tiene razón.
Hasta este momento de la humanidad donde cientos de millones de personas cambian de países, durante siglos la población fue muy endogámica.
Por eso la gente de cada país se parece, porque son todos parientes descendientes de un puñado de individuos.
Por increíble que parezca, los miles de millones de pollos broiler que se consumen cada año, descienden de un único individuo, igual que todas las vacas lecheras y en general todas aquellas mutaciones que llamamos razas, pero que realmente son descendientes de un individuo peculiar.
Todos los blancos y chinos descendemos de un cuello de botella, un grupo de individuos que estuvieron a punto de desaparecer.
Somos híbridos de neandertal y por lo tanto todo lo que nos diferencia de los personas de color, es de neandertal.
Si no fuese por los increíbles avances de la medicina y productos farmacéuticos, los blancos caeríamos como moscas puesto que nuestro sistema inmunitario es muchísimo más débil que el de los personas de color. La evidente mayor inteligencia de los blancos es irrelevante, puesto que en el 99% de los casos no se usa. Los grandes avances de la humanidad se les deben a unos hombres blancos contados con los dedos.
Para ser cajera de supermercado, taxista, camarero... hacerse caricias viendo videos prono, o ir al gimnasio... no hace falta ser un intelectual.
Su prolífica fecundidad -cada uno de ellos pudo engendrar cientos de hijos-, ha dejado una impresión duradera en las poblaciones actuales
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