Nace la Comundidad Hispanista en Argentina (si nosotros tiramos el testigo... evidentemente otros lo levantarán).

pero cómo que nosotros, la catolicidad de la Hispanidad es algo intrínseco a su conformación, no es una imposición nuestra sino de la Historia.

es algo incontestable, por tanto es lógico que quienes rechazáis tal cosa rehuséis sumaros a esa idea y busquéis "otra cosa".

pero no, no es imposición nuestra, es algo consustancial.

el problema es que hay mucho infiltrado en la Iglesia Católica sobretodo en las altas esferas y la Iglesia se ha metido de lleno en la agenda globalista y eso que choca de lleno con sus dogmas como el tema del aborto.

Desde que se implantó el aborto como política de "derechos reproductivos de la mujer" mas de 1400 millones de personas han sido asesinadas antes de ni siquiera nacer

Lo que veo es que las elites de los países privilegiados quieren mantener su estatus y para ello les da igual todo pretenden que los países pobres sigan siendo pobres y manden a sus gentes para trabajar para esas élites en los países privilegiados antes que el resto de países prosperen. Para ello utilizan el tema del ecologismo y cambio climático.

Fíjate que cuando hispanoamérica empezaba a levantar cabeza de pronto han surgido todas estas cosas, Perú, Chile y Ecuador por ejemplo han crecido mucho en la últimas décadas
 
pero cómo que nosotros, la catolicidad de la Hispanidad es algo intrínseco a su conformación, no es una imposición nuestra sino de la Historia.

es algo incontestable, por tanto es lógico que quienes rechazáis tal cosa rehuséis sumaros a esa idea y busquéis "otra cosa".

pero no, no es imposición nuestra, es algo consustancial.
España existe desde antes del cristianismo, aunque usted no se lo crea. Y el cristianismo fue algo nuevo en algún momento. Y que si España hubiera sido fiel a la religión del amorizada (la otra religión del desierto), sus argumentos sobre la religión serían exactamente los mismos, pero desde el punto de vista de la religión del amor. España son, principalmente, los españoles. Ni la religión ni la cultura ni las ideas. La sangre. Sin españoles, en primer lugar, ni hay ideas ni hay religión ni hay idiosincrasia hispana ni hay Cristo que lo fundó.

Que nos haya definido durante unos siglos no implica que lo tenga que seguir haciendo en el futuro ni que tenga que ser una de las puntas de lanza. Si no pueden dejar este asunto de lado y colaborar con los demás en los puntos comunes, no van a construir nada. Tampoco pensaban los egipcios que su religión milenaria desaparecería y luego fueron cristianos y después fiel a la religión del amores. Y, por el camino, perdieron su identidad.
 
El forero Bernaldo sí cree que la comunión plena con el Papa es una condición ineludible para ser hispanista, a día de hoy año 2019.

eso no es así, yo digo que hay un principio de autoridad y legitimidad papal cuya negación no es compatible con la unidad de la verdadera Iglesia.

tradicionalmente, aspectos no dogmáticos sobre los que no se estaba de acuerdo no se solían sublimar, pero hete aquí que de repente gente que acostumbraba a no hacerlo de repente sienten una necesidad de expresar sus discrepancias en uno de los momentos más oportunos que se recuerdan en mucho tiempo.

a demasiada gente se le está yendo la pelota, curiosamente en tiempos de dispersión internetera dándole pábulo a una minoría de obispos y cardenales que no llega ni a la proporción 1/12 que representó en su día la traición de Judas a Nuestro Señor... pero resulta que en estas circunstancias hasta el último mono se considera una autoridad para enmendarle la plana al papa y a la gran mayoría del plantel de obispos y cardenales.

y ahí es donde no trago, o mejor dicho, prefiero obviar cuestiones secundarias en las que como cualquier persona no estoy del todo conforme con formas o dichos de Francisco, que por otra parte no difieren gran cosa de las que han dicho otros papas previamente.
 
  • Zanx
Reacciones: BGA
discutamos sobre esa acusación que le haces al Papa de querer hacerle pagar a España qué culpas.

y discutamos sobre palabras reales--> pasa un vídeo con un discurso completo o un texto original suyo completo.

una de las manipulaciones más recurrentes suele ser el extracto de su discurso en Bolivia, si quieres empezamos por ahí

No he escuchado manifestaciones explícitas sobre España, pero es que no me hace falta. Su defensa de la africanización y su justificación basada en recordar el pasado colonial de Europa es suficiente para ver que este Papa es un populista. Coincide aquí con el populismo del PP y de PSOE/Podemos, los dos partidos antihispánicos.
 
claro, no te hacen falta... para qué ir a las fuentes, tú ya tienes el diagnóstico hecho con lo que otros te cuecen a partir de sus declaraciones.

bien, macho, bieeeeennn... y asín es como estamos.

No he escuchado manifestaciones explícitas sobre España, pero es que no me hace falta. Su defensa de la africanización y su justificación basada en recordar el pasado colonial de Europa es suficiente para ver que este Papa es un populista. Coincide aquí con el populismo del PP y de PSOE/Podemos, los dos partidos antihispánicos.
 
  • Zanx
Reacciones: BGA
España existe desde antes del cristianismo, aunque usted no se lo crea. Y el cristianismo fue algo nuevo en algún momento. Y que si España hubiera sido fiel a la religión del amorizada (la otra religión del desierto), sus argumentos sobre la religión serían exactamente los mismos, pero desde el punto de vista de la religión del amor. España son, principalmente, los españoles. Ni la religión ni la cultura ni las ideas. La sangre. Sin españoles, en primer lugar, ni hay ideas ni hay religión ni hay idiosincrasia hispana ni hay Cristo que lo fundó.

Que nos haya definido durante unos siglos no implica que lo tenga que seguir haciendo en el futuro ni que tenga que ser una de las puntas de lanza. Si no pueden dejar este asunto de lado y colaborar con los demás en los puntos comunes, no van a construir nada. Tampoco pensaban los egipcios que su religión milenaria desaparecería y luego fueron cristianos y después fiel a la religión del amores. Y, por el camino, perdieron su identidad.

El tema es que el sustrato no lo es todo, también está el superestrato. Al-Ándalus era genéticamente española pero dependía espiritualmente del mundo de la religión del amor, era parte de esa civilización. Las tribus celtíberas también eran genéticamente españolas pero no constituían civilización alguna. Si España vuelve a explotar en taifas, seguiremos siendo genéticamente españoles pero dependientes del imperio bárbaro francocarolingio llamado UE.

España es la sangre de los hispanos (por cierto, primera nación étnica del mundo con 500 millones, también mestizos, tras los chinos Han) pero también y sobre todo, el Imperio español, constituido culturalmente según unas determinadas geometrías y no otras (no se sacrificaba gente, no se promovía la esclavitud, se respetaba la libertad individual, el principio de caridad...) que son también algo muy material, no sólo existe la materia biológica.

Y precisamente esas geometrías de materia cultural son las que defienden la materia biológica, el cañón y la jovenlandesal defienden la carne del soldado. Destrozado el imperio, pasamos al genocidio o incluso el suicidio (100 mil abortos al año).

Ahora, podemos hacer ejercicios de imaginería indigenista proyectando España hasta el primer rey de Tartessos (de ahí mi propio apodo), como hacen los mexicanos con sus aztecas, pero esto es arte inspiracional o proyectivo, más que estudio histórico de rigor.
 
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España existe desde antes del cristianismo, aunque usted no se lo crea. Y el cristianismo fue algo nuevo en algún momento. Y que si España hubiera sido fiel a la religión del amorizada (la otra religión del desierto), sus argumentos sobre la religión serían exactamente los mismos, pero desde el punto de vista de la religión del amor. España son, principalmente, los españoles. Ni la religión ni la cultura ni las ideas. La sangre. Sin españoles, en primer lugar, ni hay ideas ni hay religión ni hay idiosincrasia hispana ni hay Cristo que lo fundó.

Que nos haya definido durante unos siglos no implica que lo tenga que seguir haciendo en el futuro ni que tenga que ser una de las puntas de lanza. Si no pueden dejar este asunto de lado y colaborar con los demás en los puntos comunes, no van a construir nada. Tampoco pensaban los egipcios que su religión milenaria desaparecería y luego fueron cristianos y después fiel a la religión del amores. Y, por el camino, perdieron su identidad.

El cristianismo hizo a España imperio te guste o no fue lo que volvió a unir a los reinos de las Españas tras la oleada turística fiel a la religión del amora. Justo después de terminar con esa oleada turística España vivió su periodo de mas esplendor y dominó durante aproximadamente 3 siglos hasta la oleada turística napoleónica, fue precisamente el separarse de los valores católicos lo que ha hundido a España otra vez en el pozo y volverá a resurgir con la vuelta de los valores cristianos
 
El cristianismo hizo a España imperio te guste o no fue lo que volvió a unir a los reinos de las Españas tras la oleada turística fiel a la religión del amora. Justo después de terminar con esa oleada turística España vivió su periodo de mas esplendor y dominó durante aproximadamente 3 siglos hasta la oleada turística napoleónica, fue precisamente el separarse de los valores católicos lo que ha hundido a España otra vez en el pozo y volverá a resurgir con la vuelta de los valores cristianos
No fue el cristianismo. Fueron una serie de circunstancias entre las cuales el cristianismo desempeñó un papel, pero no el papel. No se confunda.

Lo que hundió a España fue el mal gobierno y el ser cortos de miras, no la pérdida de los valores católicos.
 
eso no es así, yo digo que hay un principio de autoridad y legitimidad papal cuya negación no es compatible con la unidad de la verdadera Iglesia.

tradicionalmente, aspectos no dogmáticos sobre los que no se estaba de acuerdo no se solían sublimar, pero hete aquí que de repente gente que acostumbraba a no hacerlo de repente sienten una necesidad de expresar sus discrepancias en uno de los momentos más oportunos que se recuerdan en mucho tiempo.

a demasiada gente se le está yendo la pelota, curiosamente en tiempos de dispersión internetera dándole pábulo a una minoría de obispos y cardenales que no llega ni a la proporción 1/12 que representó en su día la traición de Judas a Nuestro Señor... pero resulta que en estas circunstancias hasta el último mono se considera una autoridad para enmendarle la plana al papa y a la gran mayoría del plantel de obispos y cardenales.

y ahí es donde no trago, o mejor dicho, prefiero obviar cuestiones secundarias en las que como cualquier persona no estoy del todo conforme con formas o dichos de Francisco, que por otra parte no difieren gran cosa de las que han dicho otros papas previamente.

Comprendo que el "cierre de filas" ocurre cuando se detecta la debilidad del proyecto bajo múltiples ataques, son procesos similares al de un ejército en las últimas. Señalar que precisamente una reconstitución hispánica, que no puede ser anticatólica de ningún modo, permitiría cierta pérdida de rigidez y por tanto, también la frescura y viveza del proyecto romano una vez se cimente el hispano. Ahora, entender esto es casi encaje de bolillos mental y normal que unos lo vean como guerra intestina o un nuevo ataque, y otros lo vean como una identidad inadmisible entre Hispanidad y Catolicidad.

Es lo mismo que hablábamos de las formas jurídicas, que en el Antiguo Régimen eran más volubles (críticas en su evolución), siendo ahora sin embargo un auténtico peligro ponernos a tocar la Constitución, antes sabíamos crear estructuras y ahora estamos colgados y dependientes de ellas.
 
No fue el cristianismo. Fueron una serie de circunstancias entre las cuales el cristianismo desempeñó un papel, pero no el papel. No se confunda.

Lo que hundió a España fue el mal gobierno y el ser cortos de miras, no la pérdida de los valores católicos.

es que todo va junto. El Buen Gobierno era la teoría política del hispanismo, que se nutre de estoicismo católico. Política y jovenlandesal son realidades codeterminadas, las malas decisiones tanto como el debilitamiento jovenlandesal fueron causas de la caida. Tu intento de reducir la realidad hispánica a su componente puramente biológico o productivista es tan idealista como el fundamentalismo teológico de Bernaldo.
 
No fue el cristianismo. Fueron una serie de circunstancias entre las cuales el cristianismo desempeñó un papel, pero no el papel. No se confunda.

Lo que hundió a España fue el mal gobierno y el ser cortos de miras, no la pérdida de los valores católicos.

Lo que echó a perder a España fue la perdida de los valores cristianos en favor de la usura y el mercantilismo puro y duro sin mirar nada mas. Por esa razón se pudieron crear las elites corruptas que acabaron con el Imperio a sueldo de Londres fue esa avaricia y usura la que acabó con todo. Ahora las elites usureras catalanas pretenden seguir con la historia
 
Comprendo que el "cierre de filas" ocurre cuando se detecta la debilidad del proyecto bajo múltiples ataques, son procesos similares al de un ejército en las últimas. Señalar que precisamente una reconstitución hispánica, que no puede ser anticatólica de ningún modo, permitiría cierta pérdida de rigidez y por tanto, también la frescura y viveza del proyecto romano una vez se cimente el hispano. Ahora, entender esto es casi encaje de bolillos mental y normal que unos lo vean como guerra intestina o un nuevo ataque, y otros lo vean como una identidad inadmisible entre Hispanidad y Catolicidad.

Es lo mismo que hablábamos de las formas jurídicas, que en el Antiguo Régimen eran más volubles (críticas en su evolución), siendo ahora sin embargo un auténtico peligro ponernos a tocar la Constitución, antes sabíamos crear estructuras y ahora estamos colgados y dependientes de ellas.

Lo importante cuando hay este tipo de confusiones es depurar términos. Si alguien rechaza el Catolicismo y considera el sucedáneo racial, chico, yo me veo poco capaz de conseguir sacar a alguien de tal error, pero sí al menos demando que no se trate de confundir. LLámenlo identitarismo ibérico o qué se yo. Pero decir, bueno vamos a poner un mínimo quitando algo fundamental y seguir llamándole Hispanidad, pues mal...

Guerrilla comentó en un mensaje, en una analogía de lo sucedido con los blancos en algunos países jovenlandeses, que le parecería bien traer a los "españoles" bolivianos, blancos criollos, a España y cambiarlos por los cholitos. Dicho de otro modo, que desde su concepción racial, le parecería bien que los españoles se retiren tras varios siglos de países como Bolivia.

Eso es una concepción étnica de la cuestión hispánica en completa coherencia con el rechazo de la naturaleza católica del hispanismo.

A mi juicio, destructiva, como ya hemos planteado en muchas ocasiones. Garantía de autodestrucción.

PD: se me olvidó comentarlo, si precisamente "lo nuevo" es andar entre católicos criticando públicamente con este nivel de escarnio al papa.
 
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Lo que echó a perder a España fue la perdida de los valores cristianos en favor de la usura y el mercantilismo puro y duro sin mirar nada mas. Por esa razón se pudieron crear las elites corruptas que acabaron con el Imperio a sueldo de Londres fue esa avaricia y usura la que acabó con todo. Ahora las elites usureras catalanas pretenden seguir con la historia

de hecho, se nos derrumbó el imperio justo en el momento álgido de ebullición dineraria tras las racionalísimas reformas borbónicas, tanto a un lado como al otro del atlántico ya había entrado el diablo por el bolsillo... todos quisieron más, lo que hábilmente aprovecharon otras potencias que sí se habían hecho "profesionales" del mercantilismo puro y duro, pero ojo, de un mercantilismo muy "sui generis".... libertad de comercio sí, como comentan Pablo Victoria y Patricio Lons, pero de comerciar "con ellos".
 
Asi es. La imagen de España y del Español ya sufrio una degradación en la imagineria con ese nauseabundo cine de las españoladas, dibujando una especie de burdelaje de basosos e histericos, esto es lo que pasa cuando se le deja a los masones los medios de difusion que ya el mismo Franco dejó. Si se hubiera trabajado otra imagen mucho mas positiva el separatismo hubiera sido mas dificil de prender, es mas facil vender separatismo contra un cuñao bocachancla que contra el Cid. Fijate por contra como Rusia ha sabido cultivar una imagen de Mecenazgo universal que los incautos desean que les gobierne cuando en realidad es un infecto paraje de maldad con las estadisticas en la mano.

Pero la hegemonia cultural es un juego de suma 0, y si tu quieres tener, otro la ha de perder, y el enemigo a batir es como digo la izquierda, el satanismo masonico, y el separratismo, y en esto tenemos otros compañeros de viaje con los que ya nos apañaremos, ya los meteremos en el purgatorio, porque no me parece a mi que Gothaus, Guerrilla y demas esten por afear que se rinda honores a los heroes de la gran patria y hacerle el caldo rellenito a la antiEspaña y que la politica este tomada por CRIMINALES. Curiosamente VOX, operativamente, recoge esas fuerzas vivas y conciencias que siendo cada uno de una casa, Sí acercan el horizonte en el que la antiEspaña sa erradicada.

En esas estamos. Divulgación y guerra cultural.

A la par también conviene dibujar escenarios e imaginería para ir implantando en el subconsciente una realidad-horizonte que no es descabellada sino planteable. Muchas cuestiones nunca se acaban concretando en objetivos, sino que quedan en declaraciones más o menos vagas.

Siempre pongo el ejemplo de Sorolla, que pintó la España de sol y playa décadas antes del turismo de masas. Masas que finalmente siguieron esos cantos de sirena cuando alguna campaña de comunicación finalmente utilizó esas imágenes, y al final se encarnó como algo muy real.
 
Añado aquí otra idea necesaria. El Estado Continental Industrial (ECI) planteado por Alberto Methol Ferré. Recorto algunas cosas por el límite de caracteres. Si a alguien le interesa puede leerlo plenamente aquí.

El Estado Continental Industrial en la concepción geopolítica de Alberto Methol Ferré

Miguel Ángel Barrios, Sebastián Torres



Análisis

20/07/2017



Geopolítica es perspectiva global de la historia en la dinámica de los espacios.
No hay historia sino en los espacios.
No hay estado sin territorialidad.

Methol Ferré, 2009

Introducción

El concepto de Estado Continental Industrial (ECI) de Alberto Methol Ferré, uno de los pensadores latinoamericanos más originales del siglo XX, constituye un elemento central para abordar y repensar los principales desafíos económicos y sociales que enfrentan los países de nuestra región en la actualidad.

Methol Ferré planteaba como núcleo principal de su pensamiento que el siglo XXI estaría constituido por un “concierto” de Estados con una unidad geográfica de carácter industrial, y que por lo tanto, aquellas unidades políticas que no lograran sumar capacidades de carácter continental, no poseerían soberanía.

En ese aspecto, rescata la tradición política de unidad de la independencia hispanoamericana de San Martín, Bolívar y Artigas, y la originalidad de los movimientos nacionales populares. Tomando estas tradiciones como punto de partida, Methol Ferré crea la categoría de ECI, como único camino posible de desarrollo económico y social para América Latina.


El concepto de globalización

El siglo XXI está convocado a establecer un nuevo concierto de Estados Continentales Industriales Modernos, plural, para el gobierno de la globalización. ¿América Latina aunará energías como para poder participar en ese nuevo concierto de potencias? ¿Es posible?” (Methol Ferré, 2009: 100).

El núcleo básico de la concepción geopolítica de Methol Ferré, define a la globalización, no como un concepto economicista, sino como un proceso histórico multidimensional. La “actualidad” por la actualidad misma no existe, sino que es hija de un proceso histórico y de un diálogo permanente entre pasado y presente. Por lo tanto, en la actual etapa de la globalización, sólo tienen protagonismo aquellos Estados que suman capacidades de ECI.3

Ahora bien, ¿qué entiende Methol Ferré por globalización?

El primer movimiento globalizador se representa en el largo proceso de difusión de la presencia humana sobre el planeta que duró 250.000 años. Se trata de un fenómeno que se puede rastrear hasta los orígenes de la humanidad como el homo sapiens que desde África Oriental se desplaza, a pie hasta medio Oriente y luego hasta Europa y Asia, pasando por las islas de Indonesia hacia Australia; casi contemporáneamente una segunda corriente migratoria llega a Bering y desde allí a América. Es la primera globalización mundial hecha a pie, lentamente, en el arco de decenas de miles de años, que la memoria humana privada aun de la escritura no pudo registrar y fijar en el tiempo como crónica” (Methol Ferré, 2006: 37).

La escritura amplía en forma gigantesca la capacidad y la exactitud de la memoria; escritura y memoria son el secreto de la segunda globalización, esta si histórica y autoconsciente. Además no ya a pie, sino sobre el océano. Las naves –carabelas, galeones, bergantines- convirtieron a Europa en el centro del mundo. Si la primera globalización, la que se hizo a pie, terminó en el continente americano, la segunda globalización, la oceánica, comienza justamente con América. Existe globalización cuando un círculo se cierra y se vuelve imposible que exista otro” (Methol Ferré, 2006: 39).

Methol divide así a la globalización en dos grandes períodos: una “globalización de a pie” de miles de años que culmina en América, y una “globalización oceánica” como segunda globalización que empieza en América. En esta segunda globalización ubica el inicio de la política mundial, teniendo en cuenta que debido a las limitaciones de movilidad no existía una idea cabal de la globalidad. Con la escritura y la navegación, Europa se transforma en el centro de la política mundial.4

Las Etapas de la Globalización

Methol Ferré toma como referencia al geógrafo inglés Halford Mackinder y principalmente su conferencia de enero de 1904 denominada “El pivote geográfico de la historia”. En esa conferencia, Mackinder señala que el mundo se encontraba ante el fin de una época histórica de cuatro siglos, a la que llamaba la “época colombina”.

La era de la formación unificada de la globalización abierta por Castilla y Portugal cuando iniciaron la navegación de altura, oceánica, se terminó. Ahora se necesitaban otros caminos para la geografía, más intensivos e incluso de síntesis filosófica (digamos, hacerse geopolíticos, geoculturales, geoproductivos)… la geografía descriptiva ya no alcanzaba. La primera fase de la globalización, la era colombina, ha terminado” (Methol Ferré, 2009: 89).

Si bien la influencia de Mackinder es nítida, Methol va más allá que el autor inglés, y parte desde América Latina. Esta es una característica fundamental de todo el pensamiento de Methol y constituye su originalidad:

Desde el 900 el mundo es un solo sistema… De tal modo, lo que ante todo importa es determinar las fases principales del único sistema mundial en proceso, del que somos parte. Y donde no hay comprensión de sí mismo sin el horizonte de la situación específica del sistema mundial. Esta es la originalidad que inaugura el siglo XX, que puede hablar así de guerras mundiales.” (Methol Ferré, 2009: 90-91).

El autor constituye entonces su visión con los siguientes dos elementos:

  • Una definición de geopolítica multidisciplinaria, alejándose por completo de una geopolítica de perspectiva militarista (y vinculando a la geopolítica con la integración y el desarrollo industrial de los Estados).

  • El empleo de un concepto singular, el de “sistema”, pero como sistema mundial geopolítico, y no meramente como sistema desde la perspectiva de la sociología (Parsons), o de sistema-mundo (Wallerstein).
Basándose posteriormente en el libro de Hans Weiger “Geopolítica, Generales y Geógrafos”, conoce las grandes líneas del pensamiento de Federico Ratzel. Weiger señala en su libro que la revolución industrial cambiaría la política mundial:

El ferrocarril y la carretera, el telégrafo y el teléfono, se convirtieron para el pensamiento geográfico-político de las últimas décadas del siglo XIX en los instrumentos con que podía levantarse un sistema Estatal Orgánico de máximas dimensiones continentales” (Weiger, 1943: 115-117, citado por Methol Ferré, 2009: 84).

A partir de la lectura de Weiger, sumada a la política continentalista del Nuevo ABC de Perón, a la tradición del hispanoamericanismo de San Martin, Bolívar y Artigas, y al latinoamericanismo de Manuel Ugarte, Methol Ferré crea el concepto de ECI.

La categoría política de ECI, es entonces un concepto núcleo inventado y teorizado por Methol Ferré, más allá de que recurre para la sustentación teórica a otros autores como Federico Ratzel y a la perspectiva de Estado Nación Industrial de Ernest Gellner en su obra “Naciones y Nacionalismos”.

Methol Ferré entra a su máxima originalidad cuando nos dice que el siglo XX se abrió con el primer ECI Moderno, Estados Unidos. Afirma además que el siglo XX representó una situación híbrida representada por el enfrentamiento de dos ECI: Estados Unidos y la Unión Soviética:

Sin embargo, la idea de la nueva centralidad histórica del Estado Continental no ingresó en la ciencia política. Solo se hablaba vagamente de superpotencias, sin explicar los nuevos significados y los nuevos umbrales históricos que se alcanzaban irreversiblemente. La idea de la era de los Estados Continentales quedó arrumbada en los trastos viejos de la geopolítica alemana y los ensueños cartográficos de Haushofer. Los conflictos de democracia liberal vs. Marxismo, y de economía de mercado vs. planificación total, en vez de enmarcarse en los Estados continentales, borraban u oscurecían a los Estados Nación. En nuestros tiempos políticos sin la idea de los Estados Nación nada se entiende. Pero con la sola idea del Estado Nación tampoco nada se entiende. Hubo una idea que sirve para todo y que termina no sirviendo para nada” (Methol Ferré, 2009: 95).


Segunda Globalización y Estados Continentales

Para Methol Ferré, la bipolaridad escondía entonces el “orden” de fondo, constituido por la era de los Estados Continentales: “Sólo se hablaba vagamente de superpotencias, sin explicar los nuevos significados y los nuevos umbrales históricos que se alcanzaban irreversiblemente” (Methol Ferré, 2009: 95).

La implosión de la Unión Soviética no significó en este sentido el triunfo de los Estados Unidos sino el inicio de una nueva lógica mundial. En ese nuevo marco, el Mercosur y la Unasur constituían para Methol las instancias geopolíticas claves para que América del Sur se convirtiera en Estado Continental en la globalización, o para que quedara de lo contrario sin destino histórico.

Un ECI significa en definitiva el salto de un Estado Nación Industrial a las dimensiones geográficas continentales. En su última obra, presentada el mismo año de su fallecimiento (2009), Methol Ferré veía las nuevas condiciones geopolíticas de la globalización y definía clara y sencillamente los componentes de un ECI:

Un Estado con su burocracia organizadora que implica una gran herencia del derecho Romano, que incluye al ejército, símbolo mayor del monopolio de la violencia. Una industria, que desde la revolución maquinista inglesa implica de más en más la unidad de ciencia y tecnología con la misma industrialización. Cada vez más, desde el siglo XIX, no es posible ninguna sociedad industrial moderna sin un creciente dominio y difusión científico-tecnológico.

Lo industrial implica lo científico-tecnológico de modo crecientemente indisoluble. Una sociedad que no tenga el mayor despliegue científico-tecnológico será literalmente industrialista pero no industrial. Una alfabetización universal, lo que implica una lengua común, un idioma literario, sino total sí hegemónico. La cultura y la comunicación común que instauran una dinámica nacional igualitaria se objetivan en la alfabetización total, a la altura de la exigencia de la época. Este espacio homogeneizador se manifiesta en una cultura común nacional.


Estado (burocracia), Industria (ciencia-tecnología), Educación Común (alfabetización, cultura común, idioma común, nación, democratización). A estos tres elementos seria pertinente un cuarto: empresas que compiten en el mercado” (Methol Ferré, 2009: 67-68).

Adicionalmente, en su concepción filosófica de la historia, la humanidad culminaría en un solo Estado Mundial, es decir que el pasaje final sería hacia un solo Estado, que saldría del concierto y lucha de los Estados continentales. En este sentido, el Estado Nación Industrial como concepto geopolítico estaba agotado (como así también los Micro-Estados étnicos surgidos en Europa, en África, y los Estados agromineros exportadores latinoamericanos5).

El Estado Continental Industrial Suramericano como única condición de soberanía

Methol Ferré huía de los análisis a-históricos y abstractos. Entendía que América Latina tenía que materializarse a través de un Estado Continental Sudamericano (sin unidad sudamericana no habría una “América Latina”).

En la concepción geopolítica de Methol, el camino principal para llegar a la consolidación de la Nación Latinoamericana (de México a Tierra del Fuego), lo constituye la Unión Suramericana, es decir, el Estado Continental Suramericano, cuya base central es la unificación de Brasil con Argentina (y Venezuela en la actualidad).

El proceso de globalización contemporánea comienza con el descubrimiento luso castellano de América Latina en el camino hacia el extremo Oriente. En ese momento comienza también la relación entre la Europa Atlántica y el resto del mundo, como centro de periferia.

América Latina venía a ser la periferia trasatlántica más inmediata del viejo continente, una suerte de Hinterland que se estructuraba alrededor de los dos viejos virreinatos indios de México (con Capital en México en la ecúmene azteca, en América Central y en las Antillas), del Perú con capital en Lima en la ecúmene Inca, que se extendía sobre la mayor parte de América del Sur y de la gobernación del Brasil portugués. Este descubrimiento significó para América el momento en que comienza una relación mercantilista de monopolio con Europa”
(Methol Ferré, 2006: 41).

Para Methol, en el mundo previo a la llegada de los ibéricos (en lo que sería hoy América Latina) no existía unidad cultural y reconocía sólo a dos Estados tradicionales, agrarios, no industriales y teocráticos: Aztecas e Incas (los cuales no tenían vínculos entre sí).

América Latina nace con el mutuo descubrimiento y la nación se va conformando a través del mestizaje, de la lengua común, de la historia común y del catolicismo popular. Por supuesto una unidad en la diversidad, en la pluralidad, con matices, pero con grandes fecundidades.

Volviendo al análisis de los procesos históricos en nuestra región, la independencia americana con respecto de España significa para Methol la fragmentación de la gran posibilidad de una confederación continental (elemento no comprendido por Fernando VII).

Simultáneamente, el autor destaca varios aspectos esenciales desconocidos:

  1. El condado de Portugal es un desprendimiento del reino de Castilla, o sea Portugal viene del mismo origen hispánico de Castilla. Esto es muy importante en lo que hace a nuestro origen común con Brasil.

  1. Methol destaca la geopolítica de alianzas familiares monárquicas, a tal punto que entre 1580 y 1640 Portugal estuvo unida a España.

  1. La mayor experiencia de integración política, cultural, pedagógica, social y militar se vio en las misiones jesuíticas. Las misiones Jesuíticas fueron traídas a la región de la Cuenca del Plata en 1604 cuando las dos Coronas estaban unidas bajo un solo rey. Las aparentes coincidencias eran para Methol profundidades históricas culturales que había que retomarlas para darle un rumbo a la integración.6

Las guerras de la independencia y el fracaso del congreso de Panamá disgrega al continente en Estados aislados y separados entre sí. Un resultado que está bien lejos del que Bolívar buscara: unificar América Latina en una nación de repúblicas.

En síntesis, la independencia inaugura una fragmentación que depende de Inglaterra, el segundo poder global, sucesor del imperio hispano nacido de la unión entre Castilla y Portugal (1580 y 1640)”
(Methol Ferré, 2009: 107).

En América Latina luego de la independencia no nacen Estados-Nación industriales, sino simulacros de ellos con ese nombre, con sus respectivos gobiernos, constituciones, ejércitos, banderas, himnos, pero que en verdad reflejan un nuevo tipo de Estado al que denomina “Estado-Ciudad”.

De ahí la importancia de dar un salto cualitativo y cuantitativo desde los Estados-Ciudad a los Estados-Continentales, rescatando el interaccionismo latinoamericano de la generación del 900, y a la figuras de Ugarte, Rodó y del Barón del Rio Branco con su primer ABC.

Pero la integración solo tiene sentido en la medida en que sirva para sumar soberanía, y por lo tanto su base es cultural:

La integración de América Latina tiene una base cultural fuerte y un tejido conectivo económico muy débil. El Panamericanismo de Estados Unidos tiene una base económica fuerte pero carece de una realidad cultural unitaria”.

Existe un nexo en lo cultural entre cultura católica e integración. Las fuerzas reales que operan en el mundo se reagrupan y delimitan en los Estados y en sentido analógico, en las Iglesias. Este razonamiento se aplica también en la perspectiva integracionista: potencia del poder y entonces potencias de la Misión de la Iglesia de influir sobre el poder del mundo” (Methol Ferré, 2006: 121).

El ECI supone así también a la cultura como un elemento intangible movilizador. Y para Methol la religión es la dimensión más profunda de la cultura, y en particular, la religiosidad popular católica latinoamericana (que debería potenciar al Estado Continental sudamericano).

En definitiva, el único escenario deseable para no ser “coro de la historia”, es el de generar un Estado Continental que nos permita ser parte del concierto multipolar junto a los otros Estados Continentales. De ahí la importancia que Methol otorga a los procesos de integración latinoamericana, y en particular al Mercosur:

El Mercosur es el gran desencadenante de la nueva integración, que preside nuestra entrada en el siglo XXI. Eso no quiere decir que sea una entrada necesariamente serena, pues lo puede ser muy turbulenta. Sería lo más normal. El Mercosur inaugura propiamente la nueva historia Latinoamericana” (Methol Ferré, 2009: 122).

Los autores:

Sebastián Torres:
Post-Doc en Economía. PhD y Magister Desarrollo Económico. Rector IAEN Instituto de Altos Estudios Nacionales de Ecuador

Miguel Ángel Barrios: Doctor en Educación. Doctor en Ciencia Política (Argentina)

Bibliografía
Methol Ferré, Alberto (1971). El Uruguay como problema. Ediciones de la Banda Oriental. Montevideo.

Methol Ferré, Alberto (2006). La América Latina del Siglo XXI. Ensayo Edhasa. Buenos Aires.

Methol Ferré, Alberto (2009). Los Estados Continentales y el Mercosur. Ediciones Arturo Jauretche. Buenos Aires.

Weiger, Hans (1943). Geopolítica, General y Geógrafo. Fondo de Cultura Económica FCE. México.




El Estado Continental Industrial en la concepción geopolítica de Alberto Methol Ferré
 
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