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Guest
Absoluta y totalmente de acuerdo. Es tal y como dices. Suscribo todo lo que expones. Este es un país en el que hay mucho trabajo pero nadie lo quiere hacer. La gente no quiere trabajar, quiere una mesa de despacho con aire acondicionado y cobrar 3.000 euros a fin de mes sin producir nada (eso que lo haga la "empresa" para pagarme el sueldo), haya estudiado o no. Aquí nadie "dobla el lomo" para recojer fresas en Huelva por ejemplo, para eso que venga el jovenlandés. Y ¿cuánta gente hay en Huelva apuntada al INEM?Mojarra dijo:¿Qué van a subir los sueldos?
De momento aquí lo único que suben son los tipos de interés.
La tendencia de ir de menos a más hace tiempo que se invirtió.
¿Qué van a pagar en menos tiempo?
Si claro, por eso surgen como setas las empresas de refinanciación.
Los días de las inmobiliarias tienen sus días contados, ahora florecen este tipo de entidades, de aquí a unos años las tendremos hasta en la sopa.
Según los estudios burbujistas más moderados que he leído, que son los únicos que se basan en cifras y hechos, pues los nuncabajistas no dan nunca un argumento razonado, el tiempo de la revalorización tiene sus días contados. Con suerte, el precio de los pisos se estancará allá por el 2.008, demasiados pisos, como mínimo tendremos una devaluación de los inmuebles a razón del IPC. Es decir, mejor tener el dinero bajo el colchón, se devalúa si, pero por lo menos no tienes que pagar intereses por tenerlo.
Eso descartando las teorías más catastrofistas. (En EEUU, la progenitora del cordero de todo lo que está pasando, ya están bajando) (En Nueva Zelanda ya las están empezando a pasar canutas según los comentarios de unos economistas en intereconomía TV, parece ser que han cortado ya el grifo del dinero fácil)
Lo único que puede hacer rentable una vivienda es pagarla a toca teja, el resto no es inversión, es necesidad.
Ese es el tema, hace años, te remangabas y podías hacer muchas cosas.
La economía ha cambiado.
Mi abuelo era minero, y trabajando se curró cuatro pisos y varios locales.
Había que trabajar, y mucho, pero había ilusión. Porque sabías que currando podías alcanzar muchos de tus sueños, y no a 40 años, ni 30, ni 20.
Hoy en día, trabajando no se llega a ningún lado, no hay ilusión.
Lo único que nos queda es esperar que nos toque la lotería o el próximo pelotazo que venga. Suerte.
Este sistema es una cosa, no premia el trabajo, ni premia las ganas, ni la ilusión, ni las cosas bien hechas. Premia al especulador, al que sepa exprimir a los demás, premia al que no aporta nada, al que sabe hacer dinero sin más, en definitiva, premia al inproductivo.
Y ese es un peligro muy grande, ¿Qué nos va a quedar cuando la construcción termine?
Paro, paro y más paro.
En cambio si todo el dinero de los especuladores se hubiera invertido en I+D, por ejemplo, lo que nos quedaría sería trabajo, y una nueva forma de afrontar el futuro con esperanza. Un país de contradicciones, donde los pagapensiones vienen a trabajar, y los jóvenes se tienen que ir por falta de trabajo. Todo es humo, y el tiempo nos pondrá en nuestro sitio.
Saludos.
Pero la realidad al final nos dará en las narices... tiempo al tiempo.