“Camino a través de un parque. Supongamos que, de repente, piso una piedra. Alguien me pregunta cómo llegó la piedra allí. Yo podría quizá responder: por lo que sé, la piedra ha estado ahí desde siempre. Y no resultaría demasiado fácil demostrar lo absurdo de esta respuesta. Pero supongamos que he encontrado un reloj sobre el suelo y se me pide que explique cómo el reloj ha llegado allí. Difícilmente diría que, por lo que sé, el reloj pudo haber estado ahí desde siempre. ¿Por qué esta misma respuesta no sirve para el reloj como sí servía para la piedra? ¿Por qué no es tan admisible en el segundo caso como en el primero? Pues porque cuando inspeccionamos el reloj percibimos (y no podíamos descubrirlo en la piedra) que sus diferentes partes tienen una determinada forma y han sido puestas juntas con un propósito. Al observar este mecanismo, la inferencia es inevitable: el reloj debió tener un hacedor. Debe haber existido, en algún momento y en algún lugar, uno o más relojeros, quienes conformaron el reloj con el propósito del que hablábamos en nuestra respuesta, quienes comprendieron su construcción y diseñaron su uso”
La creación es infinitamente más maravillosa que un reloj solo cualquier ser vivo es infinitamente más complejo que un reloj solo cualquier órgano suyo, a esto súmale todos los animales, todas las plantas etc cada uno con un diseño , a todo esto súmale la precisión de universo, como giran los planetas con una exactitud, como la tierra si estuviese solo un poco más alejada o cerca del sol la vida sería casi imposible , el ciclo del agua que da la vida a todos y infinidad y infinadad de ejemplos que hacen imposible pensar que todo es una casualidad.
Pero el hombre se envanece en sus razonamientos y teniendo las pruebas de la creación de Dios no lo reconoce.
Romanos 1:20-22
[20] Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa. [21] Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido. [22] Profesando ser sabios, se hicieron necios,