Algunos dogmas nuncabajistas han calado muy hondo. Si unimos a este hecho que en esta sociedad hay bastante incultura financiera, pues tenemos un cóctel explosivo que puede mandar a hacer gárgaras este país, a poco que se cumplan algunos de los temores que sostiene cualquier analista medianamente objetivo.
Afortunadamente yo he tenido bastante suerte con mis padres. Ellos no tienen mucha cultura financiera, pero a cambio han mostrado siempre una actitud acorde con la escasa educación que recibieron y la mala época que tuvieron que padecer (especialmente la postguerra y la dictadura de Franco). Y digo que han mostrado una actitud coherente y comprensible porque ellos siempre han mostrado recelo e incluso hasta miedo por todo lo relacionado con préstamos, hipotecas y deudas. Siempre que han tenido que solicitar algún tipo de préstamos han tomado muchas precauciones, y siempre que han podido han preferido pagar coches, viajes, electrodomésticos,... a tocateja.
Dicho lo cual, eso es algo que me sorprende actualmente en muchos padres de conocidos. Cómo es posible que mostrando la misma incultura financiera que mis padres, éstos se atrevan a dar consejos financieros a sus hijos, animándoles a mega-endeudarse por un pisito normalito. La única explicación que se me ocurre es más bien el bestial borreguismo que asola a la sociedad española, unido a la falta alarmante de memoria histórica de las dos últimas décadas que ha producido un triunfalismo generalizado y bastante peligroso.
En el caso de mi padre, he de añadir que no ha resultado complicado convencerle, ya que se ha jubilado hace un añito, después de trabajar más de 50 años en la construcción. Él lo tiene claro, a parte de los precios absurdos de la mayoría de viviendas (teniendo presente lo que ofrecen y sus supuestas calidades), mi padre afirma que el ritmo de construcción de los últimos años es una auténtica locura, y cree que el parón que se va a producir en la construcción va a ser histórico y va a traer consecuencias muy graves para este país.