A ver, chavales, aquí viene un agüelo a explicaros cómo se hacían las cosas en el siglo (y en el milenio) pasado:
Yo era un chaval tímido, no demasiado agraciado... era delgadiiiiito, un tirillas, tenía cara de niño y pensamientos de adulto... vamos, que no ligaba nada.
Mi colega el que más ligaba tenía -objetivamente- mejor tipo que yo. Era encantador, buena gente... y se las llevaba de calle. Yo, no. Así que empecé a analizar con "mente científica" lo que nos diferenciaba.
Él movía más pasta que yo, cierto, y se podía permitir ciertas cosas que yo no (él apenas había terminado la EGB y se tiró de cabeza a una FP, y ganaba pasta a raudales con 17 años, a los pocos días de cumplir 18 se había comprado el coche... nuevecito). El tío tenía una novia pibonazo... y le ponía los cuernos constantemente.
Pero no era eso lo que nos diferenciaba. La principal diferencia era que yo me tomaba a pecho cada negativa. Él las coleccionaba. O sea, le entraba a TODO LO QUE TUVIESE shishi, ya fuesen antiestéticas o feísimas, incluso -sí, incluso- pilinguis. Tenía una novia que era una belleza, y andaba por ahí de pilinguis!
El factor diferencial era que le entraba a todo y una negativa era eso, una negativa. Es como participar en un concurso-oposición. Si te presentas a veinte puestos, malo será que alguno no caiga... y los suspensos te aportan saber estar, cómo responder a los exámenes y seguir adelante.
O sea: él ligaba más que yo... pero su porcentaje de aciertos era sólo ligeramente más alto que el mío (lo calculé y todo, los datos eran pequeños para que el muestreo fuese correcto, pero si yo lo intentaba y acertaba una vez de cada veinte, él acertaría una vez de cada doce. Lo que pasa es que yo, al principio, me hundía por las negativas... él no, él continuaba... y jugaba a la lotería mil veces, yo jugaba cinco... -exagero los datos-.
Y ojo: una cosa que a las mujeres a todo ser humano le encanta es decir "a este lo he dejado tocado". En cambio, si ante la negativa reaccionabas pasando de todo y DIVIRTIÉNDOTE, riéndote incluso, tenías posibilidades (después de la negativa inicial) de ligarte a la chica.
Nunca ligué tanto como mi colega... pero esa temporada en que decidí "ir a por todas" no me fue mal. Y, curiosamente, cuando tenía novia ligaba más. Incluso llegué a bromear con gente de mi pandilla: "si quieres ligar, contrata a una acompañante que esté buena y haz que las pibas te vean con ella". Eso eleva tu "caché". (EDITO: nosotros le llamábamos "el aura", cuando te echabas novia "tenías aura" y las otras chicas te miraban distinto, y cuanto más buena estuviese, más "aura").
Así pues: no os toméis demasiado en serio el asunto. Salid, conoced chicas, aprended a reíros de vosotros mismos, y a pasarlo bien con vosotros mismos... porque si no os aceptáis vosotros mismos, ¿cómo narices os va a aceptar una chica?
Ellas tienen tantas ganas de salir con un autista baboso como nosotros de besar a un perro. No ejerzamos como autistas. Hay chicas maravillosas ahí fuera, chicas que merecan la pena, que tienen cosas que contar y que saben escuchar... sí también las hay piradas, y la sociedad es una cosa... ¿y cuándo no ha sido la sociedad una cosa? Por cierto... ¿tú sabes escuchar? ¿eres capaz de pensar en algo más que en sus labios chupándotela mientras ella habla? ¿Sabes que se te nota en la cara, verdad?
Salid fuera, dejad Burbuja durante unas horas, que os de el aire... y yo voy a currar, que en agosto la oficina es un desierto y me despisto cada 2 x 3, ¡pero claro, me habláis de chicas y uno no es de piedra!
Por cierto: mi colega tuvo después problemas con las drojas. Mucha pasta a ciertas edades debería estar prohibido.