Una cosa es reprobar y condenar las horrendas actitudes de algunos hombres hacia algunas mujeres, sean faltas, delitos, etc; y otra es la absurda y muy dañina idea de que los hombres ya de por sí son potencialmente... lo que sea malo que se nos atribuya y que se legisle de una forma como si fuera un "por si acaso lo hace", y a cada paso que se da, se nos vulnera cada vez más. Da entre vergüenza ajena y terror todo lo que está sucediendo:
- Se considera desde ciertos sectores que formar una familia (casarse y tener hijos), es algo anticuado y que somete a la mujer.
- La caballerosidad y el romanticismo (bien entendidos, sin pedantería) se considera machista y también antiguo.
- La figura paternal está menospreciada y ya casi no hay respeto hacia ella.
- Se fomentan las familias monoparentales (especialmente progenitora-hijos) con la nefasta consecuencia para los hijos, sobre todo los varones que están sin referencia masculina (abstenerse hipócritas que consideren que eso no es importante).
- Diversas leyes de "género" disfrazadas de "igualdad". Con multitud de divorcios traumáticos y familias destrozadas.
- A los hombres cada vez más se les excluye y/o dificulta en puestos de responsabilidad y en los ámbitos funcionariales (oposiciones, etc). En educación casi no hay referencias masculinas.
- Los trabajos en el sector privado cada vez más precarios y mucha dificultad para ejercer de autónomos (aunque afecte a ambos sexos, no deja ser realidad que a los hombres nos afecta psicológicamente más este hecho).
- Los problemas del varón importan entre cero y nada: suicidios (y lo que los motivan para evitarlos en la medida de lo posible), los "sin techo" (80%), si sufren maltrato en el ámbito doméstico o si sufren violaciones son más estigmatizados aún, en vez de brindarles ayuda emocional y económica (sustento al menos), fracaso escolar (derivado quizás también por la falta de empatía hacia el varón).
- A muchas mujeres se les está inculcando repruebo y temor hacia los hombres desquiciándolas y volviéndolas histéricas, siempre a la defensiva. Por ejemplo, estas noticias son monstruosas:
Una progenitora mata a sus tres hijos por miedo a que cuando crecieran pudieran maltratar a las mujeres
Ana María, la mujer que mató a su hijo de 7 años, aseguraba que el niño “era para ella o no era para nadie”
- En las escuelas se estigmatizan las conductas masculinas en ocasiones, y sólo se trata con más ahínco el acoso escolar en niñas (cuando es de niño a niña y no al revés, por ejemplo, cuando debería ser ecuánime).
Para considerar a la mujer no es necesario ningún tipo de abuso hacia el hombre, ni llevarlo a la práctica con tanto cinismo y de forma burlesca. Por desgracia, parece que muchos hombres ven bien esto (es lo que parece en bastantes de ellos) o lo ignoran (o se hacen los ignorantes para no quedar mal). O nos dicen que se exagera con lo anteriormente dicho porque no lo consideran importante (no lo veo así). Desde luego, nos debemos reprobar mucho entre nosotros y con una envidia atroz para dejarnos tratar tan mal, incluso que algunos "disfruten" del mal ajeno. Aunque lo haya centrado en el varón, la realidad es que todo esto nos perjudica a cada uno de nosotros, tanto da igual el sesso, la edad, el origen o la cultura. No somos más felices que hace medio siglo (más bien al contrario), a pesar de los "avances", o como gustan decir por televisión "el progreso".
- Se considera desde ciertos sectores que formar una familia (casarse y tener hijos), es algo anticuado y que somete a la mujer.
- La caballerosidad y el romanticismo (bien entendidos, sin pedantería) se considera machista y también antiguo.
- La figura paternal está menospreciada y ya casi no hay respeto hacia ella.
- Se fomentan las familias monoparentales (especialmente progenitora-hijos) con la nefasta consecuencia para los hijos, sobre todo los varones que están sin referencia masculina (abstenerse hipócritas que consideren que eso no es importante).
- Diversas leyes de "género" disfrazadas de "igualdad". Con multitud de divorcios traumáticos y familias destrozadas.
- A los hombres cada vez más se les excluye y/o dificulta en puestos de responsabilidad y en los ámbitos funcionariales (oposiciones, etc). En educación casi no hay referencias masculinas.
- Los trabajos en el sector privado cada vez más precarios y mucha dificultad para ejercer de autónomos (aunque afecte a ambos sexos, no deja ser realidad que a los hombres nos afecta psicológicamente más este hecho).
- Los problemas del varón importan entre cero y nada: suicidios (y lo que los motivan para evitarlos en la medida de lo posible), los "sin techo" (80%), si sufren maltrato en el ámbito doméstico o si sufren violaciones son más estigmatizados aún, en vez de brindarles ayuda emocional y económica (sustento al menos), fracaso escolar (derivado quizás también por la falta de empatía hacia el varón).
- A muchas mujeres se les está inculcando repruebo y temor hacia los hombres desquiciándolas y volviéndolas histéricas, siempre a la defensiva. Por ejemplo, estas noticias son monstruosas:
Una progenitora mata a sus tres hijos por miedo a que cuando crecieran pudieran maltratar a las mujeres
Ana María, la mujer que mató a su hijo de 7 años, aseguraba que el niño “era para ella o no era para nadie”
- En las escuelas se estigmatizan las conductas masculinas en ocasiones, y sólo se trata con más ahínco el acoso escolar en niñas (cuando es de niño a niña y no al revés, por ejemplo, cuando debería ser ecuánime).
Para considerar a la mujer no es necesario ningún tipo de abuso hacia el hombre, ni llevarlo a la práctica con tanto cinismo y de forma burlesca. Por desgracia, parece que muchos hombres ven bien esto (es lo que parece en bastantes de ellos) o lo ignoran (o se hacen los ignorantes para no quedar mal). O nos dicen que se exagera con lo anteriormente dicho porque no lo consideran importante (no lo veo así). Desde luego, nos debemos reprobar mucho entre nosotros y con una envidia atroz para dejarnos tratar tan mal, incluso que algunos "disfruten" del mal ajeno. Aunque lo haya centrado en el varón, la realidad es que todo esto nos perjudica a cada uno de nosotros, tanto da igual el sesso, la edad, el origen o la cultura. No somos más felices que hace medio siglo (más bien al contrario), a pesar de los "avances", o como gustan decir por televisión "el progreso".
Última edición: