Como ya te han dicho, lo primero es perder la grasa corporal de más. La alimentación es lo fundamental. No hay que liarse con regímenes ni prohibiciones. La mayoría de las veces, con comer más veces, lo mismo que comas, pero en la cantidad adecuada, sobra. El cuerpo es una calculadora. Eso sí, hay que sufrir un poquito al principio hasta que te acostumbres. Si consigues quemar más de lo que ingieras te puedes comer una ternera.
Si nunca has corrido antes, no lo hagas. Para correr hay que calentar primero, correr y después estirar bien. Además de zapatillas y ropa adecuada (poca aunque haga un frio del copón). Y con sobrepeso es un auténtico calvario. Es mejor empezar a andar: No cuesta esfuerzo y es divertido y entretenido (disfrutas de tus calles y parques y ves cosas que nunca te habias fijado). Los estiramientos posteriores son más cortos y sencillos. Una vez que estés habituado y las endorfinas hagan su labor, puedes empezar a corretear entre pasos y de ahí a correr. Después, el cuerpo se hace eficiente y llega un momento que, haciendo lo mismo, quemas mucho menos. Así que hay que incrementar (series, cuestas, etc.). Además, generalmente tenemos un espíritu competitivo que lleva a la burbuja (plaga) del running que vivimos ahora.
Ir al gym es lo mejor pero es una decisión muy radical y que ha de perdurar en el tiempo. Necesitas desplazarte, salir de tu hábitat natural y no vas a ver mejoría en un largo periodo de tiempo. Las agujetas y el riesgo de lesiones es alto (no te vas a partir una pierna, pero una pequeña tendinitis te da un ardor de estomago que no te aguantas). La mayoría de la gente acaba con una alta dosis de frustración y es más negativo que positivo.
Es más adecuado empezar en casa. Siempre hay botes de garbanzos y palos de escoba que te ayudan. Hacer flexiones, abdominales y sentadillas supone cero gasto y tiene la ventaja de que luchas contra tu propio peso corporal y nuestro propio cuerpo es la máquina más inteligente (esto es consumo responsable !!). Es estándar las rutinas de 3x10 (ó12) de cada ejercicio. Si no las aguantas, menos peso hasta que estés casi comodo. También, una vez que veas que te gusta y que eres capaz de asumir los esfuerzos, puedes ir al gym y seguir la siguiente fase. Ojo también a caer en el lado oscuro.
Y, como en todo, no sigas ningún consejo y cae en tus propios errores(cada uno somos hijos de nuestra madre y a todos no sirven las mismas soluciones) que es como mejor se aprende.