A ver, varias cosas:
servidor posteó el artículo en otro hilo ya existente, pero al no ser un hilo nuevo no recibí 64 thanks :´
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http://www.burbuja.info/inmobiliari...al-en-www-heterodoxia-info-2.html#post5174887
Los ejemplos de las etiquetas rfid y el lavavajillas son simples ejemplos y quizás no los más atinados pero me da exactamente igual. Las conclusiones son válidas.
Que en el mundo se creó una inmensa masa monetaria bajo la expectativa de que la economía real productiva creciese en consonancia, y que ese desfase es el que ha alimentado burbujas en el valor de bienes raíces, deudas, derivados o materias primas, ES MUY CIERTO y es nada menos que la causa de la crisis.
Yo achacaría los rendimientos decrecientes del capital también a otra cosa, que es la maduración de casi todas las tecnologías y sectores. Todos han tenido su época de tímidos inicios, fuertes inversiones, auge, acelerado crecimiento .... y estancamiento. Hoy en día las cosas que antes costaban mucho dinero, y a las que les quedaba un recorrido de tecnificación y eficiencia, están bastante trilladas.
Hace algunas décadas (no tantas: hablemos con nuestros padres o abuelos) costaba mucho trabajo y capital producir comida, hablar por teléfono, tener un coche, volar en avión, informática, electrodomésticos, etc, y cualquier inversión en ese campo (si encontrabas el capital financiero y técnicos formados) era sumamente rentable. Hoy por hoy las cosas que realmente necesitamos para vivir son bastante asequibles incluso para un modesto mileurista. Por lo tanto, ¿en qué te vas a gastar el resto de la nómina? Para esto surgieron inventos más o menos inocentes (consumismo, viajes, ropa pija) o nada inocentes (carestía de la vivienda, especulación, crisis). La inmensa bolsa de capital que da vueltas en círculo como los buitres no va a invertir, como hacía hasta la década de 1990, en factorías de automóviles, placas de ordenador, en fin, cosas reales, sino en economía de casino, en procesos de suma cero, en darnos palos unos a otros, pero sin producir nada en positivo. Evidentemente estoy sintetizando mi idea y exagerando las cosas.
La globalización más competitiva que cooperativa, la maduración de la mayoría de los sectores productivos, la trampa de liquidez, la desconfianza de los agentes económicos entre sí (banca, estados, consumidores, empresas) y el agotamiento de la naturaleza (peak oil, caladeros pesqueros, deforestación, contaminación, clima) no permitirán crecer como hasta ahora haciendo lo mismo que hasta ahora.
Esto me recuerda este otro magnífico post de la pizarra de Yuri:
La pizarra de Yuri » Blog Archive » 38 antihidrogenitos.
Para los impacientes pego aquí la segunda mitad del artículo. En la primera el autor ha explicado los avances en ciencia básica del CERN.
Hay personas que no entienden por qué todo esto es importante ni por qué algunos defendemos a capa y espada que se prioricen recursos para esta clase de investigaciones, cuando hacen falta tantas cosas en el mundo y encima ahora que estamos en crisis. Por lo general, estas personas ignoran un hecho sustancial del progreso humano: desde hace más de cien años, sin teoría no hay práctica, sin ciencia no hay tecnología. Hubo una época, siglos atrás, en que era posible avanzar la tecnología por la cuenta de la vieja: trasteando con cosas hasta que hallabas una solución a un problema. Sin embargo, nada de lo que hemos visto suceder en el último siglo habría sido posible sin el desarrollo teórico de la ciencia. En cuanto subes un poquito el nivel, sin teoría previa, no hay práctica que valga. Tienes que comprender cómo funcionan las cosas antes de hacer algo con ellas, y no digamos ya de crear cosas nuevas.
Por ejemplo, toda la tecnología electrónica e informática moderna se derivan directamente de la Teoría Atómica, la Teoría de la Relatividad y la Teoría Cuántica, originadas a principios del siglo XX. No existe forma alguna de crear un transistor electrónico sin tener primero claros estos conceptos, y no digamos ya construir un microchip; lo mismo ocurre con la química moderna, los nuevos materiales y en general todo lo que constituye el mundo que conocemos. La medicina contemporánea sería imposible sin la Teoría Microbiana, la Teoría de la Evolución o los fundamentos teóricos de la farmacología química, entre otras muchas. Y así en todos los casos.
Actualmente, además, la ciencia es multidisciplinar y no le queda otra que serlo cada vez más. Es una situación –vamos a llamarlo así– holística, donde se requiere al mismo tiempo un grado asombroso de hiperespecialización y un grado igualmente asombroso de visión de conjunto. Hoy por hoy, no resulta extraño que un avance teórico en un oscuro rincón del conocimiento tenga consecuencias prácticas en ciencias aplicadas y tecnologías aparentemente muy distintas. Una observación astrofísica del telescopio Spitzer hoy puede ser la clave de tu tratamiento médico dentro de veinte años. Por poner sólo un ejemplo, ¿alguien se imagina un hospital moderno sin máquinas de resonancia magnética?
La física, al estudiar las leyes básicas que rigen el universo, ocupa un lugar central en este proceso ciencia teórica -> ciencia aplicada -> tecnología. Todo avance en física, además de sus derivaciones tecnológicas directas, tiene un efecto inmediato en la química; también en la bioquímica, y por tanto en la medicina; y así en una especie de trama o red del conocimiento que se realimenta a sí misma una y otra vez. De este modo fue como se produjeron todos los grandes avances de la revolución científico-técnica y, sin ello, estamos condenados al estancamiento y la decadencia. Y la ruina. Las sociedades que no son capaces de continuar este proceso se quedan atrás y nadie va a esperarlas.
Las contribuciones anuales de los estados miembros al CERN ascienden a 1.112 millones de francos suizos, unos 823 millones de euros. Esto viene a ser más o menos como el presupuesto de una ciudad del tamaño de Valencia. Sólo en mantener las televisones autonómicas españolas ya nos gastamos mucha más pasta. Los recientes planes de rescate bancario se han tragado el presupuesto entero del CERN durante milenios; aparentemente, es mucho más importante salvar a los causantes de la crisis que apostar por las cosas que pueden contribuir a sacarnos de ella mediante el desarrollo científico-tecnológico.
Para una potencia global como Europa, ochocientos y pico millones de euros anuales es una cifra ridículamente baja hasta el extremo de la mezquindad. Tenemos la institución generadora de ciencia más avanzada del planeta Tierra y andamos haciendo el fulastre con su dinero; ahora, con la excusa de la crisis, los politicastros habituales andan recortándoselo aún más. Esto ya ha ocasionado consecuencias graves y algunas protestas.
Avances como el de esta semana son de importancia extraordinaria y sientan las bases de lo que serán la ciencia y la técnica futuras, como los avances de los científicos anteriores –que también tuvieron que luchar contra la ceguera absurda de los prácticos– constituyeron las bases de la ciencia y la técnica presente. Conforman, así, el antídoto más poderoso contra las eras de oscuridad. Sin ellos, no vamos a ninguna parte y estamos condenados al estancamiento y la recesión; la misma clase de estancamiento y recesión que sufrieron las culturas clásicas e islámicas y ahora empieza a manifestarse de nuevo en otras que no lo son.
O este comentario que ponen:
el 25% del PIB mundial se debía a las aplicaciones de la ecuación de schrödinger.
No voy a copiar más artículos de ese blog, que cuando lo conocí lo devoré como hice con el de Heterodoxia. Os invito a leerlo. Hay otros posts donde explica la importancia de la exploración espacial y cómo la actitud corta de miras de los políticos, que no ven más allá de la legislatura, impide hacer inversiones realmente valientes y a largo plazo, que al fin y al cabo son las que a lo largo de la historia han hecho avanzar la ciencia y en último término la economía y nuestro bienestar.