Un Sánchez desquiciado y asustado anda suelto
Francisco Rubiales.- Pedro Sánchez, agobiado por la resistencia de los españoles, las manifestaciones en su contra, la exigencias perentorias de Puigdemont, los reveses internacionales y la defensa numantina de los jueces y magistrados ante su asalto al Estado de Derecho, parece haberse vuelto loco y está cometiendo errores más propios de un fulastre enfermo que de un estadista.
Que triste la realidad de Pedro Sánchez como dirigente de España. Ya no puede pisar las calles, como no sea con cientos de escoltas y acordonándolas para alejar al pueblo. Cada día se parece más a Ceaucescu, a Daniel Ortega y a Maduro. Ahora empieza a ocurrirle lo mismo en el exterior, donde pierde prestigio y crece
el rechazo a su persona...
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