PutinReloaded
Madmaxista
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El pecado intolerable del ex-presidente Vladimir pilinguin fue atreverse a comparar a Rusia con Europa. Está claro que olvidó el papel de Rusia en la narrativa de la civilización occidental: servir como ejemplo patético de todos los pecados que nosotros no hemos cometido. pilinguin se atrevió a sugerir que Rusia y Europa se enfrentan a problemas parecidos y que Europa incluso podría aprender un par de cosas de Rusia.
pilinguin no ha aprendido todavía a quedarse sentado y mover su cabeza en señal de arrepentimiento. En la cumbre del G-8 del 19 de julio de 2006, espetó a los dignos invitados europeos que Rusia no era el único país que tenía problemas de corrupción, ¿qué decir de los recientes cargos contra varios alcaldes españoles? y por cierto, señores, "la mafia no ha nacido en Rusia" y otras descaradas lindezas. Se podía oír incluso el sonido de los tenedores sobre el fino mantel de lino. Los 25 dícense-líderes de la UE no podían creer lo que estaban oyendo. pilinguin violaba otra vez el principio fundamental de nuestras relaciones con Rusia: nunca comparar sus problemas con los nuestros.
Los medios de comunicación estadounidenses y sus lacayos europeos respondieron a tal insolencia con un "aplastad al infame" colectivo. Después de la cumbre del G-8, el venerable Times de Londres dijo amablemente a pilinguin que los occidentales no apreciaban sus opiniones sobre los escándalos que rodeaban a Lord Levy (recaudador de fondos del primer ministro Tony Blair, apodado "Lord Cajero") o la democracia en Irak. "Un poco más de elegancia y menos orgullo" por favor, escribió The Times.
¡Oiga Señor pilinguin! Lo ultimo que necesitamos es oír hablar de corrupción, criminalidad y violencia en nuestros países. Lo próximo que descubrirá pilinguin sera el racismo en algún oscuro rincón de nuestras luminosas tierras y empezará a citar a Samuel Johnson: "¿Cómo es que oímos los mayores gritos de libertad entre los traficantes de esclavos neցros?"
Las astutas recriminaciones de pilinguin suponen un peligro real y presente para Occidente, porque erosionan la distinción entre Occidente y Rusia, entre nuestros valores y los suyos, distinción necesaria para salvaguardar la Unidad Occidental. El peligro de tal comportamiento era evidente. Si los problemas de Rusia se son comparables a los nuestros, entonces no se puede excluir a Rusia de las instituciones occidentales en base a su incompatibilidad cultural ¿y qué más se ha perdido?
Si esta distinción desaparece, ¿en qué podremos basar nuestro miedo a Rusia? Si los debates internos rusos se asemejan a los nuestros, o si la prensa única occidental informase sobre las áreas de similitud cultural, económica y política que existen entre Rusia y Occidente, pregunto, ¿cómo podremos mantener una identidad propia basada en nuestras supuestas diferencias con Rusia? ¿Seremos capaces de distinguir entre los niveles perfectamente "tolerables" de corrupción, intolerancia y violencia de occidente y los niveles intolerables de Rusia? Cuando pensamos en Rusia no deberían nuestras políticas interna y externa aparecer de manera poco menos que ideal?
Se trata de una pendiente muy resbaladiza que llevaría a plantear si los "valores occidentales" son los mejores para todos los países y en todas las épocas. Intolerable! Por eso es tan importante que la actitud denunciante de pilinguin sea aplastada en cada occasion, y por lo que yo aplaudo a la prensa única occidental por su diligencia en esta tarea. Las alternativas son, simplemente, demasiado horribles.
Mucha que le tiene miedo a Rusia confía en Estados Unidos que es mas letal. EEUU organizó todos los golpes de estado en Sudamérica, hace poco intentaron derrocar al gobierno de Evo jovenlandesales, al de Chávez, asesinar a Castro, consiguieron asesinar a Saddam... mañana puede ser España u otro pais a su antojo.
pilinguin no ha aprendido todavía a quedarse sentado y mover su cabeza en señal de arrepentimiento. En la cumbre del G-8 del 19 de julio de 2006, espetó a los dignos invitados europeos que Rusia no era el único país que tenía problemas de corrupción, ¿qué decir de los recientes cargos contra varios alcaldes españoles? y por cierto, señores, "la mafia no ha nacido en Rusia" y otras descaradas lindezas. Se podía oír incluso el sonido de los tenedores sobre el fino mantel de lino. Los 25 dícense-líderes de la UE no podían creer lo que estaban oyendo. pilinguin violaba otra vez el principio fundamental de nuestras relaciones con Rusia: nunca comparar sus problemas con los nuestros.
Los medios de comunicación estadounidenses y sus lacayos europeos respondieron a tal insolencia con un "aplastad al infame" colectivo. Después de la cumbre del G-8, el venerable Times de Londres dijo amablemente a pilinguin que los occidentales no apreciaban sus opiniones sobre los escándalos que rodeaban a Lord Levy (recaudador de fondos del primer ministro Tony Blair, apodado "Lord Cajero") o la democracia en Irak. "Un poco más de elegancia y menos orgullo" por favor, escribió The Times.
¡Oiga Señor pilinguin! Lo ultimo que necesitamos es oír hablar de corrupción, criminalidad y violencia en nuestros países. Lo próximo que descubrirá pilinguin sera el racismo en algún oscuro rincón de nuestras luminosas tierras y empezará a citar a Samuel Johnson: "¿Cómo es que oímos los mayores gritos de libertad entre los traficantes de esclavos neցros?"
Las astutas recriminaciones de pilinguin suponen un peligro real y presente para Occidente, porque erosionan la distinción entre Occidente y Rusia, entre nuestros valores y los suyos, distinción necesaria para salvaguardar la Unidad Occidental. El peligro de tal comportamiento era evidente. Si los problemas de Rusia se son comparables a los nuestros, entonces no se puede excluir a Rusia de las instituciones occidentales en base a su incompatibilidad cultural ¿y qué más se ha perdido?
Si esta distinción desaparece, ¿en qué podremos basar nuestro miedo a Rusia? Si los debates internos rusos se asemejan a los nuestros, o si la prensa única occidental informase sobre las áreas de similitud cultural, económica y política que existen entre Rusia y Occidente, pregunto, ¿cómo podremos mantener una identidad propia basada en nuestras supuestas diferencias con Rusia? ¿Seremos capaces de distinguir entre los niveles perfectamente "tolerables" de corrupción, intolerancia y violencia de occidente y los niveles intolerables de Rusia? Cuando pensamos en Rusia no deberían nuestras políticas interna y externa aparecer de manera poco menos que ideal?
Se trata de una pendiente muy resbaladiza que llevaría a plantear si los "valores occidentales" son los mejores para todos los países y en todas las épocas. Intolerable! Por eso es tan importante que la actitud denunciante de pilinguin sea aplastada en cada occasion, y por lo que yo aplaudo a la prensa única occidental por su diligencia en esta tarea. Las alternativas son, simplemente, demasiado horribles.
Rusofobia - Miedo a Rusia
Rusofobia:
Miedo a Rusia.
Definición ampliada:
Se define como un persistente, besugo y injustificado miedo a Rusia, los rusos y a todo lo relacionado con la cultura rusa.
Este término no suele ser utilizado como referencia a una fobia propiamente dicha, sino a sentimientos negativos de rechazo, discriminación, desconfianza, deshumanización y hostilidad en general hacia la cultura rusa o a los rusos en general.
Es, por lo tanto, una forma de xenofobia (desprecio a los extranjeros). Este término puede describir las acciones y actitudes de los individuos así como también las políticas y declaraciones de los gobiernos y otras organizaciones.
En política internacional moderna, el término rusofobia se utiliza para describir clichés preservados desde la época de la Guerra Fría. Muchos prejuicios, a menudo introducidos como elementos de la guerra política contra la Unión Soviética, aún se observan en las discusiones sobre las relaciones con Rusia.
La extensión de la rusofobia varía de país a país y depende no sólo de la geografía sino de las fracciones sociales. La intensidad de la rusofobia en diversos países ha evolucionado a lo largo de la historia. Los sentimientos rusofóbicos más populares son que todos los rusos son borrachos, de que hay una mafia rusa o que se trata de bárbaros asiáticos.
El disgusto por los rusos es a veces un contragolpe de la política de rusificación propia de los tiempos de Rusia Imperial y la Unión Soviética, así como también de las políticas del gobierno ruso moderno. Sin embargo, algunos autores afirman que la rusofobia tiene una larga tradición y ha existido por muchos siglos, antes de que Rusia se volviera una de las mayores potencias en Europa.
Rusofobia:
Miedo a Rusia.
Definición ampliada:
Se define como un persistente, besugo y injustificado miedo a Rusia, los rusos y a todo lo relacionado con la cultura rusa.
Este término no suele ser utilizado como referencia a una fobia propiamente dicha, sino a sentimientos negativos de rechazo, discriminación, desconfianza, deshumanización y hostilidad en general hacia la cultura rusa o a los rusos en general.
Es, por lo tanto, una forma de xenofobia (desprecio a los extranjeros). Este término puede describir las acciones y actitudes de los individuos así como también las políticas y declaraciones de los gobiernos y otras organizaciones.
En política internacional moderna, el término rusofobia se utiliza para describir clichés preservados desde la época de la Guerra Fría. Muchos prejuicios, a menudo introducidos como elementos de la guerra política contra la Unión Soviética, aún se observan en las discusiones sobre las relaciones con Rusia.
La extensión de la rusofobia varía de país a país y depende no sólo de la geografía sino de las fracciones sociales. La intensidad de la rusofobia en diversos países ha evolucionado a lo largo de la historia. Los sentimientos rusofóbicos más populares son que todos los rusos son borrachos, de que hay una mafia rusa o que se trata de bárbaros asiáticos.
El disgusto por los rusos es a veces un contragolpe de la política de rusificación propia de los tiempos de Rusia Imperial y la Unión Soviética, así como también de las políticas del gobierno ruso moderno. Sin embargo, algunos autores afirman que la rusofobia tiene una larga tradición y ha existido por muchos siglos, antes de que Rusia se volviera una de las mayores potencias en Europa.
Mucha que le tiene miedo a Rusia confía en Estados Unidos que es mas letal. EEUU organizó todos los golpes de estado en Sudamérica, hace poco intentaron derrocar al gobierno de Evo jovenlandesales, al de Chávez, asesinar a Castro, consiguieron asesinar a Saddam... mañana puede ser España u otro pais a su antojo.
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