Cualquiera que haya escuchado a Leño, Obús, Barón Rojo o Topo y Asfalto, sabe que una sola canción de cualquiera de estos grupos tenía más carga política y social que toda la "movida" oficial promovida y dirigida por el NOM y los poderes fácticos, con el "profesor" a la cabeza.
Y cualquiera que recuerde algo de aquella época, sabe que a esos grupos auténticos los despreciaban en los medios de comunicación. La letra de El Oportunista, de Leño, nos da un bosquejo de lo que era la "movida":
Ahora mola el Rock and Roll,
me va la marcha.
Enchufa el exprimidor,
es una ganga.
Ha llegado el descontrol,
hay que aprovecharse.
Mete uno y saca diez,
de querida progenitora.
Me he clavado un alfiler
en el pescuezo;
me he juntado con los punks,
soy un moderno.
Ahora me meo en el metro,
nada me importa,
y le pego hasta a mi padre,
soy un pasota.
Pero dentro me pregunto
si duraré mucho.
¿No será que estoy quemando
mi último cartucho?
Porque a decir verdad
no soy auténtico
y engañar al personal
es muy polémico.