Voy a insistir en lo del plagio tal y como yo lo entiendo. El problema es demostrarlo. Por ejemplo, la frase "ayer llovió" puede estar plagiada, pero no es demostrable porque es una frase muy común. Pero un párrafo completo, o una línea algo larga, con lenguaje específico de una disciplina académica en un orden de palabras determinado, o incluso con cierta permutación, se sabe si es copia de otro o no por simple comparación directa.
Esto viene a cuento de lo del "porcentaje" de plagio que detecta el software automático ese, a partir del cuál se nos quiere hacer creer que hay "umbrales de plagio". Entiendo que el resultado del software es solo un indicio de que "ojo, puede haber plagio". Se asume que si el porcentaje detectado es bajo puede deberse a parecidos razonables que no son exactamente plagio, o que si lo son está suficientemente disimulado como para que, ante un tribunal de justicia, el plagiado no pueda demostrar plagio. Imagino que es simplemente un filtro práctico para facilitar el trabajo, si da muy poco, imagino que ya ni se investigará ese trabajo concreto para no perder el tiempo, sobre todo si tienes un máster con docenas de trabajos para evaluar. En general, en cuestiones de derechos de autor siempre es ese el problema, demostrar que cosas "muy parecidas" son plagio o no, tengo experiencia en el tema sobre todo en fotografía.
Eso sí, el plagio, por cantidad pequeña que sea, si se demuestra sin duda razonable, se haya llegado a la conclusión fueran como fueren los primeros indicios (software), es plagio y punto.
Y resulta que en el caso de todos estos pillos en cargos públicos que nos asolan, ni sospecha de plagio, ni software, ni palos. Hay PÁRRAFOS ENTEROS, LITERALES que se pueden leer, IDÉNTICOS, en sus "trabajos" y en una fuente externa no referenciada. Es totalmente blanco y en botella. No hay lugar a absolutamente ninguna duda. Un solo párrafo es plagio. Y estos, encima, como siempre se han creído impunes, además de ser muy mediocres e incapaces de concatenar dos frases seguidas, pues se ceban con el copy&paste sin más escrúpulos.
El caso no admite dudas. Son todos plagiarios, por tanto estafadores, y sus títulos se han obtenido mediante fraude y estafa y deberían ser revocados, por no decir que deben todos dimitir de todo cargo público, pero vamos, inmediatamente y sin ninguna duda. Y si les dejamos que sea de otra forma, los simples seremos nosotros.
