Pero eso sí, de reestructurar la administración: delimitar competencias, reducir cargos públicos, o eliminar duplicidades (administraciones paralelas) que sólo sirven para colocar a familiares y amistades de políticos y altos cargos en empresas y fundaciones públicas, de asumir propuestas como las esgrimidas en el informe de Transparencia Internacional, de eso ni hablamos, ni queremos hablar.
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La frutada de ser juez y parte deja siempre al personal en una pose ridícula, la suya.
La realidad es que si hay corrupcción en este país es porque hay un Sistema perfectamente diseñado para que exista, que pasa ineludiblemente porque haya un red clientelar formada por el empresario y/o político o funcionario. Si uno de esos eslabones parte, no habría corrupcción.
Si el funcionariado no quisiera, no habría corrupción, es evidente, y solo un necio mendrugo, o una parte interesada como tú, al que le importa poco o nada el resto y solo su placita y su trienio y su viajecito, defendería lo contrario.
El ejemplo de la existencia de un procedimiento de adjudicación de contratos que se llama "Procedimiento negociado sin publicidad", que no si no el darle al colega el contrato, pasa siempre, absolutamente siempre, por el visto bueno de un funcionario, el cual adjudica a la empresa amiga suya o del político amigo el contrato correspondiente. ¿Y que hace el funcionario? Mirar para otro lado o trincar y aceptar de buen agrado el detalle navideño como mínimo.
Pero bueno, no nos preocupemos en exceso, ésto son menudencias, son problemas para humanos, no para los elegidos, no para la Élite funcionarial.
Si a los funcionarios que no denunciaran lo que ven, los que validan el mamoneo, los que supuestamente velan por la impecabilidad, los que dan una patina de consistencia al Establishment, se les echara hipso-facto, otro gallo cantaría.
No piense nene caca. Siga su experiencia vital virtual y siga pensando que los no funcionarios nos chupamos el dedo.