El análisis de lo que le sucede al Farsa es muy sencillo de hacer. Xavi comenzó la temporada con plenos poderes. Llegó la Supercopa y el Madrid le dio un meneo y le metió 4. Luego llegó la Copa y el Bilbao le metió otros 4. En la Liga, el Girona le metía 4 en casa y el Villareal 5.
Entonces, Xavi hizo la famosa dimisión en diferido, diciendo que se marchaba al final de temporada. A partir de ahí, los jugadores pasaron de él y de sus rollos tácticos y el mismo se relajó y entonces el Farsa empezó a ganar partidos seguidos y a remontar el vuelo. Evidentemente, funcionaba la autogestión.
Entonces, cuando el Farsa va bien, llega la eliminatoria de cuartos de Champions contra el PSG y el Farsa gana 2-3 . Y ahí, Xavi comienza a pensar que pueden ganar la Champions e incluso la Liga y que le restarán méritos si es un entrenador dimitido en diferido. Por tanto, tanto Xavi como su entorno empiezan a filtrar que se quedan el siguiente año.
Y Xavi empieza otra vez a meter baza en el vestuario, dando a entender que sigue. Y vuelve a dar el latazo con sus rollos tácticos. Los jugadores tienen que agachar la cabeza y seguirle porque su futuro, al quedarse otro año, depende de Xavi.
Y claro, con Xavi al mando de nuevo, se dan el ostiazo en la vuelta del PSG ( 1-4 ) y fuera de Europa. Luego palman contra el Madrid ( 3-2 ) y adiós a la Liga. Y ahora reciben 4 del Girona y peligra la segunda plaza. Es decir, desde que Xavi toma de nuevo el control y el mando, el barco vuelve a hacer aguas por todas partes.
La conclusión es clara: cuando Xavi tiene el mando y decide las alineaciones, entrenamientos y tácticas, el Farsa hace el ridículo. Y cuando Xavi está al margen, como entrenador dimitido en diferido, el Farsa carbura simplemente con autogestión..
XAVI, QUÉDATE !!!!!!