de la curva epidémica por confinamiento de la población salve muchas vidas. Y las pocas que relativamente pudiese salvar, en el corto plazo, sería a costa de multiplicar los fallecimientos en el medio y largo plazo. El aplanamiento de la curva evita, quizás tropeles en urgencias, pero no frena los contagios en medio y largo plazo. Pocas vidas salva la descongestión de urgencias. Lo que salva vidas es la prevención y utilización masiva de mascaras cuando aún no se ha alcanzado un umbral critico de contagio y protegiendo, desde un principio, a ancianos que difícilmente pueden asumir su propia protección en residencias y otros lugares.

No obstante, hay que relanzar inmediatamente la economía para que jóvenes y trabajadores en general no sufran las consecuencias de la voladura del entramado económico. Un Estado endeudado por el desmoronamiento económico carecerá de medios para mantener un sistema de salud eficiente capaz de salvar vidas en el futuro. El aplanamiento de la curva epidémica, en el corto plazo, solo se consigue, eventualmente, con un inasumible coste económico siendo, en el medio/largo plazo, peor el remedio que la enfermedad. La tasa de letalidad en trabajadores es muy baja, menos del 0,4%, inferior, por ejemplo, a la de la gripe (influenza) que cursa en este momento: 0,8%. No se puede cerrar una fabrica de automóviles por una gripe; mucho menos, toda la economía. Hay que volver a poner el país a producir. Si en las guerras se pide a los jóvenes que den un paso al frente para defender la Patria, en la actual situación somos las personas mayores de 60 años las que decidimos asumir el sacrificio jovenlandesal, y eventualmente vital, por los jóvenes y el resto de la población. Con todo, ello no justifica que las personas con baja esperanza de vida sean relegadas en urgencias: la persona sintomática grave que llega debe ser atendida antes que la siguiente. Incoherentemente, la discriminación contradice de lleno la finalidad del confinamiento: no se confina a la población para evitar el contagio a personas de menos de 60 años, con baja tasa de letalidad, sino con más de 60, que, por definición, tienen menor esperanza de vida. Ni cabe posponer la atención a una persona de 95 años, con baja esperanza de vida, en favor de otra de 65 con esperanza superior por su estado general de salud. La dignidad de la persona, de cualquier persona, no debe jerarquizarse por aplicación discriminatoria de discutibles criterios de eficacia utilitarista.

En una joya del profesionalismo científico, John P. A. Ioannidis (“A fiasco in the making? As the cobi19 pandemic takes hold, we are making decisions without reliable data”, 17/03, STAT) Professor of medicine, of epidemiology and population health, of biomedical data science, and of statistics at Stanford University, argumenta solventemente que los datos suministrados por distintos gobiernos y la OMS son un completo fiasco en cuanto a la confianza que podemos depositar en ellos. La principal laguna es que no sabemos cuántas personas han sido infectadas realmente hasta hoy por el bichito Sars-CoV-2. Sin información fiable es arriesgado tomar decisiones, difícil corregir el impacto de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo y probable cometer monumentales dislates. Ejemplo canónico de dislate: el estado de alarma impuesto en España. No así en países que confían más en la autonomía y responsabilidad personal respetando cierto distanciamiento social. Guantes y mascaras, incluso de buena fabricación casera, son realmente las únicas medidas de protección relativamente eficaces. Y quienes deseen confinarse voluntariamente son libres de hacerlo. Esto es lo importante. Posicionarse contra el confinamiento obligatorio no excluye que las personas con riesgo se confinen y tomen voluntariamente todas las medidas de protección necesarias y recaben la protección del Estado que debe ser la misma en toda España. Lo otro, “aplanar la curva” y “el dilema entre mitigar y suprimir” son pamplinas dado el desconocimiento general de la verdadera tasa de letalidad del bichito emergido en noviembre 2019. Ni el intimidatorio modelo matemático del Imperial College de Londres se sostiene en datos sólidos, de ahí que dispare en todas direcciones esperando acertar en alguna. El modelo anticipa el número de muertos en ausencia de medidas de distanciamiento social, sin conocer la tasa real de letalidad, pero los modelistas evitan estimar precisamente los fallecimientos si se aplican las susodichas medidas. Dicen que las medidas adoptadas ya han salvado vidas. Cómo lo saben comparativamente si no se han aplicado medidas alternativas, verbigracia, concentrando los esfuerzos en evitar el contagio de persona con patologías. Obviamente, desconoceremos la capacidad predictiva del modelo.

Sorprende la visión cortoplacista de medidas draconianas, tomadas en España, cuyos impactos económicos, familiares, penales, intelectuales, laborales, afectivos, físicos, síquicos, etc., debidos al confinamiento obligatorio, serán sin duda devastadores. Esas medidas, confinamiento y distanciamiento social, no garantizan la disipación estacional de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo ni evitan su vuelta, el próximo otoño. Por no hablar de la economía, a la que se le planta literalmente fuego con el señuelo de cientos de miles de millones de euros que van a dejar caer desde helicópteros. Es lamentable que países latinos europeos que han pulverizado sus economías, consecuencia de las exageradas medidas impuestas, pidan a Holanda y Alemania que las salven emitiendo eurobonos. Más razonablemente -contraejemplo de esa miopía decisoria impuesta irracionalmente a una sociedad absolutamente desinformada, aterrorizada y sin datos fiables en que apoyarse- algunos países calculan integrando los efectos de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo este año y el próximo con la estructura productiva en funcionamiento, en la medida de lo posible, para evitar el colapso económico susceptible de debilitar los sistemas nacionales de salud en el futuro.

La situación es tan grave desde el punto de vista científico que ningún país dispone de datos en los que se pueda confiar suficientemente, esto es, nadie conoce la prevalencia del bichito en una muestra aleatoria no sesgada representativa de la población general. A medida que hospitales e improvisados centros se vean desbordados solo se harán pruebas a los casos más severos, de mayor riesgo aparente, con lo cual aumentará la letalidad artificialmente empeorando el sesgo de selectividad. El primer fallecido de la el bichito-19, en España, fue diagnosticado post mortem, no estaba en las listas de infectados reportados. Suponiendo que en ese momento hubiese 100 personas contagiadas, con un R0 cercano a 3 para el Sars-CoV-2, pueden estimarse alrededor de 500.000/800.000 infectados en pocos días días. Con crecimiento exponencial, si el número de infectados dobla en seis días, la mitad, desde el principio de la infección, se habría infectado los seis últimos días. En cualquier caso, el número de infectados reales es entre 12 y 15 veces superior al reportado por el Gobierno. Con esos datos, no sorprendería que el sacrificio económico resultase inútil al ser inevitable el contagio de gran parte de la población sin haber previsto ni actuado en favor de quienes no pueden protegerse por sí mismos. Es vergonzoso, casi criminal, el desamparo de personas mayores residenciadas.

Con estas estimaciones –tomadas con minuciosa precaución- el aplanamiento de la curva epidémica quizás carezca de sentido. Salvemos al menos la economía y el futuro de los jóvenes. El confinamiento, desde el punto de vista de la administración judicial constituye “arresto domiciliario”, sin que en este caso previamente haya habido juicio ni sentencia, y es, por ende, una medida de dudosa legalidad adoptada brutal e irracionalmente, sin ningún tipo de base científica, pretextando proteger la vida de las personas mayores. Que, en realidad, quedan estigmatizadas ante la sociedad. Pronto los jóvenes nos harán responsables de la hecatombe económica culpándonos de haberles bloqueado el futuro. España no podrá encajar dos crisis seguidas. Primero, epidémica; después, económica. El país quedará abatido hasta la melancolía enfermiza, noqueado por falta de perspectivas, hundido en el pesimismo nihilista. Todo ello será encauzado por los enemigos de la nación para inventarse una sarta de nuevos agravios comparativos que pueden resultar fatales a la democracia y a los españoles de bien. Ya que no fueron capaces de evitar la primera crisis evitemos la segunda.

Juan José R. Calaza (Economista y matemático)/ Andrés Fernández Díaz (Catedrático emérito Política económica UAM) / Joaquín Leguina (Estadístico Superior del Estado)/ Guillermo de la Dehesa (Economista del Estado)

Esto es de hace meses, de cuando no había banderillas y la inmunidad de rebaño parecía factible. Ahora deben de ser pro banderillas.
 
O sea que tan solo está evolucionando por si mismo? No lo sé, desconozco dicha situación.

Me refiero a que con tal cantidad de interacciónes, puede pasar cualquier cosa. No se... que bichito animales copien su capacidad de infectar humanos, o lo que sea...

Sí, está evolucionando sólo. Curiosamente en la misma zona del RBD, ya sea en Manaos o Sudáfrica. Presión evolutiva, quizás por medicamentos ( esto es una idea mía) no se sabe con certeza.
 
Esto es de hace meses, de cuando no había banderillas y la inmunidad de rebaño parecía factible. Ahora deben de ser pro banderillas.
Se puede ser provacunas y anti confinamiento.
Es más. Ahora que hay banderilla menos sentido tiene el confinamiento.
Con lo que sospecho que los viejos del manifiesto más se reafirmarian contra un nuevo confinamiento.

(si en serio piensas que la banderilla es un argumento a favor de confinamiento haztelo mirar)
 
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Hoy han puesto a muchos abuelos de residencia la segunda dosis de la banderilla. La semana que viene serán inmunes en un 95%, pero ¿por qué deberán volver a ponerse la mascarilla, lavarse continuamente las manos y tener distancia social? Sé que aún no eres inmune total, pero por un 5% deben estar con mascarilla?
Y lo que es más grave...¿Seguirán sin poder recibir un beso y un abrazo de sus hijos/nietos? Mucha gente con demencia (un porcentaje muy grande de residentes) no se puede comunicar verbalmente y solo es capaz de sentir el cariño físico.
 
El alcalde de Badajoz reclama al Gobierno endurecer el toque de queda ante este "país de locos"
El alcalde de Badajoz, Francisco Javier Fragoso, ha reclamado a los gobiernos nacional y regional un endurecimiento del toque de queda, especialmente los fines de semana y para los menores, para frenar un bichito "desbocado".

Así lo ha reclamado después de que la ciudad haya batido el "triste récord" de contagios en un día, con 250, la misma jornada en la que la Policía Local denunciaba a 31 "irresponsables" sin mascarilla, a otros 20 por no respetar el aforo máximo, a más de 15 por reuniones o fiestas en domicilios, y a unas 35 por beber en la calle, muchos de ellos, asegura, menores de edad, informa Europa Press.

En una entrada en redes sociales, reclama al Gobierno que asuma responsabilidades y coja el mando del estado de alarma, en lugar de recurrir las medidas más restrictivas adoptadas desde las comunidades autónomas, en referencia al adelanto del toque de queda en Castilla y León. "Un país de locos", ha lamentado.

nover:
 
Las noticias de brotes en residencias durarán un par de semanitas más hasta que a la banderilla le dé tiempo a generar anticuerpos, luego los lamebarandillas encontrarán otra cosa en la que fijarse.
y si mi abuela tuviera ruedas sería un camión....
 
Asturias confirma siete muertes por cobi19
La Consejería de Salud del Principado de Asturias ha confirmado este domingo 242 nuevos casos de cobi19 diagnosticados este sábado, una jornada en la que se produjeron 38 ingresos en planta y 5 en UCI, y se registraron 13 altas.

Según indican desde el Ejecutivo autonómico, el Servicio de Salud del Principado (Sespa) realizó el sábado 2.764 pruebas de diagnóstico y la tasa de positividad se situó en el 10,09%.

Asimismo, se han notificado siete fallecimientos: tres mujeres de 91, 92 y 103 años y cuatro hombres de 78, 86, 88 y 92. Cuatro de estas personas tenían su domicilio en un centro residencial para mayores.

En Asturias hay actualmente 247 pacientes hospitalizados con confirmación o sospecha de el bichito-19 y otras 62 personas permanecen en Unidades de Cuidados Untensivos.

loser:
 
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