'Debemos entender que el español es ahora una lengua global'
Así lo dijo Darío Villanueva, secretario de la Real Academia Española, en entrevista con EL TIEMPO.
Una nueva edición del Diccionario de la lengua española celebra el tricentenario de la Real Academia Española. Sobre esta y otras cuestiones de nuestro idioma, EL TIEMPO habló en Madrid con Darío Villanueva, secretario de la institución.
Una de las características de esta edición del Diccionario es la fuerte presencia de palabras provenientes de América...
Desde los años 90 hay una preocupación por abrir el espacio del Diccionario lo más posible a palabras de América que pertenecen ya, por supuesto, al español con toda legitimidad. No es un esfuerzo nuevo. En esta edición hemos buscado la armonización del Diccionario de la lengua española con el Diccionario de americanismos que publicamos en 2010.
¿Cómo es esa armonización?
Es imposible que todos los americanismos estén comprendidos en esta nueva edición. El Diccionario tiene una limitación, que es el espacio. No es elástico.
De hecho la nueva edición ha cambiado de formato y eso nos ha permitido superar los 20 millones de matrices tipográficas, con lo que el número de lemas –es decir, de entradas- ha subido de 85 mil a 93 mil.
Este es el diccionario de una lengua que tiene un nivel de unidad léxica enorme. Lo que se llama el español general tiene un número que supera el 90 por ciento de palabras que son comunes.
Ojo: esto no significa que luego no haya enormes variedades léxicas diferenciadas entre España y América, y dentro de América entre cada uno de los países, y en cada país entre cada una de las regiones.
Desde América se nos ha criticado con toda razón que en el Diccionario había un predominio abusivo de palabras locales españolas -que no pertenecen al español general pero que en el aparecían sin ninguna marca, como si lo hicieran-. Ahora hay palabras que aparecen con la marca España igual que hay palabras que están marcadas con Colombia.
Llevan la abreviatura Esp...
Sí, se trata de no dar de manera engañosa palabras del español peninsular como si fuera general. También aparecen ahora marcas que se refieren a América en general.
Cuando hay una palabra del español americano que está documentada en más de catorce países se pone la marca América. Si tiene uso en menos de catorce, se especifican.
Está funcionando razonablemente bien y puedo ponerle un ejemplo muy interesante: en el diccionario en línea de la página web tuvimos 43 millones de consultas en septiembre de este año, hechas a base de 17 millones de visitas y 8.100.000 visitantes únicos.
Buscamos que no haya una prima para las palabras del español peninsular sin que se diga que pertenecen al español de España y que esto pueda significar un agravio a las palabras que pertenecen al español de alguna región de América.
¿Cuál fue la palabra más consultadas del mes pasado?
Cultura. Pero, por ejemplo, en la primavera hubo un momento en que cultura cedió y subió mucho abdicar por razón de la abdicación del rey en España; lo mismo sucedió con la palabra puñetero.
Habían empezado los mundiales de fútbol en Brasil y la FIFA quiso abrirle un expediente a la Federación Mexicana de Fútbol porque los forofos mexicanos le gritaban al portero del equipo contrario puñetero, puñetero, puñetero.
La FIFA pensó que podía ser un insulto homofóbico y se disparó la consulta en nuestro diccionario en línea. Se resolvió sin mayor problema: no era una actitud homofóbica.
¿Cómo hacen para elegir esas palabras americanas que entran al Diccionario?
Para eso contamos con la ayuda impagable de las academias americanas.
¿Las academias americanas les pasan unas listas con sus palabras?
Hay una especie de doble circuito. Por una parte nos llegan las sugerencias y propuestas de las academias americanas y, por otra, nosotros les mandamos consultas. Esas consultas nacen de una fuente fundamental para hacer el diccionario, que es lo que llamamos el Corpus del Español del Siglo XXI (CORPES).
Tenemos un sistema organizado para captar cada año 25 millones de formas del español que se habla en todo el mundo. No son 25 millones de palabras porque no hay tantas; son 25 millones al año de palabras del español repetidas en su contexto, tomadas un 70 por ciento de fuentes americanas y un 30 por ciento de fuentes españolas.
Fuentes orales y fuentes escritas. Tenemos un archivo de unos 200 millones de palabras solo del siglo XXI. Me pregunta usted qué criterios se siguen para la elección de unas palabras: es una decisión que tomamos los académicos con base en el corpus y, cuando toca un asunto americano, consultando a las academias americanas.
Esto me lleva a una palabra que, como colombiana, no puedo dejar de mencionar, que es vallenato. Llama la atención que no aparezca en la nueva edición del Diccionario...
Ya lo sé. Han fallado, sí. Ballenato está con la otra acepción, la acepción que viene de ballena.
Pero no con v…
Lamento que no esté porque como hispanohablante conozco la palabra y conozco el baile. No puedo decir que lo baile y menos que lo baile bien, pero la conozco.
Estamos muy sensibilizados acerca de esta ausencia y que yo estoy seguro de que se podrá resolver. Esto enlaza con otra cuestión y es que estamos convencidos de que la vigesimocuarta edición será un diccionario refundado, concebido y elaborado sobre un soporte y una planta digital del que luego se harán ediciones impresas. Ese cambio es muy interesante, entre otras cosas porque no tiene los problemas de espacio a los que me refería.
Y permite establecer enlaces con otros diccionarios, por ejemplo...
E incluso con fuentes de tipo enciclopédico. El Diccionario define la palabra cebiche, pero no da la receta para hacerlo. A través de la hipertextualidad, podríamos conducir al usuario a tener más información.
En Colombia hay mucho interés por la lengua y siempre hemos oído decir que hablamos el mejor español del mundo. ¿Es eso verdad?
Alguna vez me preguntaron si creo que los españoles hablan muy mal el español. Respondí diciendo que no tanto es el problema de que nosotros hablemos mal el español sino que ustedes los colombianos lo hablan tan bien que nos están dando continuamente ejemplos para que mejoremos.
Los españoles debemos tener muy presente que el español ahora es una lengua global no por la colonia, sino por la independencia.
Cuando las repúblicas se independizan de España deciden adoptar el español como su lengua. Había vaticinios entonces de que con el español se iba a producir una fragmentación lingüística como sucedió con el latín al final del imperio romano, de donde vienen las lenguas neolatinas europeas (francés, italiano, catalán, rumano, etc.).
Y no sucedió porque las repúblicas decidieron adoptar el español como lengua nacional, que era un instrumento que por otra parte necesitaban para consolidar su propia identidad nacional y crear una comunidad compartida.
Además, el idioma fue inmediatamente objeto de enseñanza a través del sistema educativo. Por otra parte, bajo el punto de vista cultural, el español en la península en la literatura ha tenido momentos de profunda depresión expresiva. Por ejemplo, ocurrió con la poesía en la segunda mitad del siglo XIX.
La poesía escrita en español en España se degradó enormemente. Y eso lo vinieron a resolver Rubén Darío y el modernismo americano. Produce una reinvención poética de la lengua española e inmediatamente después viene un Juan Ramón Jiménez y toda le eclosión de la generación del 27.
Esto vuelve a ocurrir otra vez en los años 50 con la narrativa. La española, sin quitarle su valor, expresivamente estaba adocenada. Es cuando surge el boom de la literatura latinoamericana. Es decir que ese comercio en las dos direcciones siempre ha existido y es muy beneficioso. Los españoles sabemos que las cosas son así y nos sentimos muy orgullosos de que en este momento España no sea el vértice del español.
Celebración del tricentenario
La celebración del tricentenario de la Real Academia de la Lengua está planeada para tres años, el mismo tiempo que transcurrió desde se empezó a reunir en el verano de 1713 hasta 1715, cuando se publicaron los primeros estatutos. En 1714 Felipe V la puso bajo su protección mediante una real cédula.
Estos son algunos actos que celebran el aniversario, aparte de la publicación del Diccionario:
1. “La palabra y la lengua”: exposición que terminó en septiembre del año pasado y recibió 40 mil visitantes. Si se consiguen recursos, se hará itinerante.
2. “Cómicos de la lengua”: conjunto de diez presentaciones de textos de la literatura española, en las que un actor recrea la historia y un académico la explica.
3. “El futuro de los diccionarios en la era digital”: simposio internacional que tuvo lugar este mes y que reunió a lingüistas, lexicógrafos, editores de grandes diccionarios y expertos de empresas tecnológicas.
4. Feria Internacional del Libro de Guadalajara: habrá una serie de actos en homenaje al centenario y se presentará a primera versión escolar y popular del Quijote, realizada por la Academia mediante una adaptación de Arturo Pérez-Reverte.
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