Ah, sí.
Lo de que los niños estén con las tablets y los videojuegos 10 horas al día sin relacionarse con su familia, lo de que se acuesten a las 3 de la mañana porque se quedan viendo programas donde se enseña la técnica del zorreo con todo detalle, lo de que admiren más a sus youtubers que a sus padres, lo de que hagan lo que quieran con su móvil y sus padres nunca lo controlen, no tiene nada que ver.
La culpa SIEMPRE es de los profesores. Y eso es común tanto a gente con pensamiento tradicional como a la más pura gente de la izquierda: los tradicionales conservadores hablan de que a los profesores les faltan bemoles y las feministas hablan de poner asignaturas obligatorias de feminismo y cursos de formación obligatoria en feminismo.
La cosa es dejar de mirar a la FAMILIA como núcleo de la sociedad, la que realmente educa a sus hijos. Eso no. Jamás. Pudiendo echar las culpas a los profesores y así los padres ya pueden dormir tranquilos y explicarse por qué les llaman 20 veces del instituto porque su hijo tiene un comportamiento de lo peor: porque los profes no le echan bemoles con su hijo. Claro, los que les faltan a los padres, habría que decir.