«¡Este error es maravilloso y va a acabar con el el bichito!»: el optimismo desbordante de un voluntario de la banderilla de Oxford
Joan Pons Laplana, natural de Cataluña pero afincado en Inglaterra, es una de las 30.000 personas que hace meses se prestaron voluntarias para que les pusiesen una de las posibles banderillas para el cobi19. En su caso, se hizo voluntario de la candidata de Oxford, que desarrolla AstraZeneca. Desde entonces, Pons, que es enfermero, utilizó el potente altavoz de sus redes sociales (tiene miles de seguidores desde que empezó a divulgar cuestiones sanitarias) para hablar sobre la banderilla, para contar qué le ocurrió cuando se contagió de el bichito-19 y qué cree que ocurrirá con todas las inyecciones candidatas a combatir el cobi19. Sus publicaciones suelen estar impregnadas de optimismo. Pero el vídeo que dio a conocer en las últimas horas supera a todos los demás. Rebosa positivismo y hasta euforia por los cuatro costados.
Pons, en ese vídeo, sale al paso de la última información sobre la banderilla de la que él es voluntario, la de Oxford. Cabe recordar que cuando la Universidad de Oxford dio a conocer los resultados de los ensayos de la banderilla desarrollada junto al laboratorio anglosueco AstraZeneca generó una reacción encontrada: optimismo y al mismo tiempo inquietud. Anunció que su medicamento suministrado en dos dosis arrojaba una eficacia del 70,4 %, pero también que, tras estudiar a un subgrupo, era efectivo en un 90 % cuando se administraba primero media dosis y después otra completa. Posteriormente, reconoció que esta diferencia en las cantidades, lejos de ser algo buscada, fue un error. Hablar de un fallo en algo tan sensible como la dosis de la banderilla obligó a la prestigiosa institución a dar numerosas explicaciones. Y, ahora, Joan Pons se hace eco de algunas de ellas y añade además su característica dosis de optimismo en un vídeo bastante llamativo.
¿Qué cuenta el voluntario? Joan Pons comienza presentándose y advirtiendo de que hay quien está dudando «de que la banderilla de Oxford pueda salir al mercado porque ha cometido errores.
Y, sí, hubo un error, pero hay que ponerlo en perspectiva. Muchas veces, los mejores descubrimientos de la humanidad se han hecho por casualidad o por error. Y nos han cambiado la vida». Luego, pone como ejemplo el descubrimiento de la Coca-Cola, la dinamita, los rayos x, el marcapasos o incluso la viagra y la penicilina, «que salvó muchas vidas». A continuación, indica: «Por error, a 3.000 voluntarios de la banderilla de Oxford solo le administraron la mitad de la dosis y, después, al cabo de 28 días, recibieron una segunda dosis, ya completa. Cuando se dieron cuenta, Oxford avisó a los reguladores, lo revisaron y les dejaron continuar. A partir de ahí, a los siguientes voluntarios les pusieron las dos dosis completas. Pero, sin embargo, esta dosis incorrecta, este error, ha resultado ser la banderilla más eficaz, con el 90 % de eficacia, tan buena como la de Pfizer o la Moderna. Y este error no ha tenido ningún efecto en la seguridad de la banderilla».
Pons concluye: «Este error será maravilloso y nos cambiará el rumbo de la historia. Y podremos ya acabar con el el bichito muy pronto».
«¡Este error es maravilloso y va a acabar con el el bichito!»: el optimismo desbordante de un voluntario de la banderilla de Oxford
¿A esta gente les pagan?