Sobre si cumplirán las condenas, en caso de que las haya, o no, creo que la solicitud de fiscalía les hará pupa.
Normalmente, casi siempre de hecho, las Juntas de Tratamiento se resisten a soltar a la gente. Al final, son funcionarios y, si sueltan a uno pronto y vuelve a delinquir, se comen un marrón. Si se lo come un juez, se la rezuma al juez. Para eso es juez. Pero los funcionarios de las Juntas se lo toman con más calma. Ya explicó Vazquez Tain que son los juzgados quienes tienen que solicitar los tercer grados porque las Juntas los niegan casi por decreto.
En Cat, por eso mismo que son funcionarios, hacen lo que les manda la consejera y no les va a ocurrir nada. De ahí lo del Oriol. Eso sí, tiene que ratificar las decisiones el juzgado y seguramente vuelva a prisión.
Al solicitar el 36.2 deja las manos atadas al juez que tenga que dar el visto bueno al tercer grado. La Gene los soltará y el juzgado tendrá "objetivamente" que revocar la decisión. Y, si no lo hace, fiscalía seguirá recurriendo más arriba.
Al final, no estarán todo lo que tengan que estar pero, al menos, no les va a resultar tan sencillo.