Yo creo que la retirada del aceite de palma ha podido empeorar mucho la bollería industrial, porque esa grasa mejoraba mucho la textura de los bollos y cremas.
El aceite de palma no es malo porque es una grasa que se obtiene de la pulpa del fruto (los malos son los que so obtienen de semillas, saturados de omega 6 y que se oxidan a los pocos minutos de ser extraídos), pero los ecologistas lo pillaron como chivo expiatorio por las deforestaciones en zonas tropicales.
fruta manía de usar a los "ecologistas" como excusa ad hoc para intentar justificar cualquier mamarrachada.
El aceite de palma que se usa en bollería y alimentación en general, (lo lleva la leche de fórmula para bebés que recomiendan los pediatras a sueldo de Nestlé) es un aceite hidrogenado, y toda la polémica con este aceite, y con las grasas hidrogrenadas en general (léase las margarinas), gira alrededor de la posible incidencia de estas grasas hidrogenadas en la producción de colesterol "malo" y la correspondiente arterioesclerosis, especialmente en los niños, donde la obesidad es un problema evidente. No hay más que ponerse en la puerta del cole para ver un tipo de niño, futuro obeso mórbido, que hace 3 o 4 décadas todavía no existía (en este país y en aquella época donde los niños merendaban pan con mantequilla y azúcar, chorizo, sobrasada, nocilla o sucedáneos de fiambre o foie grass y no estaban rellenitos ni tenían que tener un psicólogo con 10 años, porque no se pasaban todo el día como vegetales demorados mirando una pantallita).
Sería maravilloso que alguien arrojara luz de verdad al asunto de las grasas hidrogenadas, pero éste no es más que otro capítulo de la guerra interminable de la industria alimentaria por confundir cada vez más a los ciudadanos, con el único objetivo de colar productos sintéticos low-cost como sustitutivos de los productos tradicionales.
Yo desayuno todos los días cereales rellenos de chocolate neցro del mercadona (droja pura), ricos en aceite de palma, ininterrumpidamente desde hace 10 o 12 años, y tengo el nivel colesterol de una oveja, pues mi dieta en grasas es limitada.
En cambio, las típicas madres/abuelas que te echan medio litro de aceite de oliva amargosuputamadre en cualquier plato con el objeto de cebarte, obesas como chotos (problemas de retención de líquidos, dicen), a imagen y semejanza de los cocineros lavacerebos de la televisión que te cuentan que la cocina europea/nórdica es sarama porque lleva mantequilla al tiempo que gastan 1 puñetero litro de aceite en regar una ensalada, promocionados por la industria nacional del AOV, probablemente no ingieran ni un gramo de aceite de palma, pero morirán igualmente con las arterias duras como metacrilato, indignadas porque ahora vas al super y en las etiquetas estas de cosa que miden la "calidad" del alimento, la cocacola tiene mejor valoración que la fruta grasa de aceituna que parece haberse convertido en el maná de la eterna juventud, y que no es más que la herencia de un país cuya grasa más barata para alimentar a una población famélica era el aceite de oliva.
Al final, intereses económicos de cosa a favor de esto y de lo otro con tal de colocar el producto al consumidor que se cree más informado y listo que el del bando opuesto, que nada tienen que ver con la conservación de los bosques tropicales, y cuyo objetivo real es el de que abras el puñetero frigorífico de tu suegra para comer algo, y te encuentres leche que no es leche, yogur que no es yogur, queso que no es queso, carne que no es carne y toda una ristra de sucedáneos industriales basados en soja trasgénica, probióticos, alimentos milagro como la xia o el lino y su reputísima progenitora de sustancias inidentificables como alimento, como metáfora maravillosa del nivel de desquiciamiento de la sociedad en la que vivimos.