Yo acabo de comprar por wallapop la máscara antigas que vende un gracioso "para el cobi19 de Wuhan" y no quería porque me parecía cara, por 20 euros. Tendré que buscar recambios de los filtros adicionales, pero me siento mejor.
Hoy que me ha tocado ir a la compra he aprovechado para llenar el carrito (no tengo coche) de alimentos duraderos como pasta, arroz, conservas, latas de atún y de fruta, sal con yodo y otras cosas y cosas útiles por si son necesarias, como bolsas de sarama y film transparente, y estropajos. Si es necesario, con eso y cinta me hago un traje protector.
Mi mujer que no me hace mucho caso y prefiere pensar que no pasará nada, me ha mirado raro cuando ha visto la garrafa de lejía. Es para desinfectar, si la echas concentrada mata los bichito, he comprado la marca más barata y con mayor concentración de hipoclorito de sodio.
Mañana en cuanto vuelva del trabajo voy a la ferretería a por más máscarillas desechables. Un par de docenas por lo menos, para mi mujer, mi hija.
Mi hermano menor que nunca me hacía ni puñetero caso escarmentó con la quiebra de los bancos y ahora se ha vuelto mad maxista. Entre otros muchos frikismos es un entusiasta de las pelis y novelas de zombis y gracias a ello ha asimilado antes que yo la cosa que se nos viene encima. Ya hemos acordado el plan B de irnos a refugiar en el adobado para pasar la cuarentena.
He compartido mis temores con mi mejor y único amigo, no tenía por qué, no está casado ni tiene hijos, pasa de los cuarenta, si no va a pasar nada para qué asustarle, pensé, y si pasa, no es responsable de nadie, pero lo mismo pasa con mi hermano, y si llega la epidemia no quiero que mueran o enferman si pueden salvarse tomando algunas precauciones.
A riesgo de quedar como un flipado, he pensado que mi deber era avisarle, por lo que pueda pasar.
Como mi hermano, me ha sorprendido la facilidad con que ha comprendido la amenaza. Al menos le servirá de algo una casa que tienen en el pueblo y que no consiguen vender. Es más seguro refugiarse allí que estar encerrado en un bloque en caso de cuarentena.
El problema es que la gente no puede soportar la verdad. Es tan pavorosa que la reacción normal es pensar que exageramos, que no va a pasar nada. Llevo años viviendo con el espectro de la guerra, y nadie quiere pensar en ella porque es inconcebible. Jamás pensé que tendríamos que preocuparnos por el cuarto jinete del apocalipsis y no por el segundo. Por eso no he insistido con mi mujer, no tiene sentido asustarla, y lo que haya que hacer para protegerla a ella y a mi hija lo haré yo solo discretamente.
Al menos yo hasta tengo un plan C, si la epidemia llega a Europa y es peligrosa para los blancos, tengo la esperanza de que Rusia enviará aviones para rescatar a sus ciudadanos en España y con suerte me dejan subir a mí. Y creo que en Rusia estarán mejor preparados para afrontar esto.
Me da pena mi amigo el medio español-medio ruso, tiene dos niños pequeños y a pesar de ser un tipo inteligente, se sigue tomando esto del bichito en plan de cachondeo.Y no quiere escucharme. Menos mal que tiene pasaporte ruso y que igual también puede irse a Rusia o a Bielorrusia (de donde es su mujer).
Ruego a Dios que la semana que viene, o mañana mismo, se confirme que no corremos peligro y pueda decir con alivio que haya tirado 50 euros en máscaras para nada, pero voy a aprovisionarme de alimentos y materiales de protección a lo largo de esta semana. Guantes he pensado mejor que sean de los de fregar los platos que los de latex desechables. Un cubo con asa y una cuerda por si hay que recurrir a ese sistema para subir comida por el balcón. El cubo lo necesitaré para desinfección de todas formas. Para limpiarse, habrá que ducharse con lejía en el rellano de la escalera antes de entrar en casa. Quizá sea mejor hacerlo con una botella de spray de los de limpieza.
Todavía hay tiempo para aprovisionarse antes de que empiece el pánico y la acaparación de alimentos. Envidio a los madmaxistas que ya están preparados. Gracias por vuestro ejemplo inspirador.
Lo digo públicamente: tengo miedo. No a la fin, ya tengo asumido desde hace muchos años que vivo de prestado. Pero me angustio por mi niña y mi mujer.
Si al final nos libramos por la causa que sea, prefiero el ridículo de quedar como un flipado paranoico y haber tirado el dinero en las máscaras que lamentarme por no haberme preparado a tiempo. A los indecisos, que vayan acumulando comida y suministros para resistir cuarenta días. Salvo las máscaras todo lo demás lo acabarás usando.