Estudiantes eternos, opositores profesionales
Más que la "Generación Perdida" somos la "Generación Maltratada". No estamos haciendo las cosas mal, es la etapa la que está mal
XXX XXXX XXXX (HISTORIAS DE LOS LECTORES) 24/09/2010
Mi historia es similar a las que he leído en está sección de EL PAÍS en lo que va de semana... Tengo 28 años y hace seis me licencie en Historia del Arte por la Universidad de Salamanca. Cuando termine mi carrera decidí hacer el Cap, a la par que estudiaba Historia (dos o tres asignaturas al año) a través de la Uned. De vuelta a casa comenzó mi búsqueda de empleo. A los tres meses ya estaba trabajando de portera de los multicines de mi ciudad. El dinero me servía para mis gastos (y ser medianamente independiente de mis padres, a pesar de que vivía y sigo viviendo con ellos) y para pagarme el temario para las oposiciones de secundaria.
Después de año y medio, y varias entrevistas, me cogieron en un periódico provincial como colaboradora. Por supuesto sin contrato (ni Seguridad Social,...), 500 euros mensuales por jornadas laborales muchas veces completas, que incluían fines de semana, festivos y poco o ningún reconocimiento o agradecimiento. Al año de estar en el periódico, me llamaron para cubrir la baja de maternidad de una presentadora de informativos de una televisión local. Pude compaginar este trabajo con el del periódico y a su vez con otro trabajillo de cuatro horas semanales como monitora de Arte e Historia para un programa del Ayuntamiento de mi ciudad, dirigido a las personas mayores. Esto durante unos meses, en los que no llegué a ser mileruista. Esto en plena bonanza económica, antes de que estallará la burbuja inmobiliaria y que entrará en nuestras vidas la (pesada) crisis.
A los pocos meses volví a estar tan sólo en el periódico. Durante todo este tiempo me seguí formando (seguí estudiando Historia por la UNED, me saque el carnet, hice mil y un cursos,...). A finales de 2009 el periódico decidió prescindir de mi, por lo que desde esa fecha estoy oficial y prácticamente en el paro.
Considero que somos una generación de Estudiantes Eternos y Opositores Profesionales. O por lo menos en mi caso. Desde el año pasado me he volcado en sacar mi segunda carrera, hacer todos los cursos que salen (el máster lo he descartado, puesto que la gente que lo tiene también está en paro,...) y en opositar a todo lo que salga: administrativo, profesor de Geografía e Historia, profesor de Historia del Arte y técnico de cultura del Ayuntamiento de mi ciudad. Está es la única que he aprobado, quedando cuarta en la bolsa de empleo, puesto que los que están delante de mi tienen más experiencia. Y para final de este año más oposiciones: agente de desarrollo turístico en un pueblo cercano, celador para la Junta de Castilla y León,....y lo que salga. Alguna vez tendrá que ser. Todo esto a la par que busco trabajo, puesto que no me puedo cerrar ninguna puerta.
El hecho de ser bilingüe (mi progenitora es británica) tampoco me ha aportado mucho laboralmente. Tan sólo he dado clases particulares a conocidos, por hacerles un favor más que por ganar dinero. Igual es que al no aportar titulo en el Currículo me descartan, por lo que este año me he apuntado a la Escuela Oficial de Idiomas (¿veis? Estudiante eterna,...). A veces he pensado en salir del país, pero hay demasiadas cosas que me atan: mi novio, mi familia, mis amigos... muchas de las cosas que dan sentido a mi vida.
Si tuviera delante al señor Zapatero o al señor Corbacho les preguntaría (con toda mi buena educación británica) si conocen a alguien que este en paro o si somos solo números para ellos. Yo dudo que entre sus conocidos existan personas en paro (y no porque piense en las leyendas urbanas del enchufismo y las recomendaciones,...) sino por la forma de hablar, por lo que dicen y por como actúan. Somos cuatro millones largos de números, con un drama detrás (algunos más, otros menos).
Más que la "Generación Perdida" yo creo que somos la "Generación Maltratada" y no lo digo sólo por la creciente lacra de la violencia de género. Sino porque somos la generación mejor preparada que ha tenido este país,...y mira como estamos. Porque también están en esta generación los jóvenes que abandonaron sus estudios por las promesas (rotas) de la construcción; porque también están los jóvenes que tienen que abandonar sus casas porque las embraga el banco; porque también están las jóvenes que no podrán ser madres porque no podrán ofrecer nada a sus hijos,...
Sin embargo no me quiero despedir con pesimismo. Precisamente me anime a escribir estas líneas para aportar mi granito de arena a este grito de "Haced algo ya" a quien corresponda. También por el dicho "mal de muchos consuelo de todos-que no de simples-". No estoy (o estamos) haciendo las cosas mal, es la etapa la que está mal. No estamos solos. Y como historiadora os puedo decir que todas las crisis económicas se han superado.