J
Jerónimo
Guest
Muchas de las cosas que cuentas, no son exclusivas de la educación
secundaria. La formación universitaria, y la forma de comportarse el
profesorado no es mu diferente, salvo por el hecho de que la universidad da
una plataforma para que algunos interesados en la política la puedan
practicar "a nivel" univesitario con la esperanza, quizás, de dar el salto
fuera de la universidad.
La pequeña diferencia la establece la investigación, que es solo una
actividad obligatorioa para los "curritos" que aun no tienen plaza, y tienen
que trabajar para hacer currículo e intentar conseguir una plaza y para
mentener contento al jefe haciéndole curriculo, si no no tendría opción a
plaza alguna. Una vez conseguida la plaza, la investigación se convierte en
una actividad bastante amateurística, si le interesa dedicarse a ello, por
prurito, por sentido del deber o porque le gusta, bien, si no, no hay nada
que le obligue, y el número de horas lectivas a la semana es mucho menor que
en la enseñanza secundaria.
En cuanto al corporativismo y al ansia de aumentar las plazas para formar
corritos corporativos, es lo mismo, agravado con el interés de los capos de
los departamentos en aumentar su base de clientes: profesores que les deben
a ellos su plaza, y tener un hueste mayor trás de si.
Efectivametne, el problema de autoridad en los centros al que apuntas, no es
un problema sólo de la educación secundaria, es un problema del país en
general, y especialmente de los servicios públicos. Entra en un hospital y
verás cosas parecidas. Anda la gente preocupada por el problema del
terrorismo islámico y estas cosas, y en España muere inecesariamente
muchísima más gente al año que la que murió en Atocha por la mala
organización y la desidia de los servicios sanitarios.
Efectivamente, ¿quien le pone el cascabel al gato?. No tan solo que el
tratar de introducir criterios de eficacia, racionalidad, y ¡válgame el alma
de mi canario Federico!, hacerles trabajar , osea trabajar lo que se dice
trabajar, unas 36 horas a la semana, dada la cultura que se ha ido creando
en el país es casi imposible. Además saldrían a la calle a protestar, el
partido que estuviera en la oposición en ese momento pondría el grito en el
cielo, y la gente empezaría a compadecerse de los pobres profesores,
enfermeros/as, médicos/as, etc., en lugar de pensar en los estudiantes, o en
los enfermos. Así son las cosas en un país de garrulos.
"Jarama" <elisa_b@ya.com> wrote in message
news:1132268939.517723.109540@f14g2000cwb.googlegroups.com...
Claudio ha escrito:
> Hola Aquilino:
>
Estoy bastante de acuerdo, e incluso *muy* de acuerdo, con casi todo lo
que expones.
Pero no con esto:
"Vista la reforma, el profesorado se opuso. No se sabe si esto, las
ansias de renovación u otra disfunción similar desembocó en que la
reforma se implantase *contra* los profesores."
Con cualquier reforma medianamente razonable, gran parte del
profesorado se hubiera opuesto.
Cuanto más razonable, más se hubiera opuesto.
Cualquier reforma razonable tenía que pasar, mucho más de lo que lo
hizo esta, por inculcar a los profesores una idea diferente de sus
obligaciones. Que de ningún modo se pueden limitar, como creen la
mayoría de los de secundaria, a dar conferencias sobre su asignatura y
corregir en casa unos ejercicios de vez en cuando, pasando de la
tutoría efectiva, de la atención a los alumnos, de coordinarse con
los padres y los demás profesores, de involucrarse en las actividades
del centro (las institucionales y esas que practicamente no se
realizan, esas mismas quiero decir) y del exito educativo de sus
alumnos. A eso tienen la desfachatez, o la inconsciencia, de llamarle
"guardería" o "hacer de asistente social", en lugar de considerarlo
parte esencial de su trabajo y obligaciones. Algunos he leído por aqui
presumir (sí, presumir) de que ellos suspenden al ochenta por ciento
de sus alumnos, lo que por lo visto creen que significa lo buenos que
son, y lo mucho que exigen. Hay que tener una concepción pervertida de
su trabajo para ir así por la vida. Y van muchos.
No digo que sea culpa suya. Nadie les exigió para sacar su plaza unos
mínimos conocimientos de enseñar, que no es lo mismo que saber de
quimica o de literatura. Nadie les exigió unas practicas serias ni se
las evaluó. El CAP es una farsa y todos lo sabemos. Nadie les dijo que
lo único que sabían de enseñar (su experiencia de alumnos en una
enseñanza mediocre y no obligatoria) no era bastante, o había
cambiado.
Se creen profesores de universidad, pero sin la exigencia de
investigar, por supuesto.
Los centros públicos de secundaria no los gestiona nadie, en realidad.
El equipo directivo está de apagafuegos para el día a día, sin
medios, sin gestión profesional, sin disponer de personal para nada
que no sea estrictamente dar las clases del horario y tener algún
profesor de guardia para cubrir ausencias.
Deberían tener una gerencia profesional, que se ocupara de edificio,
burocracia, dinero, recursos externos, biblioteca, etc. Y más
autonomía para administrarlos.
Deberían tener autoridad para organizar el horario de la plantilla,
mas allá de las horas estrictas de clase, que hay mucha distancia de
las quince o dieciseis de clase que da cada profesor y el horario
completo de treinta y siete horas (incluso quitando algunas para
trabajo de casa). Incluyendo autoridad para establecer, incluso mandar
venir por la tarde, a quien tenga que ocuparse de las tutorías, la
bliblioteca, de los deportes, de las actividades voluntarias de los
alumnos, de recibir padres, de los castigados, de organizar clases de
recuperación... no una hora o dos por semana/profesor, como ahora,
sino bastante más, ocho o diez. Ahora, fuera del equipo directivo,
nada es asunto de nadie, ni nadie tiene obligaciones con la marcha del
centro, da lo mismo si es la ruta que no viene, si un alumno se ha
puesto enfermo, o a donde se mandan los castigados. Incluso lo que
tendrían que hablar los tutores con los demás profesores se hace en
dos minutos en un pasillo, si es que se los encuentran al vuelo.
Todo lo que digo es utopico, por supuesto. Vete a explicar a los del
mantra del "esfuerzo, esfuerzo, esfuerzo" todo eso, y te retiran el
saludo.
Y un aspecto de la LOGSE que no criticas y es terrible, es el canceroso
aumento del numero de asignaturas, que para darlas en horario
comprimido de mañana, es todavía peor. De eso no se quejaron los
profesores, pues son mas plazas y más espacio para hacer corralitos
corporativos. Vete ahora, quince años despues, a decir a los de
Tecnología o Latín que tienen que dar otra cosa, y refundir su
corralito o departamentito con otro.
Y luego está lo peor de la LOGSE, que no es lo que cambió, sino lo
que no cambió...
No cambió la concepción de asignatura = carrera universitaria =
departamento del instituto, y cada una de ellas un compartimento
estanco. En lugar de crear areas amplias, cinco o seis, que
distribuyeran las materias más flexiblemente y con más horario cada
una, pero en menor número.
No cambió la concepción dirigista, burocratica, terriblemente rígida
y paternalista (estatalista) que sabe mejor que nosotros lo que nos
conviene y que convierte todo o en obligatorio, o en prohibido, y
supone que todos debemos marchar al paso. Algunas materias, que sería
estupendas si se dieran voluntariamente y en serio, se convierten en
pesadillas estupidas cuando se dan a todo el mundo por obligación y de
mentirijillas (por ejemplo, la musica o el dibujo). Otras, que se
encuentran con alumnos de muy diferente nivel y que se pueden aprender
en varios sitios fuera del Insti, no permiten ninguna flexibilidad de
asistencia, formacion de grupos por nivel y no por curso y evaluacion
libre, como el ingles, o las mismas materias artísitcas.
Todo al paso de la oca, como fue siempre.
¿Demasiado cambio? ¿Demasiada modernidad?
A mi me parece lo contrario.
Saludos cordiales
Jarama
secundaria. La formación universitaria, y la forma de comportarse el
profesorado no es mu diferente, salvo por el hecho de que la universidad da
una plataforma para que algunos interesados en la política la puedan
practicar "a nivel" univesitario con la esperanza, quizás, de dar el salto
fuera de la universidad.
La pequeña diferencia la establece la investigación, que es solo una
actividad obligatorioa para los "curritos" que aun no tienen plaza, y tienen
que trabajar para hacer currículo e intentar conseguir una plaza y para
mentener contento al jefe haciéndole curriculo, si no no tendría opción a
plaza alguna. Una vez conseguida la plaza, la investigación se convierte en
una actividad bastante amateurística, si le interesa dedicarse a ello, por
prurito, por sentido del deber o porque le gusta, bien, si no, no hay nada
que le obligue, y el número de horas lectivas a la semana es mucho menor que
en la enseñanza secundaria.
En cuanto al corporativismo y al ansia de aumentar las plazas para formar
corritos corporativos, es lo mismo, agravado con el interés de los capos de
los departamentos en aumentar su base de clientes: profesores que les deben
a ellos su plaza, y tener un hueste mayor trás de si.
Efectivametne, el problema de autoridad en los centros al que apuntas, no es
un problema sólo de la educación secundaria, es un problema del país en
general, y especialmente de los servicios públicos. Entra en un hospital y
verás cosas parecidas. Anda la gente preocupada por el problema del
terrorismo islámico y estas cosas, y en España muere inecesariamente
muchísima más gente al año que la que murió en Atocha por la mala
organización y la desidia de los servicios sanitarios.
Efectivamente, ¿quien le pone el cascabel al gato?. No tan solo que el
tratar de introducir criterios de eficacia, racionalidad, y ¡válgame el alma
de mi canario Federico!, hacerles trabajar , osea trabajar lo que se dice
trabajar, unas 36 horas a la semana, dada la cultura que se ha ido creando
en el país es casi imposible. Además saldrían a la calle a protestar, el
partido que estuviera en la oposición en ese momento pondría el grito en el
cielo, y la gente empezaría a compadecerse de los pobres profesores,
enfermeros/as, médicos/as, etc., en lugar de pensar en los estudiantes, o en
los enfermos. Así son las cosas en un país de garrulos.
"Jarama" <elisa_b@ya.com> wrote in message
news:1132268939.517723.109540@f14g2000cwb.googlegroups.com...
Claudio ha escrito:
> Hola Aquilino:
>
Estoy bastante de acuerdo, e incluso *muy* de acuerdo, con casi todo lo
que expones.
Pero no con esto:
"Vista la reforma, el profesorado se opuso. No se sabe si esto, las
ansias de renovación u otra disfunción similar desembocó en que la
reforma se implantase *contra* los profesores."
Con cualquier reforma medianamente razonable, gran parte del
profesorado se hubiera opuesto.
Cuanto más razonable, más se hubiera opuesto.
Cualquier reforma razonable tenía que pasar, mucho más de lo que lo
hizo esta, por inculcar a los profesores una idea diferente de sus
obligaciones. Que de ningún modo se pueden limitar, como creen la
mayoría de los de secundaria, a dar conferencias sobre su asignatura y
corregir en casa unos ejercicios de vez en cuando, pasando de la
tutoría efectiva, de la atención a los alumnos, de coordinarse con
los padres y los demás profesores, de involucrarse en las actividades
del centro (las institucionales y esas que practicamente no se
realizan, esas mismas quiero decir) y del exito educativo de sus
alumnos. A eso tienen la desfachatez, o la inconsciencia, de llamarle
"guardería" o "hacer de asistente social", en lugar de considerarlo
parte esencial de su trabajo y obligaciones. Algunos he leído por aqui
presumir (sí, presumir) de que ellos suspenden al ochenta por ciento
de sus alumnos, lo que por lo visto creen que significa lo buenos que
son, y lo mucho que exigen. Hay que tener una concepción pervertida de
su trabajo para ir así por la vida. Y van muchos.
No digo que sea culpa suya. Nadie les exigió para sacar su plaza unos
mínimos conocimientos de enseñar, que no es lo mismo que saber de
quimica o de literatura. Nadie les exigió unas practicas serias ni se
las evaluó. El CAP es una farsa y todos lo sabemos. Nadie les dijo que
lo único que sabían de enseñar (su experiencia de alumnos en una
enseñanza mediocre y no obligatoria) no era bastante, o había
cambiado.
Se creen profesores de universidad, pero sin la exigencia de
investigar, por supuesto.
Los centros públicos de secundaria no los gestiona nadie, en realidad.
El equipo directivo está de apagafuegos para el día a día, sin
medios, sin gestión profesional, sin disponer de personal para nada
que no sea estrictamente dar las clases del horario y tener algún
profesor de guardia para cubrir ausencias.
Deberían tener una gerencia profesional, que se ocupara de edificio,
burocracia, dinero, recursos externos, biblioteca, etc. Y más
autonomía para administrarlos.
Deberían tener autoridad para organizar el horario de la plantilla,
mas allá de las horas estrictas de clase, que hay mucha distancia de
las quince o dieciseis de clase que da cada profesor y el horario
completo de treinta y siete horas (incluso quitando algunas para
trabajo de casa). Incluyendo autoridad para establecer, incluso mandar
venir por la tarde, a quien tenga que ocuparse de las tutorías, la
bliblioteca, de los deportes, de las actividades voluntarias de los
alumnos, de recibir padres, de los castigados, de organizar clases de
recuperación... no una hora o dos por semana/profesor, como ahora,
sino bastante más, ocho o diez. Ahora, fuera del equipo directivo,
nada es asunto de nadie, ni nadie tiene obligaciones con la marcha del
centro, da lo mismo si es la ruta que no viene, si un alumno se ha
puesto enfermo, o a donde se mandan los castigados. Incluso lo que
tendrían que hablar los tutores con los demás profesores se hace en
dos minutos en un pasillo, si es que se los encuentran al vuelo.
Todo lo que digo es utopico, por supuesto. Vete a explicar a los del
mantra del "esfuerzo, esfuerzo, esfuerzo" todo eso, y te retiran el
saludo.
Y un aspecto de la LOGSE que no criticas y es terrible, es el canceroso
aumento del numero de asignaturas, que para darlas en horario
comprimido de mañana, es todavía peor. De eso no se quejaron los
profesores, pues son mas plazas y más espacio para hacer corralitos
corporativos. Vete ahora, quince años despues, a decir a los de
Tecnología o Latín que tienen que dar otra cosa, y refundir su
corralito o departamentito con otro.
Y luego está lo peor de la LOGSE, que no es lo que cambió, sino lo
que no cambió...
No cambió la concepción de asignatura = carrera universitaria =
departamento del instituto, y cada una de ellas un compartimento
estanco. En lugar de crear areas amplias, cinco o seis, que
distribuyeran las materias más flexiblemente y con más horario cada
una, pero en menor número.
No cambió la concepción dirigista, burocratica, terriblemente rígida
y paternalista (estatalista) que sabe mejor que nosotros lo que nos
conviene y que convierte todo o en obligatorio, o en prohibido, y
supone que todos debemos marchar al paso. Algunas materias, que sería
estupendas si se dieran voluntariamente y en serio, se convierten en
pesadillas estupidas cuando se dan a todo el mundo por obligación y de
mentirijillas (por ejemplo, la musica o el dibujo). Otras, que se
encuentran con alumnos de muy diferente nivel y que se pueden aprender
en varios sitios fuera del Insti, no permiten ninguna flexibilidad de
asistencia, formacion de grupos por nivel y no por curso y evaluacion
libre, como el ingles, o las mismas materias artísitcas.
Todo al paso de la oca, como fue siempre.
¿Demasiado cambio? ¿Demasiada modernidad?
A mi me parece lo contrario.
Saludos cordiales
Jarama