Bujix
Madmaxista
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Para ese hombre su religión es sagrada, sus creencias son sagradas. Él ha ido ahí, junto con otra gente que comparte sus creencias, a pedir que les devuelvan la iglesia o un lugar de culto donde poder juntarse para sus rezos o catequesis o lo que sea, porque su antigua iglesia la han vendido. Son unos pocos que se ponen ahí a hacer sus oraciones tranquilamente igual que te puedes encontrar cientos de gente en la playa haciendo botellón y a los que nadie dice nada. No molestan a nadie, no se meten con nadie, están a su rollo, ¿qué mal hay? nada. Lo mismo da unos que hacen botellón que unos que rezan sin molestar a nadie.
Y en ese momento, aparece el típico simpático (da igual que sea neցro o amarillo o rojo) a tocar las pelotas. Porque sí. Porque le da la gana. A él no le va ni le viene la movida que tiene esa gente que reza, pero le parece guaysísimo meterse con ellos, proque sí. Y el hombre le dice que les deje en paz. Le dice que no les moleste, por favor. Una vez, dos, tres... hasta que ya cuando el simpático sigue tocando mucho las narices, pues el señor reacciona dándole.
Yo no considero victoria que una sociedad esté llena de gente que no sabe entender los mensajes a la primera.
Ni considero un triunfo que alguien tenga que pedir respeto a base de ahostiamientos, pero es que si no queda otro remedio, pues oye. Es lo que hay.
Que los viejos hubieran votado a otros partidos un poco mejores y a lo mejor teníamos una sociedad un poquitín más justa.
