La separación de poderes no existe en ningún sitio. En España, de acuerdo, es escandalosamente obsceno. Aquí, el problema, es que la separación de poderes se instituyó como sinónimo de conjunción de intereses y, así, se dan casos tan estrámbóticos como que partidos de izquierdas apoyen a nacionalistas xenófobos o que se proclame la lucha de clases, pero para que tú pagues la hucha de clases, o lucha de clases, que más da, (hucha para sus hijos suyos, para que vayan al colegio alemán o al instituto francés con el dinero que te quitan a tí a través de los impuestos -fulastre, si me permites decirlo-).