Acción correcta pero con un alto riesgo.
MANTENGA.
Ausente del mercado americano, Renault no está afectado directamente por el riesgo de nuevos aranceles a la importación de vehículos a EE.UU. Pero sí lo está indirectamente a través de su participación del 43% en Nissan. En 2017, el fabricante japonés realizó el 27,5% de sus ventas totales en EE.UU., de las cuales el 40% fueron coches importados. Las pérdidas de estas nuevas barreras arancelarias no serían menores para el fabricante francés, ya que Nissan aporta cerca de la mitad del beneficio de Renault antes de impuestos.
Por su parte, una posible fusión de Renault y Nissan sería bien recibida por la cotización, pero no nos parece inminente, por la presencia del Estado francés en el capital de Renault y el deseo de Nissan de mantener su independencia respecto a un socio más pequeño y menos rentable. Pese a todo, Renault es una empresa sólida, bien posicionada en el bajo de gama (Dacia) y el vehículo eléctrico (Zoé, Nissan Leaf), dos mercados en plena expansión. Y con su acuerdo con Nissan obtiene sinergias sustanciales. Rebajamos ligeramente nuestra previsión de beneficios, por la exposición de Nissan al mercado americano.