ÚLTIMO CANDIDATO DEL PP EN C-LM
Los deslices de Suárez Illana
ELENA MENGUAL
Adolfo Suárez Illana en una novillada en Ciudad Real. (EFE)
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MADRID.- Desde su designación como candidato del PP en Castilla-La Mancha, las apariciones de Adolfo Suárez Illana en los medios de comunicación se han debido más a sus 'meteduras de pata' que a sus propuestas políticas.
Tal vez fuera su escasa experiencia en la 'lidia' con los medios de comunicación la que le llevara a lamentar el asesinato de un guardia civil en Leiza con las siguientes palabras: "Lo primero que hay que trasladar es nuestra condolencia y nuestro pésame a la familia del guardia civil asesinado, que ya no podrá disfrutar de las cebollas rellenas de su querida Sama de Langreo".
El linaje es otro de los temas recurrentes de Suárez. Mostró su aprobación de la candidatura de Ana Botella al Ayuntamiento de Madrid por ser una persona "con nombre y con linaje". Más de uno procedió a consultar el árbol genealógico de la esposa del presidente en busca de sus presuntos insignes antepasados, a la vez que se preguntaba: ¿Es el linaje garante de la valía política?
En plena convulsión política con motivo de la guerra en Irak, Suárez no dudó en calentar un poco más el crispadísimo ambiente. El candidato del PP afirmó que las reformas económicas anunciadas por su partido mostraban "lo que estábamos haciendo en el PP mientras otros andaban recorriendo calles con pancartas, tirando bemoles, tirando piedras, poniendo bombas y abriendo cabezas de alguno de nuestros militantes".
Ya metido en arena, esto es, en precampaña, Suárez Illana, al parecer ajeno al problema de los desmesurados precios de los pisos, propuso ayudas para la segunda vivienda, como modo de luchar contra la despoblación de las zonas rurales y potenciar el turismo.
Durante la campaña, Suárez Illana recorrió toda Castilla-La Mancha, una región a la que hasta entonces tan sólo le vinculaba el hecho de estar casado con Isabel Flores, hija del ganadero y terrateniente albaceteño Samuel Flores. El hijo del ex presidente intentó lograr el acercamiento a parte de su potencial electorado precisamente aludiendo a este hecho. Así, en una reunión con una asociación de mujeres rurales, afirmó: "Yo me casé con una castellano-manchega del ámbito rural".
También intentó ganar adeptos sacando a colación su anterior vida sentimental. Fue en un acto en Sacedón (Guadalajara), localidad que dijo conocer "un poquito" porque tuvo una novia de allí.
Se comenta que Adolfo Suárez padre, preocupado por la imagen de su hijo, llegó a telefonear a José Bono para pedirle que se comportara caballerosamente con su hijo. También lamentó el ex presidente que su hijo apareciera "como torero, con la imagen típica de pijo o niño bien, en este caso yerno bien".
