Pues a mi me encanta.
Hace 5-7 año nadie se atrevía a decir absolutamente nada en contra de las burradas de esta gente. Ni en las redes, ni en los medios, ni siquiera por la calle por miedo a una reacción virulenta. Jamás he visto semejante nivel de autocensura.
Desde entonces no han hecho otra cosa que subir el listón. Todos lo hemos visto, cada vez sus chorradas y sus burradas son mayores. Hasta casos como este, en que una ministra 'niega' el derecho constitucional a crear una asociación porque no le cuadra en su relato.
No se han dado cuenta de que ya ha cambiado la cosa, y bastante. A la gente ya no le da miedo, se han visto enormes disidencias en los medios, y las redes sociales directamente las han perdido. Entras en twitter a ver los comentarios, y el 95% son hipernegativos. Y ojo, que el péndulo se va hacia el otro lado, cogiendo velocidad, y quien sabe si dentro de 5 años esta gente sea la que se tenga que esconder.
No se han adaptado a esta situación, Darwin nos recordaría que eso es muy malo para su futuro. Sus fines requieren ahora un perfil más bajo, con menos ruido, y más sensatez, para seguir con el negocio. Se llegaron a instalar en un discurso tan desnortado, que ahora que sí que tienen réplica contundente y generalizada, cada vez que dicen algo así pierden muchísimo más de lo que ganan. Porque los que antes no se atrevían ahora hablan, pero muchos de los que hace unos años callaban por desconocimiento, se dan cuenta de lo que hay.
Es más, incluso mucha gente que quizás les apoyase hace unos años, no conocedores de la profundidad de la consecuencias, ahora gracias a estas meadas fuera de tiesto ven claro lo que hay.
Por eso celebro cada vez que alguna representante del feminista radicalsmo con mando en plaza sale diciendo burradas tan evidentes como la de esta señora. Ya no es que la estructura se esté resquebrajando, es que no se dan cuenta y se les está empezando a caer encima.
Y menos mal, ya era hora.