El tema es que el el soft power está en manos completamente de la anglojudería, ya ni siquiera el Vaticano les hace de contrapoder en el mundo, pues ha devenido en un títere de las logias. Estas revistuchas las leen montones de pelanduscas con mucha pasta casadas con tíos influyentes en todo el mundo, que con tal de complacerlas son capaces de bailar sobre cráneos de niños ucranianos. Es duro decirlo, pero así funciona la cosa. No sólo de ojivas nucleares puede vivir una super-potencia. China es una cultura tan distinta que poco o nada puede hacer ahí, ellos se lo guisan y ellos se lo comen, pero Rusia podría intentar algo más que el demigrante RT.