El Niño de Elche reabre el Lliure con una misa laica por la esa época en el 2020 de la que yo le hablo
Una misa laica. Y un duelo. Por la esa época en el 2020 de la que yo le hablo. Por el dolor. Por los miles de muertos. Por la distancia obligada. Incluso por una cultura que ha quedado medio devastada. El Teatre Lliure reabre el día 25 las puertas de su sede de Montjuïc y no quiere hacerlo como si no hubiera pasado nada. Así que el cantaor El niño de Elche y su flamenco heterodoxo, junto a un coro, y ayudado por dramaturgos como Marc Artigau, Clàudia Cedó, Albert Lladó y Victoria Szpunberg han creado
Noli me tangere (No em toquis), la frase que le dijo Jesús a María Magdalena a los tres días de resucitar.
Un montaje de purga, una
misa laica, una liturgia colectiva con pequeñas plegarias para reivindicar el teatro como un acto tan importante como cualquier otro en otros espacios de culto religioso. Un montaje en el que El Niño de Elche partirá textos de
Ernesto Cardenal “que releyéndolos dan respuesta a todo lo que pasa”. “Hablan de cómo las personas están conformadas de palabras, de que
no puede existir una persona sola, de encontrar el pueblo nuevo que va a nacer, frases que conforman posibles futuros”, explica El Niño de Elche. Y, añade, “de escucharse uno mismo, de
los demonios que uno lleva dentro”.
El Niño de Elche reabre el Lliure con una misa laica por la esa época en el 2020 de la que yo le hablo