Madrid tiene una obsesión enfermiza por los franquiciados y los centros comerciales, es una pena que como capital del reino no trabaje más en desarrollar autónomos y alejarse de las franquicias, franquicias que estan volviendo Madrid un Warner bross más al cual visitar, hacer fotos e irse.
Es muy triste que la mayoría de los madrileños en su provincianismo al escuchar cuatro idiomas, ver tres japoneses y un Starbucks crean que con eso ya está todo hecho y mientras tanto el desarrollo de verdad, las empresas tecnológicas y demás corporativos importantes a nivel mundial ponen sedes y grandes oficinas en las ciudades más importantes y relevantes, que fácil es para los políticos engañarnos, no necesitan ya ni esforzarse. En fin....