No hay prácticamente ninguna posibilidad de perder un referéndum de "autodeterminación" de Cataluña. El problema no es ese. El problema es que si se hace una vez un referéndum, ya es posteriormente mucho más difícil negarse a hacerlo una segunda vez, y una tercera, así hasta que salga lo que los independentistas quieren que salga, momento en el cual se daría paso a la nueva y flamante República de Catalunya, y momento también en el que se acabaría el tan cacareado "derecho a decidir", porque desde luego no se le iba a volver a preguntar a la población si querrían volver a formar parte del "Estat espanyol".
Aquí lo que hay que hacer es una Ley de Claridad a la canadiense, de tal manera que los diferentes territorios que integran Cataluña pudieran decidir por separado si quieren independizarse o continuar formando parte de España. ¿Quién podría dudar de que eso es mucho más democrático que una referéndum global en Cataluña? Esa Ley de Claridad fue lo que desactivó definitivamente el secesionismo en aquel país, porque su situación territorial es similar a la nuestra: Una zona desarrollada (como Tabarnia) que no quiere independizarse, y una zona equivalente a Tractoria, que sí quiere independizarse, pero no al precio de tener que hacerlo sin su Tabarnia.