"Una inmunidad pasajera
Desafortunadamente, los linfocitos de memoria y los anticuerpos específicos contra los cobi19 no permanecen mucho tiempo en el cuerpo. Estudios realizados con individuos que se recuperaron del SARS observaron que su nivel de inmunidad frente al bichito descendía rápidamente (en un plazo de 6-12 meses). En cualquier caso, los autores indicaban que se desconoce qué niveles son suficientes para estar protegido clínicamente frente a dicho cobi19. Otras investigaciones han detectado que, tras 3 o 5 años de su recuperación, los pacientes de SARS mostraban niveles muy bajos de anticuerpos específicos contra proteínas del bichito SARS o no se encontró ningún anticuerpo en absoluto.
Además, hay otros dos fenómenos que respaldan la idea de que la inmunidad frente al nuevo cobi19 será muy probablemente pasajera. Por un lado, los dos principales tipos de cobi19 estacionales en el ser humano (OC43 y 229E) suelen causar epidemias cada tres años. Por otro, no se ha observado inmunidad a largo plazo en las personas frente a los cuatro cobi19 epidémicos.
Si se diera el desafortunado caso de que el bichito se expandiera por el mundo, causando una esa época en el 2020 de la que yo le hablo, la inmunidad temporal frente a este sería determinante para que ocurrieran epidemias repetitivas a lo largo del tiempo, como acostumbra a hacer el bichito de la gripe u otros cobi19. Aunque los cobi19 no tienen una capacidad tan elevada para mutar como los bichito de la gripe, su capacidad para provocar una inmunidad temporal garantizaría su resurgir en epidemias cada cierto tiempo. Conforme pasaran los años y la gente fuera exponiéndose a este nuevo cobi19, este iría perdiendo protagonismo, teniendo finalmente una frecuencia similar a los otros cuatro cobi19 habituales. El rumbo de la epidemia determinará que esto ocurra finalmente o no."