Predicciones para 2024 de Turiel.

Otro hombre de paja, a ver Obregón no trabajaba en el CSIC ni se sacó las opos para científico (esas que ningún político se saca, es mejor que ole regalen la de abogado).
Además es internacionalmente reconocido por sus trabajos como "análisis de océanos en orbitas de observación" (o algo parecido).
Aparte tiene patentes de Física.

Ah, y eso lo convierte en experto climatólogo? Porque qué fueron antes, sus carguitos en el PSOE o sus artes adivinatorias en pro del empobrecimiento de la humanidad?
 
Más de una década de que el mundo se acaba, precios disparados, cambio climático...ahora de mamporrero de la Agenda 2030



Llevamos más de un lustro con las petroleras invirtiendo escasamente (desde la aprobación de la Agenda 2030...) y con inflación disparada de hace unos años, y ni así llegamos a superar el máximo de precio de barril de la crisis anterior. Al final claro que superará pero porqué habrá varias olas de inflación disparada, no por "el mundo se acaba y no podemos hacer nada mas que tragar pagando el pato"... no tiene en cuenta ni la caída de la población joven en casi todo el mundo (menos media África que tardará unas décadas), ni el cambio de cultura pasota juvenil que ya ni coche, el inicio de la 4a revolución industrial ni ná...
 
Ah, y eso lo convierte en experto climatólogo? Porque qué fueron antes, sus carguitos en el PSOE o sus artes adivinatorias en pro del empobrecimiento de la humanidad?
Si, lo del empobrecimiento es los cosas como tu que quieren hacer lo mismo de siempre.
 
Más de una década de que el mundo se acaba, precios disparados, cambio climático...ahora de mamporrero de la Agenda 2030



Llevamos más de un lustro con las petroleras invirtiendo escasamente (desde la aprobación de la Agenda 2030...) y con inflación disparada de hace unos años, y ni así llegamos a superar el máximo de precio de barril de la crisis anterior. Al final claro que superará pero porqué habrá varias olas de inflación disparada, no por "el mundo se acaba y no podemos hacer nada mas que tragar pagando el pato"... no tiene en cuenta ni la caída de la población joven en casi todo el mundo (menos media África que tardará unas décadas), ni el cambio de cultura pasota juvenil que ya ni coche, el inicio de la 4a revolución industrial ni ná...

Eres sarama, tu y tus cosas de los campos eólicos industriales en alta montaña y cosas hidrógeno de colores.
 
""Vayamos, pues, con las previsiones para este año:
  • Precios planos del petróleo: A pesar de que el descenso de la producción de petróleo se va a acentuar durante el 2024, el más que previsible descenso de la actividad y la exclusión parcial por la vía de facto de cada vez más países del mercado mundial de petróleo van a hacer que la franja de oscilación del precio del petróleo durante la mayoría de 2024 sea relativamente estrecha, entre los 70 y 100 dólares por barril aproximadamente. Solamente hacia finales de 2024 se podrá observar una aceleración del precio debido a que la caída de la producción de petróleo va a empezar a superar al descenso de consumo. En EE.UU. la producción de petróleo de fracking se mantendrá relativamente estable, sin crecer ni descender mucho, pero la poductividad seguirá cayendo, anticipando que a partir de 2025 el descenso de la producción de fracking va a ser muy acelerado. Pero eso, para las predicciones del año que viene...

  • Crisis del gas: En un plano opuesto se sitúa el gas natural. Su logística se ha vuelto mucho más complicada a nivel mundial sobre todo por los problemas de Europa, cortados los canales directos con Rusia. El precio del gas se va a mantener caro y encima en 2024 estaremos ya muy cerca del máximo histórico de producción de gas natural, lo cual va a complicar aún más las cosas aunque sobre todo a partir de 2026.

  • La producción de carbón continúa a buen ritmo: Durante 2024 se va a manener un nivel alto de extracción de carbón, el más contaminante de los combustibles fósiles, e inclusive se intentará incrementar aún su producción un poco más. No se trata solo de países muy carboníferos como India y China: incluso EE.UU. y Alemania recurrirán más al carbón.

  • La producción de uranio se desploma: Por el contrario, la geología muy desfavorable del uranio va a acentuar la actual caída de su extracción: en 2022 la extracción anual de uranio fue un 23% inferior al máximo de 2016, y es previsible que cuando conozcamos los datos de 2023 tengamos alrededor de un 4% adicional de caída. En 2024 no se van a producir mejoras sustanciales en la extracción de uranio y, peor aún, la delicada situación de la extracción en el primer productor mundial, Kazajistán, donde ya están recurriendo a la lixiviación in situ (básicamente, el método de último recurso para intentar rebañar el fondo de la olla) anticipa que en 2024 se puede producir otra gran caída de la producción mundial de uranio (aunque esos datos no los tendremos hasta junio de 2025). En este contexto, el futuro de las centrales nucleares en España parece estar bastante sellado.

  • Revueltas por escasez de combustibles: Los faltante de combustible son ahora moneda común en muchos países de Latinoamérica y África. Durante 2024 estos problemas se van a extender a más países y se van a agravar en los que ya están presentes. Esto va a crear una creciente inestabilidad política global y encima va a favorecer una mayor inflación en ciertas materias primas y problemas de aprovisionamiento en la cadena de suministros. Aunque no es previsible que falte combustible aún en Europa, sí que puede haber problemas de escasez de algunas materias primas, particularmente metales y alimentos.

  • Nuevas guerras: La creciente escasez global favorecerá el estallido de guerras civiles más o menos abiertas, y verdaderos conflictos a gran escala entre países. Esto puede ser particularmente grave, y llevar a situaciones de tipo Cisne neցro si algún actor importante en el sector energético se ve implicado. Se tiene que prestar una especial atención a Argelia y Nigeria por ese motivo. Combinado con las revueltas antes mencionadas, estos conflictos tienen el potencial de detener algunas cadenas de suministros globales.

  • Fin de la guerra en Ucrania: En un clima de agotamiento económico, material y jovenlandesal, la guerra de Ucrania llegará probablemente a su fin durante este 2024, e incluso me atrevería a decir que durante los primeros meses del año. Nadie gana realmente en una guerra, pero en este contexto se podrá considerar que la victoria es rusa. En realidad, más que una victoria rusa es una derrota europea. Y en cierto modo es también una victoria estadounidense. El fin de la guerra abrirá el camino para un reestablecimiento paulatino de las relaciones de Europa con Rusia, pero ya nada podrá ser como antes. Europa queda más aislada y más desvalida.

  • Recesión económica profunda en Europa: El precio de la energía y de las materias primas continúa siendo un lastre para la economía europea. Encima, los planes de reindustrialización (con el Green New Deal como bandera) no están funcionando como estaba previsto. Por todo ello, los países más potentes industrialmente (Alemania y Francia) van a ir renqueando durante ese año. Técnicamente no tendremos recesión todos los trimestres, pero los crecimientos serán exiguos y las caídas más pronunciadas. En general, habrá más paro y menos renta disponible. En España, se comenzará a notar el problema en la campaña de verano, cuando vengan menos turistas europeos y gasten menos en general, pero mientras siga llegando el chorro de dinero de los fondos Next Generation (teóricamente, hasta junio de 2026) el impacto va a ser más pequeño (pensemos que el total de los fondos asignados a España equivalen al 10% de su PIB).

  • Crisis de desindustrialización: Con todo, lo más grave de lo que está pasando en Europa a nivel productivo es el proceso de desindustrialización, con cierres masivos de fábricas. Europa está perdiendo la capacidad de hacer. Y todo el músculo industrial que pierda ahora costará mucho recuperarlo después. El problema de fondo es que se sigue apostando por un modelo desarrollista y crecentista, que es suicida e inviable. Se está viendo sobre todo en el sector de la automoción, en el que la transición al coche eléctrico no está funcionando en Europa y las marcas europeas pierden pie delante de modelos más baratos (y sin duda peores) venidos de China. Pero afecta también a la matelurgia, a la química, a los plásticos... En el año 2024 este proceso de agudizará, así como el malestar del sector industrial europeo por la falta de propuestas efectivas por parte de los estados. El recurso a lanzar más dinero parece estar cerrándose ya, con la retirada progresiva de los diversos paquetes de estímulo, simplemente porque se duda de su efectividad en un período de inflación estructural causada no por el recalentamiento económico, sino por la verdadera escasez. Al mundo político le faltan ideas y al industrial tiempo. Preveo muchas tensiones en 2024 e inclusive algún anuncio drástico, del tipo que una gran empresa europea abandona el Viejo Continente.

  • La eólica da un paso (o dos) atrás: Con el principio del año 2024 tendremos forzosamente que ir al desenlace del drama de Siemens Gamesa. Es muy difícil saber qué va a pasar exactamente, pero la tendencia más clara ahora mismo es la reducción del gasto público, precisamente por el fantasma de la alta inflación. Así pues, es complicado que haya un gran rescate de Gamesa: puede haber alguna ayuda, pero no a la altura de lo realmente necesario. Es previsible que haya despidos masivos e inclusive el cierre de alguna o algunas factorías. En un escenario catastrófico, que yo veo poco probable en 2024, la liquidación de Gamesa (pero atención a eso, porque si sucediese sería un auténtico Cisne neցro para el sector, con consecuencias de largo alcance). En todo caso, incluso en escenarios más moderados (y más probables), todo el sector va ir al ralentí. Nadie quiere pisar arenas movedizas y acabar como Gamesa. La rentabilidad de la eólica está ahora mismo en entredicho. Así que probablemente vamos a ver una ralentización en la ejecución de los proyectos. Un asunto sobre el que conviene estar muy pendientes es ver qué pasa con los proyectos en los que se prevé la instalación de aerogeneradores gigantes (de 9 MW y más). Mi previsión es que mayoritariamente van a ir más despacio que el resto y es posible que más de uno sea finalmente cancelado.

  • Dificultades crecientes en la gestión de la red eléctrica: Faltando la eólica y expandiéndose la solar, con un gas cada vez más caro y con nubarrones de problemas de suministro en los próximos años (aunque no propiamente en 2024), la gestión de la red eléctrica va a ser cada vez más compleja. En 2024 sigo viendo riesgo de apagones en Europa, sobre todo en los meses de invierno a principios y finales de año, y durante el verano. En España el riesgo sigue siendo muy bajo, aunque con tendencia a emperorar con los años (sobre todo cuando empiecen a cerrar las centrales nucleares, pero nada de eso pasará en 2024).

  • El declive de las TICs: Comenzará como un rumor sordo, algo casi imperceptible. Primero fueron los móviles y ordenadores reacondicionados, después será los tiempos de entrega cada vez más largos, después la descatalogación repentina de algunos modelos. Los servicios por internet se irán haciendo más básicos y más caros. Es un proceso muy largo, que llevará años, y que probablemente aún pase bastante desapercibido durante 2024, pero que poco a poco se irá notando más. Bueno, eso en Occidente: en la periferia global es un proceso cada vez más notable. No haré ninguna previsión específica sobre este tema, pues como digo es un proceso lento, pero quizá se empiece a hablar de ello en algunos círculos especializados. Félix Moreno lleva años estudiándolo y ha escrito una buena colección de libros sobre el tema que quizá les interese consultar.

  • Inestabilidad política: en 2024 hay elecciones presidenciales en los EE.UU., en un escenario que se antoja muy abierto. La presidencia de Joe Biden ha sido muy anodina, y eso favorece a los republicanos, dependiendo también de qué lider propongan. Por inverosímil que pueda parecer, si éste fuera Donald Trump creo que arrasarían. Para los demócratas, su mejor baza sería buscar un reemplazo eficaz para Biden, pero por cortesía política eso no se suele hacer. En todo caso, el año electoral en los EE.UU. seguramente provocará que EE.UU. se centre más en sus problemas domésticos, que no son pocos, sobre todo con la rampante inflación y la pobreza creciente. En cuanto a Europa, el mayor problema es el ascenso del nacionalismo más radical y los grupos de extrema derecha. En junio se celebrarán elecciones al Parlamento Europeo, y no se puede descartar de que se produzca un fuerte reposicionamiento de fuerzas en el sentido más radical, haciendo la UE en su conjunto más ingobernable y más errática en la práctica. En España, a pesar de la turbulenta investidura de este año, no es previsible que pase nada de importancia. En los asuntos de estado, como ya se ha visto en la reciente votación de la ampliación del puerto de Valencia, PSOE y PP votarán juntos. En resumen, 2024 no será un año tranquilo pero no es esperable que haga ningún gran evento a nivel político.

  • El desastre climático: Sin embargo, todo apunta a que el caos climático no va a dar tregua este 2024. Al contrario, mi impresión es que la situación va a empeorar sensiblemente durante este año. La última vez que se produjo un fenómeno de El Niño (2015-2016) la Tierra empezó a derivar a un nuevo estado climático, con marcados cambios en muchas variables. Ahora estamos en el punto álgido del siguiente Niño, el de 2023-2024, y mi temor es que este nuevo empujón incremente aún más esta tendencia acelerada de inestabilización. Si la temperatura de la superficie del mar y la del aire a 2 metros sigue subiendo al ritmo que va, 2024 va acabar trayéndonos alguna gran catástrofe climática. No es que no las haya habiado en 2023 o los años anteriores, pero en este caso es cada vez más probable que un país occidental sea quien reciba el castigo. Mi previsión es que en 2024 habrá una sucesión prácticamente continua de eventos extremos con alto potencial destructivo por todo el mundo, y que se pueden producir dos o tres eventos de gran destrucción en zonas concretas, uno de los cuales podría afectar a EE.UU. o a Europa (España incluida).

  • Cierre de este blog: Veo poco probable que suceda este año. Al contrario, dado que pretendo reducir mis viajes, creo que le dedicaré algo más de tiempo del que le he dedicado estos dos últimos años. Lo que sí que anticipo es que crecerá aún más la mala leche y peor educación que algunos me prodigan, sobre todo en las redes, cabreados como están porque las cosas no salen como querrían y como si eso fuera culpa mía.

Predicciones de Turiel:

Sigo repitiendo las burdas mentiras sobre el "cambio climático" que es lo que me permite vivir sin trabajar, aprovechando que la mayoria de la poblacion es orate mental.
 
Deberías plantearte el problema del auge de la extrema derecha por que tu piensas que vas a ser de los de arriba y ese no es el plan de la extrema derecha.
Y no admite el comunismo como solución, ya que es productivista.
Que es la xtrema derecha?
 
Última edición:
Que es la xtrema derecha?
Si, con permiso, es una ideología de carácter conservador y en España reaccionaria, con tintes racistas por la cual la clase trabajadora es deudora de la clase rentista por razones divinas, religiosas o raciales (todos los trabajadores independientemente de su tonalidad de piel o condición social son seres inferiores consentidos en este mundo por pura necesidad).
Actualmente, ya que su estado natural es vivir saqueando el erario público se ha mostrado más insaciable al respecto con la intención de destruir el sistema seguridad social, correos o el sistema de pensiones, algo absolutamente contraproducente ya que supone la destrucción del estado español.
Se esmeran en la destrucción del estado para la instalación de un sistema de señorío Feudal.


Si requiere más explicación pregunte que aquí estoy.
 
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