Recuerdo, hace muchas, muchas lunas, cuando el mundo aun era joven, que fui a entrar al piso en el que vivía de alquiler.
Y, como soy un poco torpe, rompí la llave dentro de la cerradura. Y ahí quedó que no para adelante ni para atrás.
Solución y pensamiento udánico: tirar la puerta abajo, y mañana ya veremos.
En fin, pues eso, y directo al catre.
Al día siguiente, 9:10 AM GMT+1, a arreglar la puerta. A palos.
Me sale la vecina, que estaba recién parida (no me acordaba), como una pantera desatada, "NO PUEDES HACER ESTO A OTRA HORA????"
Mi respuesta: perdóneme Sra. Olvidé que tenía un chiquillo pequeño. Cual es la hora que lo despierta para alimentarlo, y actúo entonces para no molestar su sueño?
"A las doce."
"Así lo haré. Mis disculpas por favor."
"gracias"
"No se merecen."
Y eso pasó.
K.