Esta tarde he estado de tertulia de sobremesa con mis padres. Hemos hablado de la educación de su época, los años 60, y la de hoy. Y si, hay diferencias, pero tampoco tantas como nos podríamos imaginar.
Hay un hecho base. Si escolarizas al 100% de la población, siempre te encontrarás con un porcentaje fijo y determinado de alumnos macarras, inadaptados, hiperactivos. La gran diferencia con los años 60, es que en esa epoca el tanto por ciento de escolarización era muy, pero muy inferior al actual. ¿Quiénes estudiaban en los años 60? Los hijos de los ricos y los sumamente inteligentes con becas y ayudas del Estado.
Es probable que si en los años 60 hubiese existido el mismo porcentaje de escolarización que hoy, en esa época hubieran existido los mismo problemas en las aulas que hoy. En aquella época, la lucha de los maestros era la de convencer al hijo de un agricultor o de un campesino de la España rural, para que escolarizase a sus hijos, e incluso luchar para que su hijo saliese del pueblo y se fuera a estudiar bachillerato a la capital de provincia. En los años 60, el macarra y el niñato malcriado, el "cani" o "jenny" de hoy, era el hijo de papá que estudiaba por obligación. Eso si, a ese tipo de crío, los maestros y sus padres solían molerlo a palos.
Es por eso, que cuando se habla sobre educación y se comparan unas épocas con otras, hay que saber de lo que se habla. Es obvio que el macarra y niñato pobre en los años 60 no iba a la escuela. ¡¡¡Luchaban para que los alumnos brillantes de las familias humildes estuviesen escolarizados y sacasen el bachillerato, como para intentar convencer a un zascandil de que tenía que seguir estudiando!!!
Lo dicho, no se pueden comparar unas épocas con otras. Lo que si es triste es que como tenemos que escolarizar y tener estabulados al 100% de la población escolar hasta los 16 años, degrademos la educación hasta un punto que puede considerarse inadmisible.
PD: Muchos de nuestros padres, que hoy pueden tener entre 60 y 70 años, no tienen el bachillerato, pero no lo tienen porque no fueran capaces de haberlo sacado en su momento o porque fueran simples, sino porque sus familias no les dieron la oportunidad de estudiar, por su origen humilde, porque hacian falta sus brazos en el campo o para completar el jornal del cabeza de familia. Así que cuando penséis en la educación de los años 60, pensad que entonces no era todo tan bonito como nos puede hacer ver la nostalgia.