Salvador Illa avisa que la Navidad "no será normal" y advierte de que habrá medidas contra la el bichito-19 para "periodos cortos"
"Hay gente que dice que no les debemos vacunar. Es un terraplanismo. Cuando hay vidas de por medio, no", ha zanjado el ministro.
"La Navidad de este año "no será una Navidad normal". Así lo ha dicho el ministro de Sanidad,
Salvador Illa, este viernes, en una entrevista concedida a
Rac1. Illa ha dejado claro que deberá vivirse de una manera diferente, ya que en diciembre la esa época en el 2020 de la que yo le hablo del
cobi19 no habrá terminado, aunque no ha querido anticipar decisiones porque aún quedan dos meses y medio.
"Tenemos que llegar en las mejores condiciones posibles, actuando con prudencia", ha pedido el ministro, que ha dicho que también depende de cómo se realicen los encuentros familiares y de si se hacen con distancia y medidas de seguridad, al ser preguntado por el límite de reuniones de seis personas.
El ministro de Sanidad ha mostrado su apoyo a las medidas sanitarias tomadas por la Generalitat de
Cataluña para frenar la incidencia de la
el bichito-19, entre las que destaca el
cierre de bares y restaurantes, y ha avisado de que en los próximos meses se deberán tomar medidas "quirúrgicas en periodos cortos" y en función de la incidencia epidemiológica de cada territorio.
Salvador Illa ha asegurado que se siente con fuerza y no se ha planteado dimitir, y ha explicado que están trabajando con las comunidades autónomas en un borrador técnico para precisar más "los niveles y umbrales en los que se debe actuar".
DESCARTA UN CONFINAMIENTO TOTAL
El ministro ha advertido también de que "viene un periodo largo de tiempo hasta la banderilla o tratamiento" en el que se deberán tomar medidas -unos cinco o seis meses-, que también se tendrán que aplicar durante los meses que se tarde en suministrar la banderilla.
Ha descartado un
confinamiento como el de la primera ola de la
el bichito-19, y ha apuntado a medidas periódicas para cortar el contagio o "mantenerlo en niveles razonables". Ha reconocido que esto comporta sacrificio, pero que él apoyará lo que decidan los responsables sanitarios de las comunidades autónomas.
El ministro ha explicado también que la
Unión Europea ha firmado tres contratos con empresas que están elaborando "diferentes tipos de banderillas", que se repartirán equitativamente y cuando hayan pasado los filtros de seguridad. Ha asegurado que a principios de año ya se empezarán a distribuir las banderillas y que en verano ya se habrá medicado a un porcentaje efectivo de la población.
"La situación será de más normalidad", ha dicho, aunque ha destacado que éste será un escenario europeo y que hasta que no esté vacunada más gente en el resto del mundo, seguirá habiendo precauciones en otros niveles.
REPARTO DE banderillas PROPORCIONAL
Salvador Illa ha subrayado que en España se distribuirán las banderillas "con criterios de equidad y proporcionalidad" y se comenzará por personas con más riesgo y quienes están en contacto con ellas, tras lo que ha destacado que hay una amplísima mayoría de la ciudadanía, en sus palabras, que tiene ganas de ponerse la banderilla.
"Combatiremos comunicativamente a los que lancen mensajes engañosos", ha subrayado el ministro, que ha asegurado que será muy beligerante y contundente con los negacionistas y los
antivacunas, porque considera que no tienen razón y perjudican a la sociedad. "Hay gente que dice que no les debemos vacunar. Es un terraplanismo. Cuando hay vidas de por medio, no", ha zanjado el ministro.
EL CANDIDATO SERÁ MIQUEL ICETA
Preguntado por las acusaciones de que la aplicación del
estado de alarma en Madrid es una decisión política, Illa ha asegurado: "Eso es un ruido que han creado. En Madrid hemos hecho muchos esfuerzos y seguimos haciendo esfuerzos para llegar a acuerdos". Ha descartado ser candidato a la Generalitat y ha dicho que lo será el primer secretario del
PSC,
Miquel Iceta.
Ha señalado que se podría aplicar un estado de alarma en Cataluña si lo pide la Generalitat, y también ha sostenido que no es prudente permitir un aforo reducido en los estadios de fútbol y que "es una cosa prescindible"."