Yo tampoco me quejo. Me he levantado sobre las 10 a.m....más bien me ha despertado mi ardiente esposa, con un beso caricia en el cuello mientras apretaba sus turgentes senos en mis pectorales...abrazados por ese conjunto de ropa interior que le regalé el fin de semana pasado en la cena romántica que la preparé de sorpresa a orillas del Sena. Luego una ducha, mirando por las cristaleras a la montaña (normalmente suelen estar muy nevadas en estas fechas...) y a continuación hemos desayunado en la terraza, y la verdad que la Filipina es un cielo, como prepara las tostadas de aguacate con mermelada de ambrosía...y aceite de Jaén del que producimos nosotros mismos.
Y ya nos han dado casi las 12 y ha llegado el entrenador personal para mi mujer y la entrenadora para mi....a martirizarnos un poco en el gimnasio de la planta inferior y terminando con unos largos en la piscina de abajo.
Mi mujer ha quedado con unas amigas a comer en una de las 4 Torres y yo he quedado con un antiguo compañero de Universidad que me quería enseñar un negocio de pistas de esquí artificiales que me ha parecido bastante interesante visto lo visto.
Estoy ahora mismo en el garaje y no sé muy bien si ir con el Aston Martín, o como vamos a hablar de deporte pillarme algo más trotero como el Mercedes clase G. ...
Luego...si tengo algo de tiempo sigo...