FrankSerpico
Himbersor
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Paola, el azote del SEPE que trabaja gratis para pagar los ERTE: "Sé más que un funcionario"
Paola Seregni pensó que era una broma cuando el director general del SEPE, Gerardo Gutiérrez Ardoy, se puso en contacto con ella el pasado mes de mayo
Indignada por el impago del SEPE, la mujer empezó a reunir más casos como el suyo para ver si conseguían hacer presión y cobrar cuanto antes. Así, creó la plataforma Afectados ERTE en Twitter.
A través de esa cuenta, los damnificados intentaban resolverse las dudas unos a otros, se daban consejos o, simplemente, aprovechaban para desahogarse por la caótica organización de los Servicios Públicos de Empleo.
Que Afectados ERTE se hiciera eco de sucesos tan trágicos como estos llamó la atención del máximo responsable del SEPE, que le pidió a Paola "si le podía enviar los casos de las personas más vulnerables por correo".
La mujer aceptó. Sin quererlo, se había convertido en el enlace del SEPE con la vida real. "Pero gratis", aclara, "que yo nunca les he pedido nada, ni tampoco ellos a mí me lo han ofrecido".
Así, altruistamente, con la única vocación de ayudar a todas esas personas que, en medio de una esa época en el 2020 de la que yo le hablo, estaban en sus casas sin trabajar y sin ingresar un sólo euro del ERTE que les correspondía, Paola se puso a trabajar para el SEPE.
Enfadada, destapa como en mayo "el Gobierno dijo que se habían pagado todos los ERTE, pero claro, se pagaron los ERTE tramitados dejando en el olvido los ERTE no tramitados, que éramos aproximadamente 1 millón".
"De lunes a domingo, contestando Whatsapp a las 12 de la noche", esta salvadora de los afectados de los ERTE no daba abasto, porque incluso llegaba a llamar por teléfono a los casos más graves. "Paralelamente, cada noche, enviaba el formulario de los afectados vulnerables a un subdirector del SEPE que me indicó el director general. El formulario constaba de los datos de cada afectado más su breve caso familiar. De esta forma, yo aplicaba un pequeño filtro y pasaba solo los casos urgentes". Ese formulario llegó a contener unos 30 casos nuevos cada noche.
"La mayoría eran familias con menores de edad, ambos padres en ERTE o paro, sin recursos ni ayuda de nadie, con deudas de alquiler y suministros. En definitiva, familias al limite y muy vulnerables", relata. Paola captaba a estas familias en Twitter o Facebook, "donde había muchos grupos que hablaban del tema". Invertía "horas y horas" en buscarles, contactaba en privado con ellos y les pedía más detalles de su historia. "Sé más que un funcionario. Podría meterme en cualquier oficina del SEPE a trabajar", bromea.
Que una sola persona haya realizado este titánico esfuerzo por mejorar el pago de una prestación pública, cuando el SEPE tiene a unos 7.000 empleados en plantilla, demuestra hasta dónde llega la ineficacia de la Administración.
Paola Seregni pensó que era una broma cuando el director general del SEPE, Gerardo Gutiérrez Ardoy, se puso en contacto con ella el pasado mes de mayo
Indignada por el impago del SEPE, la mujer empezó a reunir más casos como el suyo para ver si conseguían hacer presión y cobrar cuanto antes. Así, creó la plataforma Afectados ERTE en Twitter.
A través de esa cuenta, los damnificados intentaban resolverse las dudas unos a otros, se daban consejos o, simplemente, aprovechaban para desahogarse por la caótica organización de los Servicios Públicos de Empleo.
Que Afectados ERTE se hiciera eco de sucesos tan trágicos como estos llamó la atención del máximo responsable del SEPE, que le pidió a Paola "si le podía enviar los casos de las personas más vulnerables por correo".
La mujer aceptó. Sin quererlo, se había convertido en el enlace del SEPE con la vida real. "Pero gratis", aclara, "que yo nunca les he pedido nada, ni tampoco ellos a mí me lo han ofrecido".
Así, altruistamente, con la única vocación de ayudar a todas esas personas que, en medio de una esa época en el 2020 de la que yo le hablo, estaban en sus casas sin trabajar y sin ingresar un sólo euro del ERTE que les correspondía, Paola se puso a trabajar para el SEPE.
Enfadada, destapa como en mayo "el Gobierno dijo que se habían pagado todos los ERTE, pero claro, se pagaron los ERTE tramitados dejando en el olvido los ERTE no tramitados, que éramos aproximadamente 1 millón".
"De lunes a domingo, contestando Whatsapp a las 12 de la noche", esta salvadora de los afectados de los ERTE no daba abasto, porque incluso llegaba a llamar por teléfono a los casos más graves. "Paralelamente, cada noche, enviaba el formulario de los afectados vulnerables a un subdirector del SEPE que me indicó el director general. El formulario constaba de los datos de cada afectado más su breve caso familiar. De esta forma, yo aplicaba un pequeño filtro y pasaba solo los casos urgentes". Ese formulario llegó a contener unos 30 casos nuevos cada noche.
"La mayoría eran familias con menores de edad, ambos padres en ERTE o paro, sin recursos ni ayuda de nadie, con deudas de alquiler y suministros. En definitiva, familias al limite y muy vulnerables", relata. Paola captaba a estas familias en Twitter o Facebook, "donde había muchos grupos que hablaban del tema". Invertía "horas y horas" en buscarles, contactaba en privado con ellos y les pedía más detalles de su historia. "Sé más que un funcionario. Podría meterme en cualquier oficina del SEPE a trabajar", bromea.
Que una sola persona haya realizado este titánico esfuerzo por mejorar el pago de una prestación pública, cuando el SEPE tiene a unos 7.000 empleados en plantilla, demuestra hasta dónde llega la ineficacia de la Administración.