En la mente poco ejercitada de troles y pepitos, el precio que estaban dispuestos a pagar por una vivienda estaba definido por una palabra clave que a menudo se olvida en los análisis burbujistas: la revalorización.
Como gentes de poca cultura financiera que son, además de alienados por una familia tan mezquina y analfabeta como ellos, ponen toda su esperanza en " creerse ricos " metiendo el pase a otro fulastre ( sin darse cuenta de que en su caso significa hacer la bola de su próxima hipoteca mas grande ).
Este estado de cosas se ha terminado.
Los troles que se han quedado pillados en su " inversión" se jorobarán, porque el resto de pepitos en potencia, pasapiseros etc. ya no van a pagar por un bien con el que no pueden especular.