Harman
Rojo
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Trump and Assad: the ongoing negotiation
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Trump y Assad: la negociación en curso
(Trad. Google)
31/10/2020
por Elijah J Magnier
En 2012, la administración estadounidense cerró las puertas de la embajada estadounidense en Damasco y, dos años después, ordenó el cierre de la embajada siria en Washington. Sin embargo, el intercambio de mensajes continuó a través de la embajada checa y el canal secundario nunca se cerró. El presidente Donald Trump, conocido por su voluntad de cerrar acuerdos comerciales, decidió llevar los contactos más allá con el presidente Bashar al-Assad. En 2017, envió una delegación político-militar al aeropuerto de Damasco, con la intención de lograr un gran avance. Siguieron otras visitas, junto con cartas del presidente Trump que el presidente Assad se negó a aceptar. La pregunta aquí es: ¿por qué Estados Unidos filtró detalles sobre una reunión de agosto entre el general de brigada sirio Ali Mamlouk y el enviado especial para asuntos de rehenes del presidente Donald Trump y director senior de contraterrorismo, Roger Carstens?junto con el asesor de contraterrorismo de Trump, Kash Patel, en el corazón de la capital, Damasco?
El presidente Trump avanzó más allá del nivel de contacto establecido inicialmente con el liderazgo sirio. Optó por la negociación directa sobre los detalles para encontrar un terreno común entre los dos países. En el arte de la diplomacia, el arte de lo imposible, se espera que las negociaciones se muevan con cautela cuando hay solicitudes esenciales de ambas partes. Cada país intentará “mejorar” sus demandas, particularmente en este caso, cuando tanto EE.UU. como Siria tienen muchas cartas que jugar en el intercambio de concesiones mutuas.
Estados Unidos ha solicitado que Siria "cambie su comportamiento". Esta solicitud fue realizada por primera vez en 2003 por el secretario de Estado estadounidense, Colin Powell, durante su visita a Damasco justo después de la ocupación estadounidense de Irak. Powell le pidió a Assad que renunciara a apoyar a Hamas, Hezbollah e Irán.
Durante la guerra de Siria, el presidente Assad cortó su relación con Hamas debido a su apoyo a los yihadistas y al cambio de régimen patrocinado por la OTAN. Sin embargo, es sólo cuestión de tiempo hasta que se restaure la relación entre Assad y Hamas; Hamas ha cambiado y ya no es anti-Assad. El grupo ha reconocido que ha cometido un grave error y quiere reparar la relación con Assad. A pesar del apoyo de Hamas a los yihadistas de Takfiri, Siria nunca ha abandonado la causa palestina.
La relación entre Siria y Hezbolá ya no está sobre la mesa de Assad. Tanto Irán como Hezbollah contribuyeron de manera significativa a la unidad de Siria al defender a su aliado y evitar que el gobierno sirio capitulara ante los yihadistas durante nueve años de guerra.
El presidente Assad ha dicho repetidamente que Hezbollah e Irán están en Siria por invitación del gobierno sirio y se irán cuando se les solicite. Sin embargo, no se espera que Assad ofrezca esta tarjeta al presidente Trump sin un precio elevado, que incluye no solo la retirada de Estados Unidos de al-Tanf y el este de Siria, sino también la recuperación de los Altos del Golán ocupados que Trump ofreció ilegalmente a Israel. Por lo tanto, ciertamente no le interesa a Siria pedir a Irán y Hezbollah que abandonen el sur de Siria y limpien el área ocupada de los Altos del Golán. Es una cuestión de precio y lo que una parte puede obtener de la otra en la mesa de negociación.
Damasco cree que Estados Unidos filtró información relacionada con la reunión de agosto pasado a la prensa como parte de un plan preparado de antemano para suavizar el terreno para futuras negociaciones abiertas. La administración estadounidense, que espera y cree que permanecerá en el poder durante otros cuatro años, está preparando a los principales medios de comunicación, que son hostiles tanto a Trump como a Assad, para tal acuerdo.
El presidente Trump necesita razones muy válidas para la paz para ofrecer a la opinión pública estadounidense y a quienes escribieron montones de artículos contra el presidente Assad en los últimos nueve años. La búsqueda de los seis ciudadanos estadounidenses que Estados Unidos cree que están bajo la custodia del gobierno sirio es una razón válida para que Trump negocie con Assad para traer a los ciudadanos estadounidenses de regreso a casa. Nadie en Estados Unidos puede oponerse a este objetivo y, si a cambio el presidente estadounidense tiene que retirar fuerzas de Siria, el precio no es demasiado alto porque las fuerzas estadounidenses de todos modos se consideran fuerzas de ocupación y su presencia es ilegal.
...
Para el resto del articulo hay que suscribirse y de momento no estoy por la labor.
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Trump y Assad: la negociación en curso
(Trad. Google)
31/10/2020
por Elijah J Magnier
En 2012, la administración estadounidense cerró las puertas de la embajada estadounidense en Damasco y, dos años después, ordenó el cierre de la embajada siria en Washington. Sin embargo, el intercambio de mensajes continuó a través de la embajada checa y el canal secundario nunca se cerró. El presidente Donald Trump, conocido por su voluntad de cerrar acuerdos comerciales, decidió llevar los contactos más allá con el presidente Bashar al-Assad. En 2017, envió una delegación político-militar al aeropuerto de Damasco, con la intención de lograr un gran avance. Siguieron otras visitas, junto con cartas del presidente Trump que el presidente Assad se negó a aceptar. La pregunta aquí es: ¿por qué Estados Unidos filtró detalles sobre una reunión de agosto entre el general de brigada sirio Ali Mamlouk y el enviado especial para asuntos de rehenes del presidente Donald Trump y director senior de contraterrorismo, Roger Carstens?junto con el asesor de contraterrorismo de Trump, Kash Patel, en el corazón de la capital, Damasco?
El presidente Trump avanzó más allá del nivel de contacto establecido inicialmente con el liderazgo sirio. Optó por la negociación directa sobre los detalles para encontrar un terreno común entre los dos países. En el arte de la diplomacia, el arte de lo imposible, se espera que las negociaciones se muevan con cautela cuando hay solicitudes esenciales de ambas partes. Cada país intentará “mejorar” sus demandas, particularmente en este caso, cuando tanto EE.UU. como Siria tienen muchas cartas que jugar en el intercambio de concesiones mutuas.
Estados Unidos ha solicitado que Siria "cambie su comportamiento". Esta solicitud fue realizada por primera vez en 2003 por el secretario de Estado estadounidense, Colin Powell, durante su visita a Damasco justo después de la ocupación estadounidense de Irak. Powell le pidió a Assad que renunciara a apoyar a Hamas, Hezbollah e Irán.
Durante la guerra de Siria, el presidente Assad cortó su relación con Hamas debido a su apoyo a los yihadistas y al cambio de régimen patrocinado por la OTAN. Sin embargo, es sólo cuestión de tiempo hasta que se restaure la relación entre Assad y Hamas; Hamas ha cambiado y ya no es anti-Assad. El grupo ha reconocido que ha cometido un grave error y quiere reparar la relación con Assad. A pesar del apoyo de Hamas a los yihadistas de Takfiri, Siria nunca ha abandonado la causa palestina.
La relación entre Siria y Hezbolá ya no está sobre la mesa de Assad. Tanto Irán como Hezbollah contribuyeron de manera significativa a la unidad de Siria al defender a su aliado y evitar que el gobierno sirio capitulara ante los yihadistas durante nueve años de guerra.
El presidente Assad ha dicho repetidamente que Hezbollah e Irán están en Siria por invitación del gobierno sirio y se irán cuando se les solicite. Sin embargo, no se espera que Assad ofrezca esta tarjeta al presidente Trump sin un precio elevado, que incluye no solo la retirada de Estados Unidos de al-Tanf y el este de Siria, sino también la recuperación de los Altos del Golán ocupados que Trump ofreció ilegalmente a Israel. Por lo tanto, ciertamente no le interesa a Siria pedir a Irán y Hezbollah que abandonen el sur de Siria y limpien el área ocupada de los Altos del Golán. Es una cuestión de precio y lo que una parte puede obtener de la otra en la mesa de negociación.
Damasco cree que Estados Unidos filtró información relacionada con la reunión de agosto pasado a la prensa como parte de un plan preparado de antemano para suavizar el terreno para futuras negociaciones abiertas. La administración estadounidense, que espera y cree que permanecerá en el poder durante otros cuatro años, está preparando a los principales medios de comunicación, que son hostiles tanto a Trump como a Assad, para tal acuerdo.
El presidente Trump necesita razones muy válidas para la paz para ofrecer a la opinión pública estadounidense y a quienes escribieron montones de artículos contra el presidente Assad en los últimos nueve años. La búsqueda de los seis ciudadanos estadounidenses que Estados Unidos cree que están bajo la custodia del gobierno sirio es una razón válida para que Trump negocie con Assad para traer a los ciudadanos estadounidenses de regreso a casa. Nadie en Estados Unidos puede oponerse a este objetivo y, si a cambio el presidente estadounidense tiene que retirar fuerzas de Siria, el precio no es demasiado alto porque las fuerzas estadounidenses de todos modos se consideran fuerzas de ocupación y su presencia es ilegal.
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Para el resto del articulo hay que suscribirse y de momento no estoy por la labor.
