Hice la residencia en uno grande y ni de coña, quitando el jefe que estaba a punto de jubilarse y era el puñetero amo, allí la gente estaba a las 7:30 con cara de estreñidos y oler a cosa y se iban a las 17 echando horas gratis para publicar cosas, yo me iba a las 15:00 y con malas caras en mi rotación un 7,5 me pusieron por falta de interés/iniciativa, ya si quieres me quedo hasta las 17 yo también comiendo en el hospital y te hago yo el estudio, jajajajajaja, ya de los resis mejor no hablar, algunos adjuntos se quedaban de saliente hasta las 11 con eso lo digo todo.
Hombre. Está claro que hay especialidades ande los MIR passsan de quedarse más horas de las que marca su convenio o como lo llamen. Las hornadas de yogurines que hacen la residencia, al menos en las dos últimas décadas, no tienen nada que ver con aquellos "resistentes", como se conocía a los médicos que se formaban antes, en los que la vocación y las ganas de aprender estaban por encima de horarios. Gente quedándose a currar, tras la guardia de 24 horas, como si nada, era lo habitual. Hoy en día, los médicos, como los ejpañoles en general, passan de todo aquello que significa esfuerzo o sacrificio. De ahí que esa mentalidad de "yo no me quedo ni estoy pa hacer más guardias de las que me tocan", cuando hablamos de tíos que acaban de ponerse la bata por primera vez en su vida, sea la que prime. Como me decía un tío que se formó al otro lado del Charco: Aquí el MIR es una mentira, porque, salvo lo de la M, de médico, lo de Interno y Residente, no tiene razón de ser. Todos Externos y ¿Residentes? más bien gente que está de paso, lo justo, por el hospital. Aquí nadie reside dentro. El tío, en ese país, llegaba en su calidad de residente, a las 6:30 a.m., y se marchaba, si es que lo hacía, a veces tan tarde que, como señalaba, a veces le traía más a cuentas quedarse a dormir en el hospital, porque al día siguiente estaba otra vez de guardia. Y no. No es una exageración. Un hermano que estuvo en Bolulandia y Perú, da fe de ello. Allí el residente es como alguien que hace la mili. Otra hamija, más joven, que también estuvo en Perú me reconoció que si le hubiera tocado currar en un hospital machupicchu, jamás habría estudiado medicina. Que era lo más parecido a una tortura que una residencia. Naturalmente, aquí se vivió algo parecido, en otras épocas, en las que la gente estudiaba y se preparaba al pie del cañón, sin importar absolutamente nada, porque era lo que tocaba. Hoy en día, los MIR, de instituto de señoritas, como dicen los de mi entorno que ejercen el oficio.
