No sé cuanto exactamente pero no fue mucho, la empresa alego perdidas, el lunes irán a hablar con el abogado, a ver si se lo hicieron todo ok.
Dándose por vencido se pierden todas las batallas.
La empresa puede decir misa. Hay que demandar, y tener en cuenta que lo normal es que un despido sea declarado improcedente o nulo por el juez de lo Social. La empresa sigue obligada a continuar cotizando en tanto no se disuelva la relación laboral, ya sea por una (muy improbable) sentencia de procedencia o por una conciliación. De momento, el tiempo corre a favor del vejete.
Hay mucho que ganar y mucho que perder. En este punto de la historia, lo esencial es ponerse en manos de un buen abogado laboralista. No el primer picapleitos que recomienden en el bar, sino de un buen profesional. En los sindicatos suele haber gente muy experta.
Buena suerte...