"El liberalismo es pecado", libro en pdf para descargar del padre Félix Sardá (1841-1916) UNA grandísima fruta JOYA

BGA

Madmaxista
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para @jpjp , la abolición de la esclavitud que los revolucionarios implementaron en la revolución francesa en realidad fue fundamentado por el abate Gregoire mayoritariamente en obras Espannolas escritas en latín como el "Thesaurus Indicus".

si la Monarquía Hispánica hubiera seguido fiel a su Misión original y no se hubiese ido por derroteros afrancesados y después liberales, el proceso de abolición habría sido el correcto y adecuado... y no tan contraproducente como se hizo, la misma Espanna la cagó en el siglo XIX con este asunto, momento en que ya estábamos totalmente entregados al liberalismo en sectores clave

el conato de Franco de parar aquello aguantó lo que aguantó, basado más que nada en una cuestión anclada a una personalidad y un pequenno grupo de afines pero luego nos ha vuelto la burra al trigo, o la vaca al verde que dirían en mi pueblo.

entonces, esto es muy complejo de explicar o hacer oir a las grandes masas, porque faltan los engranajes intermedios entre nuestros grandes pensadores y el pueblo, algo que generalmente lograban la pequenna nobleza rural y el clero regular... el mismo al que cada revuelta liberal ha intentado aniquilar en diferentes escabechinas (el terror rojianarquista de la última guerra civil hay que entenderlo como la continuidad de una de las ramas liberales del XIX, si no se pierde el hilo)

la gran novedad que tenemos hoy, es que tenemos un instrumento tecnológico -internet- que está permitiendo reconectar gente dispersa de todo el ámbito hispánico y podría ser la vía para suplir en parte ese vació de transmisión

el surgimiento del hispanismo está provocando ya que haya elementos liberales-ateos tratando de subirse a ese carro, por eso es IMPRESCINDIBLE ayudar al despistado a discernir y no olvidar que el hispanismo es, en resumidas cuentas, NUESTRO ESTILO DE SER CATÓLICOS
Me viene a la mente un dicho que decía algo así como que los españoles, por muy de azul que vistiésemos tenemos el corazón a la izquierda. No es literal y si alguien la recuerda mejor que lo diga. La cultura española no es ajena a los abusos que se cometan contra los débiles. Tenemos o teníamos instalado de fábrica un sentido de justicia natural, no positivo en contraposición a los que abusan pero que tampoco busca alienar ninguna voluntad. El triunfo de la izquierda en España tiene mucho que ver con nuestro sentir católico, simplemente porque la "derecha conservadora", mimetizándose con el liberalismo calvinista del negocio es el negocio, ha abandonado ese rol que uno esperaría del liberal consecuente con su tradición católica. Entiendo que las reglas del juego las impusieron ellos y que los resultados empresariales son el único baremo que manejan y es entonces que se cierra el círculo dando paso a una izquierda que en realidad no posee corazón sino reacción violenta.

El sistema democrático liberal, y aún peor el comunismo que pretende dirigir la voluntad y la conciencia en contra de las injusticias, son lo mismo. La misma moneda con dos caras y el mismo reparto de poder. La dialéctica es su verdadero corazón y cabeza sustrayéndonos a todos de lo importante y es que existe un modelo de libertad y justicia que supera al liberalismo por la izquierda y al comunismo por la derecha.

Pero ese modelo que para algunos sería el fascismo, acaba engullido por los otros dos si no está presente lo único que no cambia ni muta, y es esa "referencia externa e intocable" que supone la Fe.
 

Iósif Missiego

¿Qué miras, pringao?
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1 Corintios 7
7 Quisiera más bien que todos los hombres fuesen como yo; pero cada uno tiene su propio don de Dios, uno a la verdad de un modo, y otro de otro.
8 Digo, pues, a los solteros y a las viudas, que bueno les fuera quedarse como yo;
9 pero si no tienen don de continencia, cásense, pues mejor es casarse que estarse quemando.
10 Pero a los que están unidos en matrimonio, mando, no yo, sino el Señor: Que la mujer no se separe del marido;
11 y si se separa, quédese sin casar, o reconcíliese con su marido; y que el marido no abandone a su mujer.
12 Y a los demás yo digo, no el Señor: Si algún hermano tiene mujer que no sea creyente, y ella consiente en vivir con él, no la abandone.
13 Y si una mujer tiene marido que no sea creyente, y él consiente en vivir con ella, no lo abandone.
14 Porque el marido incrédulo es santificado en la mujer, y la mujer incrédula en el marido; pues de otra manera vuestros hijos serían inmundos, mientras que ahora son santos.
15 Pero si el incrédulo se separa, sepárese; pues no está el hermano o la hermana sujeto a servidumbre en semejante caso, sino que a paz nos llamó Dios.
16 Porque ¿qué sabes tú, oh mujer, si quizá harás salvo a tu marido? ¿O qué sabes tú, oh marido, si quizá harás salva a tu mujer?

Mateo 15
19 Pero yo os digo que el que repudia a su mujer, a no ser por causa de fornicación, hace que ella adultere; y el que se casa con la repudiada, comete adulterio.

Oseas 4
11 Fornicación, vino y mosto quitan el juicio.
12 Mi pueblo a su ídolo de madera pregunta, y el leño le responde; porque espíritu de fornicaciones lo hizo errar, y dejaron a su Dios para fornicar*.
13 Sobre las cimas de los montes sacrificaron, e incensaron sobre los collados, debajo de las encinas, álamos y olmos que tuviesen buena sombra; por tanto, vuestras hijas fornicarán, y adulterarán vuestras nueras.
14 No castigaré a vuestras hijas cuando forniquen, ni a vuestras nueras cuando adulteren; porque ellos mismos se van con rameras, y con malas mujeres sacrifican; por tanto, el pueblo sin entendimiento caerá.


*fornicar .... Adulterio, infidelidad, IDOLATRIA.

2184. זנוּת ְzenút; de 2181; adulterio, i.e. (fig.) infidelidad, idolatría:—rebeldía, fornicación, fornicar.

Strong's Lexicon Search Results - EliYah Ministries
Y?
 

Bernaldo

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10 Jul 2014
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Resulta que entre los círculos intelectuales, las referencias a autores españoles es escasa tirando a nula. Sobre cualquier tema que se trate, traer a colación a algún autor extranjero mola... y si se mencionara algún español o hispano, se entiende la falta de internacionalidad del que lo haga, cuando no se le mira como a una persona que "no sabe nada", o que es un poco culto o que le puede el patrioterismo...

Sí, al trabajo de combatir la LN ha de sumarse el conocimiento y promoción de los autores de pensamiento español teniendo claro que no son pocos aquellos cuyo principal mérito ha sido decir en nuestro idioma lo que otros dijeron antes en el suyo. La subordinación fundante de Macelo Bullo. Tengo en mente a un celebrado "pensador" -que en paz descanse- que ya en su día, en mi más tierna juventud, abanderaba consumos y libertades y que a pesar de su transición psicotrópica del izquierdismo hedonista hasta el liberalismo irredente, cuenta a día de hoy con un nutrido surtido de seguidores. Pero.. los fan-boys somos nosotros.
Se logrará el primer gran paso cuando se consiga que intelectuales y círculos dirigentes recuperen referentes en nuestra tradición.

Falta aún que perfiles católicos, tipo a los mencionados en el hilo, logren entramar algo más allá de meras individualidades. No es descartable, de hecho es posible a pesar del momento de incertidumbre que el viraje hispanista en las redes va provocando.

Y ojo, en cualquier momento el papa vuelve a soltar perlas de ánimo... si han silenciado sospechosamente sus palabras de cariño a España, y su Misión, en la entrevista de ABC.
 

Bernaldo

Madmaxista
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10 Jul 2014
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Me viene a la mente un dicho que decía algo así como que los españoles, por muy de azul que vistiésemos tenemos el corazón a la izquierda. No es literal y si alguien la recuerda mejor que lo diga. La cultura española no es ajena a los abusos que se cometan contra los débiles. Tenemos o teníamos instalado de fábrica un sentido de justicia natural, no positivo en contraposición a los que abusan pero que tampoco busca alienar ninguna voluntad. El triunfo de la izquierda en España tiene mucho que ver con nuestro sentir católico, simplemente porque la "derecha conservadora", mimetizándose con el liberalismo calvinista del negocio es el negocio, ha abandonado ese rol que uno esperaría del liberal consecuente con su tradición católica. Entiendo que las reglas del juego las impusieron ellos y que los resultados empresariales son el único baremo que manejan y es entonces que se cierra el círculo dando paso a una izquierda que en realidad no posee corazón sino reacción violenta.

El sistema democrático liberal, y aún peor el comunismo que pretende dirigir la voluntad y la conciencia en contra de las injusticias, son lo mismo. La misma moneda con dos caras y el mismo reparto de poder. La dialéctica es su verdadero corazón y cabeza sustrayéndonos a todos de lo importante y es que existe un modelo de libertad y justicia que supera al liberalismo por la izquierda y al comunismo por la derecha.

Pero ese modelo que para algunos sería el fascismo, acaba engullido por los otros dos si no está presente lo único que no cambia ni muta, y es esa "referencia externa e intocable" que supone la Fe.
Desde el punto de vista de un derechoide ateo, está claro que la doctrina social católica puede tener pinta de izquierdoide...
 

el tio orquestas

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¿Cómo llamamos a los conservadores que no queremos pagar impuestos?

¿Y qué hacemos con la gente que utiliza liberal para decir progresista porque copia a los Estados Unidos donde allí al rojo progre se le llama liberal?
 

Bernaldo

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El régimen tradicional Español nunca fue favorable al abuso fiscal y derroche de diners publix que vivimos hoy, como podemos comprobar en los diferentes documentos del hilo.

De poco sirve que un conservador baje impuestos si actúa para conservar la revolución liberal, cascará el tinglao por otro lado

En cuanto a la segunda pregunta, este hilo demuestra que en realidad son lo mismo, en el fondo no hay tal confusión

¿Cómo llamamos a los conservadores que no queremos pagar impuestos?

¿Y qué hacemos con la gente que utiliza liberal para decir progresista porque copia a los Estados Unidos donde allí al rojo progre se le llama liberal?
 

jpjp

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¿Cómo llamamos a los conservadores que no queremos pagar impuestos?

¿Y qué hacemos con la gente que utiliza liberal para decir progresista porque copia a los Estados Unidos donde allí al rojo progre se le llama liberal?
Franco no era liberal y con el tuvimos una base impositiva de la más baja de la historia española así que no, lo que dices no cuela.
 

Perro Viejo

Cave Canem
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El liberalismo es, en efecto, pecado, además de una herejía. Y no, la Escuela de Salamanca no era liberal. Pero es que ni de lejos.

Dejo interesante entrevista al respecto.

 

Bernaldo

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Este es el texto del cardenal Bergoglio en el 75:

Nuestro Pueblo puede oponer al proyecto de la Ilustración, sea el liberal o el marxista actual, una razón superior que la razón del dominio camuflado en ideología: es la razón superior de la justicia.

Y esto es, gracias a Dios, para nuestro Pueblo y los pueblos americanos. Fuimos forjados por la España que, más allá de las contradicciones y los límites en la concepción histórica, nos deslumbra con sus Leyes de Indias, con las Ordenanzas de Alfaro, con la conciencia misionera de una mujer maravillosa que la historia dará en llamar Isabel la Católica. Sí, la misma que hizo devolver a Colón los indios que él había traído a Europa, porque nadie osaría tratar así a sus vasallos.

Somos hijos de una gran conciencia. Porque la obra de España en América, más que una empresa, fue una Misión. Una misión del pueblo español que se volcó en estas tierras con lo mejor que tenía: su cultura y su fe. Misión de los conquistadores que en cincuenta años recorrieron a pie el continente, fundando pueblos y mezclándose, sin miedo, con los indios.

perfectamente coherente con las palabras en la reciente entrevista en ABC, digan lo que digan los calumniadores

por tanto, Francisco ni sostuvo ni sostiene un discurso liberal, tampoco marxista como acusan unos y otros, sino algo en perfecta sintonía con lo que habamos en el hilo
 

BGA

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Este es el texto del cardenal Bergoglio en el 75:

Nuestro Pueblo puede oponer al proyecto de la Ilustración, sea el liberal o el marxista actual, una razón superior que la razón del dominio camuflado en ideología: es la razón superior de la justicia.

Y esto es, gracias a Dios, para nuestro Pueblo y los pueblos americanos. Fuimos forjados por la España que, más allá de las contradicciones y los límites en la concepción histórica, nos deslumbra con sus Leyes de Indias, con las Ordenanzas de Alfaro, con la conciencia misionera de una mujer maravillosa que la historia dará en llamar Isabel la Católica. Sí, la misma que hizo devolver a Colón los indios que él había traído a Europa, porque nadie osaría tratar así a sus vasallos.

Somos hijos de una gran conciencia. Porque la obra de España en América, más que una empresa, fue una Misión. Una misión del pueblo español que se volcó en estas tierras con lo mejor que tenía: su cultura y su fe. Misión de los conquistadores que en cincuenta años recorrieron a pie el continente, fundando pueblos y mezclándose, sin miedo, con los indios.

perfectamente coherente con las palabras en la reciente entrevista en ABC, digan lo que digan los calumniadores

por tanto, Francisco ni sostuvo ni sostiene un discurso liberal, tampoco marxista como acusan unos y otros, sino algo en perfecta sintonía con lo que habamos en el hilo
Le he leído el texto de Francisco a mi esposa y se ha emocionado, como yo, aunque fuera la segunda lectura. "Somos hijos de una gran conciencia". Más diría que somos los hijos desagradecidos que una y otra vez reclaman una herencia, otra distinta, que la que nos legaron la malgastamos con dispendio y saña.
 

Bernaldo

Madmaxista
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Este es el texto del cardenal Bergoglio en el 75:

Nuestro Pueblo puede oponer al proyecto de la Ilustración, sea el liberal o el marxista actual, una razón superior que la razón del dominio camuflado en ideología: es la razón superior de la justicia.

Y esto es, gracias a Dios, para nuestro Pueblo y los pueblos americanos. Fuimos forjados por la España que, más allá de las contradicciones y los límites en la concepción histórica, nos deslumbra con sus Leyes de Indias, con las Ordenanzas de Alfaro, con la conciencia misionera de una mujer maravillosa que la historia dará en llamar Isabel la Católica. Sí, la misma que hizo devolver a Colón los indios que él había traído a Europa, porque nadie osaría tratar así a sus vasallos.

Somos hijos de una gran conciencia. Porque la obra de España en América, más que una empresa, fue una Misión. Una misión del pueblo español que se volcó en estas tierras con lo mejor que tenía: su cultura y su fe. Misión de los conquistadores que en cincuenta años recorrieron a pie el continente, fundando pueblos y mezclándose, sin miedo, con los indios.

perfectamente coherente con las palabras en la reciente entrevista en ABC, digan lo que digan los calumniadores

por tanto, Francisco ni sostuvo ni sostiene un discurso liberal, tampoco marxista como acusan unos y otros, sino algo en perfecta sintonía con lo que habamos en el hilo
Esto escribió Gullo sobre Francisco en 2013




El Papa Francisco y el destino de la Patria Grande
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El Papa Francisco y el destino de la Patria Grande
En agosto de 1986, ante los continuos ataques que sufría la Iglesia Católica, el gran historiador y ensayista marxista, Jorge Abelardo Ramos -padre de la corriente política autodenominada como “Izquierda Nacional” – tomando postura en el debate desatado en Buenos Aires, en torno al rol y el papel de la Iglesia Católica, publicó un trascendental artículo. En este artículo afirma Ramos, una visión novedosa para muchos: “…los amargos y hasta soeces ataques a la Iglesia que suelen verse en las tapas de las revistas prono-progresistas de Buenos Aires, no suponen un diálogo herético con Dios o el soliloquio de un metafísico, sino la manifestación vulgar de una política extranjera contra la Nación. Esto debe explicarse en el sentido de que la fe católica es profesada por la mayoría de los argentinos y latinoamericanos y es, de algún modo, como la coránica en Medio Oriente, un peculiar escudo de nuestra nacionalidad ante aquellos que quieren dominarnos o dividirnos. En los pueblos marginados del ‘estilo de vida occidental’ y que como nosotros, padecen un ‘estilo de vida accidental’, la religión ejerce un doble papel: el teológico que le es propio y el de ideología nacional defensiva contra el dominador extranjero.” [1]
Cuando Abelardo Ramos realiza esa fervorosa defensa del rol de la Iglesia para la región y de la religión católica corrían – conviene recordarlo – los tiempos del pontificado de Juan Pablo II.
Hoy, esos soeces ataques – a los que hacía referencia Ramos – se dirigen, principalmente, contra el Papa Francisco contra el cual ha descargado su artillería todo el progresismo intelectualoide porteño heredero de la tradición iluminista rivadaviana y sarmientina para el cual, la catolicidad profunda de las masas criollos indígenas de la América Latina constituyó siempre la herencia maldita recibida de España. Herencia que debía ser erradicada de raíz de estas tierras australes.
Desde distintos medios se ha afirmado que el Cardenal Bergoglio ha sido elegido Papa para obstaculizar el actual proceso de integración política suramericano y para destruir el proyecto de construir la Gran Patria Grande con que soñaron los libertadores Simón Bolívar y José de San Martín.
Periodistas y ensayistas progresistas – y, por qué no, algún que otro escritor “nacionalconfuso”- presentan al Cardenal Bergoglio – hoy Papa Francisco – como un hombre opuesto al ideario de la Patria Grande. Si tal el origen, si tal el trasfondo y tales los escritores de tales críticas, ¿tiene, en el pensamiento explicitado a lo largo de tantos años por el Cardenal Bergoglio, esta acusación algún fundamento?
Esas acusaciones ponen, a todo hombre de buena voluntad, pero, sobre todo a la dirigencia política – y también a todos analistas de la política internacional – en la necesidad imperiosa de preguntarse acerca el pensamiento geopolítico “profundo” del hombre que conducirá los destinos de uno de los más importantes actores del gran tablero de la geopolítica mundial.
La única verdad es la realidad

Para clarificar el debate suscitado, es preciso aclarar, antes que nada, la gran novedad histórica de que, el pensamiento geopolítico del nuevo Gran Timonel de la Barca de San Pedro, encuentra sus raíces más profundas, en el nacionalismo popular latinoamericano de Manuel Ugarte[2], José Vasconcelos[3], Juan Domingo Perón y Alberto Methol Ferré.
El pensamiento político de Jorge Bergoglio se formó, desde su juventud, en la doctrina peronista y, en la frecuente lectura de los artículos y libros -como el mismo lo manifestara públicamente en reiteradas ocasiones- del ensayista montevideano Alberto Methol Ferré quien, durante toda su vida no dejó de predicar la necesidad imperiosa de alcanzar la unidad de la América Latina. Conformado de esa manera, el pensamiento geopolítico del Papa Francisco – tal como él lo expresara, una y otra vez, como Obispo de Buenos Aires- gira en torno a la idea fuerza de la construcción de la unidad de la América del Sur en el marco de un mundo multipolar que logre frenar la “concepción imperial de la globalización”[4] , la sostenida por el mundo anglosajón.
El Papa Francisco es perfectamente consciente de que, en el viejo continente, hace tiempo que Dios ha muerto, que los templos dejaron de ser los lugares de Fe -para convertirse en sitios de paso turístico o simples museos- que las únicas catedrales son los bancos y que, los únicos valores que cuentan son los que se cotizan en la bolsa de Londres o Frankfurt y de que la única búsqueda de hombres y mujeres “posmodernos”, es la de un decadente hedonismo, vendido procazmente como fruto de la “evolución de los tiempos” cuando, en realidad, se trata de una mera forma de expresión de la ausencia de valores reales y es fruto de la acción de oscuros poderes a los que cada vez les cuesta menos dominar a los hombres “distraídos” de lo esencial y, consecuentemente, cada vez “más manipulables y carentes de libertad”.
De esa apreciación de la realidad, el Papa Francisco extrae una premisa fundamental que constituye la piedra angular de todo su pensamiento religioso y geopolítico: – en el siglo XXI “…el destino de los pueblos latinoamericanos y el destino de la catolicidad están íntimamente vinculados”[5]
“Solos no iremos a ninguna parte”

De los numerosos escritos del Cardenal Jorge Luis Bergoglio el más importante, desde el punto de vista geopolítico es, sin lugar a dudas, el prólogo que, en abril del año 2005, escribiera para el libro del ensayista uruguayo Guzmán Carriquiry titulado: “Una apuesta por América Latina”.
Resulta pues, en consecuencia, imprescindible analizar y transcribir las partes más sustanciales de dicho escrito para poder avizorar los tiempos geopolíticos “por venir”. Es en dicho prólogo que, el Cardenal Bergoglio desarrolla explícitamente la idea ugartiana de la Patria Grande e, implícitamente, la idea peronista de la necesidad de una tercera posición entre el comunismo totalitario y el capitalismo salvaje. Al respecto afirma el Cardenal Bergoglio: “Poco tiempo después del derrumbe del imperio totalitario del ‘socialismo real’…el resurgido recetario neoliberal del capitalismo vencedor, alimentado por la utopía del mercado autorregulado, demostraba también todas sus contradicciones.”[6]
Si es esa, la circunstancia ideológica en que se desenvuelve la vida de las naciones, importa resaltar, según el Cardenal Bergoglio, también que:
“En las próximas dos décadas América Latina se jugará el protagonismo en las grandes batalla que se perfilan en el siglo XXI y su lugar en el nuevo orden mundial en ciernes.”[7]
En ese nuevo orden en ciernes -destaca el Cardenal Bergoglio- la única posibilidad que tienen los países latinoamericanos de alcanzar el desarrollo económico y la autonomía política pasa, inevitablemente, por la construcción de una Patria Grande Latinoamericana. Es por eso que afirma: “Ante todo se trata de recorrer las vías de la integración hacia la configuración de la Unión Sudamericana y la Patria Grande Latinoamericana. Solos, separados, contamos muy poco y no iremos a ninguna parte. Sería callejón sin salida que nos condenaría como segmentos marginales, empobrecidos y dependientes de los grandes poderes mundiales.” [8]

Un nuevo paradigma de desarrollo económico
El Cardenal Bergoglio continúa su análisis afirmando que, ante un escenario internacional que se presenta como dramático, América Latina debe, desde un realismo pragmático – aunque, sin olvidar o traicionar sus ideales y raíces culturales – elaborar un “nuevo paradigma de desarrollo autosostenido”.
El pensamiento del Cardenal Bergoglio es un pensamiento basado en el realismo político y, es por ello, importa resaltar que, el Cardenal Bergoglio es perfectamente consciente del escaso margen de maniobra que, en el actual escenario internacional, tiene América Latina para llevar adelante una política tendiente a lograr la justicia social, la soberanía política y la independencia económica. Al respecto, abunda Bergoglio: “América Latina puede y tiene que confrontarse, desde sus propios intereses e ideales, con las exigencias y retos de la globalización y los nuevos escenarios de la dramática convivencia mundial. A la vez, América Latina necesita explorar, con buena dosis de realismo pragmático – impuesto también por su propia vulnerabilidad y escasos márgenes de maniobra – nuevos paradigmas de desarrollo que sean capaces de suscitar una gama programática de acciones, un crecimiento económico autosostenido, significativo y persistente; un combate contra la pobreza y por mayor equidad en una región que cuenta con el lamentable primado de las mayores desigualdades sociales en todo el planeta.”[9] Pero, sagazmente, advierte a continuación que: “Nada de sólido y duradero podrá obtenerse si no viene forjado a través de una vasta tarea de educación, movilización y participación constructiva de los pueblos.” [10]
Ni socialismo totalitario ni ultraliberalismo individualista

El Cardenal Bergoglio avanza, en su largo razonamiento geopolítico reafirmando que, el desafío de lograr la Unidad Política de la Patria Grande y la Justicia Social para sus pueblos no podrá, jamás lograrse, ni resucitando anacrónicamente al socialismo totalitario, ni aceptando la propuesta imperial del ultraliberalismo individualista: “Los ingentes problemas y desafíos de la realidad latinoamericana no se pueden afrontar ni resolver reproponiendo viejas actitudes ideológicas tan anacrónicas como dañinas o propagando decadentes subproductos culturales del ultraliberalismo individualista y del hedonismo consumista de la sociedad del espectáculo.” [11]

Las dos caras del colonialismo cultural

Por último el Cardenal Bergoglio termina esbozo geopolítico afirmando que, la solidez cultural de la América Latina – sin la cual no puede construirse ningún proyecto político realmente sólido y liberador de la dependencia- ,“…es un patrimonio sujeto a una fuerte agresión y erosión.”[12]
Para el Cardenal Bergoglio no cabe duda alguna que la cultura del gran “pueblo continente”[13] – que se extiende desde el Río Grande a la Tierra del Fuego – se encuentra asediada por dos corrientes del pensamiento débil que constituyen, en realidad – más allá de los disfraces y las máscaras – las dos caras de una misma moneda: “el colonialismo cultural de los imperios.”[14]
Es en ese sentido que Bergoglio afirma: “Llama la atención constatar cómo la solidez de la cultura de los pueblos americanos está amenazada y debilitada fundamentalmente por dos corrientes del pensamiento débil. Una que podríamos llamar la concepción imperial de la globalización (según la cual) todos los pueblos deberían fusionarse en una uniformidad que anula la tensión entre las particularidades…Esta globalización – aclara – constituye el totalitarismo más peligroso de la posmodernidad…La otra corriente amenazante es la que, en jerga cotidiana, podríamos llamar el ‘progresismo adolescente’. Este ´progresismo adolescente`, configura el colonialismo cultural de los imperios y tiene relación con una concepción de la laicidad del Estado que más bien es laicismo militante. Estas dos posturascontinua afirmando el Cardenal Bergoglio- constituyen insidias antipopulares, antinacionales, antilatinoamericanas, aunque se disfracen a veces con máscaras progresistas.” [15]


El apóstol de la unidad de la Patria Grande

La sola lectura del pensamiento del Cardenal Bergoglio demuestra que solamente desde el prejuicio, la ignorancia o la mala fe, puede afirmarse que el Cardenal Bergoglio ha sido elegido Papa para obstaculizar el actual proceso de integración política suramericano y para destruir el proyecto de construir la Gran Patria Grande con que soñaron los libertadores Simón Bolívar y José de San Martín. El ahora Papa Francisco será, muy por el contrario, el “apóstol de la unidad”, de la Patria Grande.
 

TercioVascongado

Será en Octubre
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Después de más de dos siglos de liberalismo y más de uno de marxismo, hay dos tipos de liberales y de marxistas: los que lo son por interés y, la mayor parte, los que lo son sin saberlo; como el personaje de Molière que hablaba en prosa con toda naturalidad sin saber qué es la prosa.

Y es lógico, porque:

"La intención y resultado de la doctrina, el verdadero fin del liberalismo no es, pues, ni la libertad política, ni la libertad de contratación, ni la liberación de las guerras, ni la libertad del poseer y del comerciar, ni la libertad de moral, de conciencia y de religión. El fin del liberalismo es la Riqueza. Esas ansias de libertad son, pues, sólo el medio para lograr la riqueza. De ahí que la libertad, una vez proclamada como aparente fin, vaya unida a la pugna por el poder, o a la fuerza, para lograr primero, y asegurar después, la plácida posesión libre de la riqueza. He aquí su paradoja. Vino el liberalismo contra el absolutismo político, religioso, jurídico y económico, o mercantilismo; mas sus frutos son otros absolutismos: el monopolio económico y la oligo o monocracia política y social.” Román Perpiñá, La crisis de la economía liberal. Del ethos económico al de seguridad.

Y porque:

“El liberalismo es término de contienda. Y esta discusión parece siempre que va a provocar su triunfo, incluso de modo que podría calificarse de espectacular. Sin embargo, de las mismas fuentes doctrinales del liberalismo (…) desde los fisiócratas a los francmasones, surgen los argumentos que hoy en día provocan el auge de la socialización.” Juan Velarde, El libertino y el nacimiento del capitalismo.
("Soy socialista a fuer de liberal", dijo Indalecio Prieto en 1921.)

Eso que dice usted encaja muy bien en la tesis de Marcelo Gullo de la "Insubordinación Fundante" para explicar cómo y por qué el RU acabó con la América Hispana, precisamente con la herramienta de la prédica del liberalismo.

 

TercioVascongado

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pues haber ganado la guerra, que quieras que te diga.

Las guerras no siempre las ganan los buenos. Para ejemplo, todas las guerras de secesión de la América Hispana, promovidas por los anglos y la masonería. De la Pax Hispana de 300 años a 200 años de carnicerías, matanzas, hambre y miseria. No sé si se puede poner un ejemplo mejor para demostrar lo que supone esa herramienta del Imperio Británico llamada "liberalismo".
 

Supremacía

Madmaxista
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todas las guerras de secesión de la América Hispana
La guerra de independencia de la Nueva España, es decir, la que sí triunfó, no se debió a ningún influjo anglosajón, sino a la imposición del liberalismo en España tras la rebelión de Rafael del Riego en enero de 1820. Los criollos novohispanos que se habían opuesto a la independencia desde 1810 se unieron en masa a la lucha independentista de Iturbide porque no querían liberalismo.