Portador del Caos
Madmaxista
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Un primer estudio confirma que aguas residuales de un inodoro diseminaron un brote de cobi19
Una investigación difundida por la revista Clinical Infectious Diseases parece indicar que fue a través de las heces como se produjo un brote en la densamente poblada ciudad china de Guangzhou, en abril de 2020.
Entre el 5 y el 21 de abril, seis personas que vivían en un edificio separado pero adyacente al de la pareja dieron positivo al cobi19. Los autores del estudio entrevistaron a los residentes y descubrieron que no habían visitado el mercado ni tenido contacto con los dos primeros casos.
Más tarde se descubrió que una tubería de alcantarillado conectada al inodoro de la vivienda de la pareja infectada, que corría a lo largo de la pared fuera de su edificio, tenía un agujero de 100 centímetros cuadrados. Los investigadores vertieron agua en ese inodoro y encontraron que el líquido salía por el agujero a un callejón, pasaba por cinco desagües cerca del edificio y llegaba justamente a la entrada de los edificios donde vivían los casos secundarios.
Tras esto, examinaron la composición genética de las muestras de cobi19. Descubrieron que los bichito encontrados en el inodoro y en las suelas de los zapatos de la pareja coincidían con los que habían infectado a los casos tres y ocho. También estaban en las aguas residuales de los casos secundarios. Los otros casos llevaron el bichito a sus hogares a través de sus zapatos y neumáticos de bicicleta, cree el equipo.
La evidencia anterior sugiere que las personas infectadas con el cobi19 probablemente lo excretan, en particular cuando comienzan sus síntomas. En ese sentido, el equipo remarcó que hubo lluvias cuando la pareja mostró síntomas de el bichito-19 por primera vez.
Una investigación difundida por la revista Clinical Infectious Diseases parece indicar que fue a través de las heces como se produjo un brote en la densamente poblada ciudad china de Guangzhou, en abril de 2020.
Entre el 5 y el 21 de abril, seis personas que vivían en un edificio separado pero adyacente al de la pareja dieron positivo al cobi19. Los autores del estudio entrevistaron a los residentes y descubrieron que no habían visitado el mercado ni tenido contacto con los dos primeros casos.
Más tarde se descubrió que una tubería de alcantarillado conectada al inodoro de la vivienda de la pareja infectada, que corría a lo largo de la pared fuera de su edificio, tenía un agujero de 100 centímetros cuadrados. Los investigadores vertieron agua en ese inodoro y encontraron que el líquido salía por el agujero a un callejón, pasaba por cinco desagües cerca del edificio y llegaba justamente a la entrada de los edificios donde vivían los casos secundarios.
Tras esto, examinaron la composición genética de las muestras de cobi19. Descubrieron que los bichito encontrados en el inodoro y en las suelas de los zapatos de la pareja coincidían con los que habían infectado a los casos tres y ocho. También estaban en las aguas residuales de los casos secundarios. Los otros casos llevaron el bichito a sus hogares a través de sus zapatos y neumáticos de bicicleta, cree el equipo.
La evidencia anterior sugiere que las personas infectadas con el cobi19 probablemente lo excretan, en particular cuando comienzan sus síntomas. En ese sentido, el equipo remarcó que hubo lluvias cuando la pareja mostró síntomas de el bichito-19 por primera vez.